Fundamentos de la Historia Económica: Perspectivas y Corrientes de Pensamiento
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Concepto y Método de la Historia de la Economía
Según Schumpeter, existen tres perspectivas principales para contar la Historia de la Economía:
- Historia de los sistemas de economía política: Ligados a los condicionamientos sociales, etc.
- Historia del pensamiento económico: Es una perspectiva más amplia, no solo se fija en las ideas, sino que profundiza. Estas dos primeras son historias de las doctrinas.
- Historia del análisis económico: El gran libro de Schumpeter se tituló así. Es una perspectiva más estrecha que las anteriores, se fija más en los desarrollos analíticos. No se fija en el contexto de la época, ni en la forma de pensar de los autores. Descontextualiza totalmente a los autores.
Perspectivas en la Historiografía Económica según Blaug
Blaug considera que hay dos perspectivas:
- Relativista: Subraya condicionamientos políticos, económicos, etc.
- Absolutista: No le importan en absoluto esos condicionamientos. Se basa en la potencia explicativa de las contribuciones analíticas de un autor.
Un relativista intenta comprender a un autor, intenta colocarse en sus zapatos. Un absolutista mira el pasado con los ojos de hoy y lo juzga. Un relativista intenta comprender al autor del pasado juzgándole en su propio contexto. Esto estrictamente es imposible, dice Blaug. Es imposible que quitemos de la cabeza todo lo que ha ocurrido para juzgar de una manera justa a un autor y sus ideas.
Clasificación según la Filosofía de la Ciencia
Otra clasificación, según la filosofía de la ciencia:
- Historia externa: Cuenta lo que ocurre en el laboratorio. Es una ciencia, el hincapié se pone más en el contexto.
- Historia interna: Aparte de contar algo de las implicaciones de su trabajo, este se contextualiza y se hace historia interna.
A mediados del siglo pasado se produjo un cambio en la concepción de la ciencia. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la ciencia nos daba un conocimiento objetivo, cierto. Hay una concepción del progreso de la humanidad, el hombre cada vez controla más la naturaleza. La ciencia progresa eliminando errores y ya no hay mitos. Esta idea de la ciencia se hunde a mediados del siglo pasado. La ciencia es nuestro mejor conocimiento, pero nos da un conocimiento hipotético e incierto. Hoy en nuestra visión de la ciencia, las hipótesis son invenciones. Todo lo que se dice está sujeto a la crítica racional y empírica. La ciencia es un proceso mental inventivo, las hipótesis no se derivan de los hechos, son invenciones para explicar los hechos. Es un proceso mental teñido de las ideas de quienes lo producen. Debemos preocuparnos de que lo que se produzca sea susceptible de contrastación racional y empírica (Schumpeter). Una explicación que no se puede contrastar no es una teoría, es teología.
Pensamiento Económico Preclásico
La ciencia económica nace a mediados del siglo XVIII. En el siglo XVII tenemos una gran transformación de unas formas estatales muy débiles a otras muy fuertes, el paso al estado absolutista, en el que el monarca no reconoce ninguna autoridad, ni siquiera la del papa. El poder del Estado sustituye, en muchas ocasiones totalmente, al poder de la Iglesia.
Mercantilismo: Doctrina y Contexto
Es una doctrina según la cual la mejor política económica para un país es aquella que consigue un superávit comercial. Se salda con oro y plata el balance, y el oro y la plata representan la riqueza de un país. A. Smith dirá sobre esta teoría que confundía dinero con riqueza. La cantidad de oro y plata determinaba el nivel de riqueza, y a mayor nivel de actividad económica, mayor riqueza. Los argumentos económicos y políticos están muy unidos. En esta etapa aún no hay ciencia económica, como mucho hay política económica. Se busca lograr el mayor superávit posible, y el saldo se cubre obteniendo más numerario. Se produce un cambio respecto a la época feudal, en la que el dinero es visto como algo malo, algo que no debe perseguirse, se daba más valor a las actividades agrícolas, a aquellas que no suelen dar dinero. Se cree que los comerciantes suelen caer en el pecado de la obsesión por el dinero. En gran parte de Europa no eran cristianos quienes desarrollaban las actividades mercantiles, eran minorías, especialmente judías. No era una actividad pecaminosa, pero solía llevar al pecado (pensamiento escolástico, Santo Tomás de Aquino). En los siglos XVI y XVII se observa un cambio de mentalidad que se va extendiendo, es una mentalidad materialista. Para el mercantilismo la actividad más favorable para un país es el comercio internacional, que es lo que nos va a permitir obtener ese numerario. Dado que no se dispone de minas propias, hay que comerciar. Los argumentos van en esa dirección y esa mentalidad se extiende, todo se justifica por obtener mayor comercio. Es bueno perseguir el dinero, ahora es la actividad primordial de un país. Esta idea tiene un gran atractivo para los monarcas absolutistas, quienes necesitan dinero para las guerras y el mantenimiento de su