Fundamentos de Inmunología: Hibridomas, Inmunocromatografía y Memoria Inmune

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Técnica del Hibridoma: Producción de Anticuerpos Monoclonales

Para obtener anticuerpos monoclonales se utiliza la técnica del hibridoma. Consiste en extraer células B del bazo de un animal que ha sido expuesto al antígeno. Estas células B se fusionan con células tumorales de mieloma múltiple, que, al ser cancerígenas, pueden crecer indefinidamente. Estas células fusionadas híbridas se llaman hibridomas, y tienen la capacidad de multiplicarse rápida e indefinidamente, además de producir una gran cantidad de anticuerpos.

Inmunocromatografía: Detección Rápida de Proteínas Antigénicas

La inmunocromatografía se emplea para detectar todo tipo de proteínas con carácter antigénico. Son pruebas rápidas y fiables, lo que las hace cada vez más utilizadas tanto para el diagnóstico de parámetros bioquímicos como microbiológicos. Pueden utilizarse con todo tipo de muestras: sangre completa, suero, heces, etc., dependiendo del antígeno que se busque. La prueba utiliza como soporte una tira de nitrocelulosa, que suele ir dentro de una carcasa o bien en forma libre.

Funcionamiento de la Inmunocromatografía

La muestra se deposita en la zona S (sample). Para una muestra positiva, se observa la presencia de dos bandas coloreadas:

  • Una en la zona T (test), que se corresponde con la zona de los anticuerpos fijados no marcados.
  • Otra banda en la zona C (control), donde se encuentran los anticuerpos anti-IgG de conejo.

Memoria Inmunológica y su Impacto en el Diagnóstico Serológico

La memoria inmunológica es un recurso fundamental para hacer frente a los microorganismos en sucesivas infecciones. Sin embargo, para el diagnóstico serológico, supone un desafío, ya que podemos encontrar anticuerpos en el suero de un paciente que está padeciendo una enfermedad y también en aquel que la ha padecido con anterioridad o ha sido vacunado. Para resolver este problema, es crucial tener en cuenta los distintos tipos de anticuerpos que se forman ante un estímulo antigénico y en qué momento aparece cada uno de ellos:

Tipos de Anticuerpos y su Cronología

  • Inmunoglobulina M (IgM): Cuando una persona entra en contacto por primera vez con el agente patógeno, el primer anticuerpo formado es una IgM. Su concentración no es muy alta y desaparece al cabo de poco tiempo. Su detección indica que la infección está en fase aguda.
  • Inmunoglobulina G (IgG): Unos días más tarde aparecen las IgG. Su concentración va aumentando hasta alcanzar una meseta y desciende lentamente. El tiempo varía entre 3 y 6 semanas. Permanece en concentraciones bajas durante mucho tiempo, y en ocasiones, toda la vida. Su detección por sí sola no es suficiente para un diagnóstico de infección activa, porque no sabemos si el paciente está padeciendo la enfermedad o si son anticuerpos de recuerdo de una exposición previa o vacunación.

Autoanticuerpos y sus Mecanismos de Acción

Los autoanticuerpos pueden interactuar con las células de diversas maneras, dando lugar a patologías autoinmunes. A continuación, se describen dos mecanismos principales:

Unión a la Superficie Celular con Citólisis

Algunos autoanticuerpos se unen a la superficie de ciertas células corporales y provocan su destrucción (citólisis). La lisis celular puede realizarse por la activación del sistema del complemento o por fagocitosis mediada por macrófagos.

Citotoxicidad Mediada por el Complemento

En la citotoxicidad mediada por el complemento, el autoanticuerpo se une a la superficie de una célula propia, lo que activa el sistema del complemento y produce la lisis celular. Este proceso es responsable de enfermedades como las anemias hemolíticas autoinmunes.

Fagocitosis Inducida por Autoanticuerpos

Los autoanticuerpos de tipo IgG, al recubrir a células propias, también pueden desencadenar la fagocitosis de las mismas por parte de macrófagos.

Unión a la Superficie Celular sin Citólisis

Los autoanticuerpos también pueden unirse a receptores celulares para hormonas o neurotransmisores, causando su bloqueo o su estimulación, sin destruir la célula.

Bloqueo de Receptores Celulares

Algunos anticuerpos, al unirse a receptores celulares, los bloquean, impidiendo la unión de sus ligandos e inactivándolos. Este es el caso del hipotiroidismo, donde los autoanticuerpos interfieren con la función de los receptores de TSH.

Estimulación de Receptores Celulares

Otras veces, la unión del autoanticuerpo al receptor provoca su estímulo, lo que resulta en la hiperfunción del órgano correspondiente, como ocurre en el hipertiroidismo (enfermedad de Graves).

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