Fundamentos Jurídicos del ERE y la Separación Fe-Razón en Descartes y Galileo

Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 3,14 KB

Razones jurídicas que justifican la existencia del ERE (principales leyes y orden de importancia)

La Constitución Española.

Acuerdos internacionales suscritos por España:

  • Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU 10/12/48)
  • Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ONU 16/12/66).

Ley Orgánica de Libertad Religiosa (5/7/80 - BOE, 24).

Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE) (3/7/85; BOE, 4).

Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre enseñanza y asuntos culturales (3/1/79).

La separación entre fe y razón en la filosofía de Descartes y la ciencia de Galileo

Descartes

Descartes es un hombre creyente que quiere buscar la verdad exclusivamente por la razón y, por ello, aceptará como verdad solo aquello de lo que no pueda tener ninguna duda. Llegará incluso a inventar un genio maligno. Descartes dudaba, y referirse a ese genio maligno era la manera que tenía de encubrir a Dios, que a lo mejor me quiere engañar, y lo que yo veo como una idea clara y distinta es mentira. Solo aceptaré aquello que no haya nadie, ni siquiera un genio maligno, que me lo contradiga. Solo me quedaré con aquellas ideas claras y distintas que sean absolutamente ciertas y no haya ninguna posibilidad de error. Ahí comienza ya la gran aventura filosófica de la modernidad, que postula encontrar la verdad exclusivamente por la razón. Descartes no niega la Teología; él es un filósofo que no pertenece a una orden religiosa y no está en una universidad, es un laico que va haciendo filosofía y trabaja en otras cosas. Quiere buscar la verdad pero con las solas fuerzas naturales, una verdad absolutamente creíble sin la más remota posibilidad de error.

La ciencia y Galileo

La ciencia, por su parte, hace algo más modesto. Con Galileo se separa de todo el entramado teológico en el cual nace. Hay que remarcar que los teólogos y filósofos medievales, aunque no se quiera reconocer, hicieron grandes adelantos científicos en los siglos XII y XIII. A partir de Galileo comienza una separación entre ciencia y teología. Él no busca causas últimas, finalidades (teleología) sino causas eficientes (causa-efecto). No busca dar explicaciones, el por qué y el para qué, sino exponer de la manera más sintética posible el fenómeno. Y si se puede cuantificar y expresarlo matemáticamente, mejor todavía. En la fórmula e = v.t (espacio es igual a velocidad por tiempo) no se explica ni cómo se origina el movimiento, ni quién ha fundado el movimiento, ni si el movimiento es eterno o finito, o si viene de un acto creador... Solo interesa la fórmula matemática. Esto ha permitido grandes adelantos científicos, pero ha originado una ideología de la ciencia que es el neopositivismo del siglo XX: solo lo "científico", lo comprobable empíricamente, lo matematizable es verdad. Lo que para Galileo, hombre creyente, era solo metodología, luego se convierte, en los siglos XIX y XX, en ideología, en positivismo. Solo lo que se puede contar, medir y pesar es verdad; lo demás es opinión, puro parecer, subjetivismo.

Entradas relacionadas: