Fundamentos Filosóficos: Idealismo, Conocimiento y la Esencia Moral Humana

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Idealismo Gnoseológico: Fundamentos y Perspectivas Filosóficas

El idealismo gnoseológico, también conocido como idealismo epistemológico, es una corriente filosófica fundamental que ha moldeado la comprensión del conocimiento y la realidad. A continuación, se exploran sus principales postulados y las visiones de pensadores clave.

  1. El término idealismo fue introducido en el lenguaje filosófico hacia mediados del siglo XVII.
  2. El idealismo gnoseológico o epistemológico, término usado por primera vez por Wolff, sostiene que la realidad que conocemos es, en última instancia, una construcción mental o ideal.
  3. Es la corriente que postula que los cuerpos tienen solo una existencia ideal, es decir, existen en nuestras mentes o almas.
  4. Para Berkeley, las cosas en el espacio son simples imaginaciones, y el mundo existe porque un espíritu lo piensa.
  5. Pensando, el espíritu crea el mundo dentro de sí y para sí. El mundo exterior se identifica con el espíritu, por ello es conciencia divina y humana.
  6. El mundo exterior carece de ser en sí; todo su ser consiste en que un espíritu lo perciba o reciba.
  7. Para Kant, el idealismo no es otra cosa que la interpretación del objeto del conocimiento empírico como representación del mundo.
  8. Para Descartes y Locke, solo existen propiedades primarias y secundarias del mundo exterior:
    • Las propiedades primarias existen con independencia del ser humano y del espíritu divino.
    • Las propiedades secundarias derivan del funcionamiento de los órganos sensoriales del perceptor.
  9. El idealismo de la filosofía consiste en no reconocer lo finito como un verdadero ser. La filosofía es idealista, así como la religión es idealista.

La Moralidad como Constituyente Esencial del Ser Humano

La moralidad es un pilar fundamental en la constitución del ser humano, guiando su desarrollo y su interacción con el entorno. Esta sección profundiza en la naturaleza de la moral y las leyes que rigen el comportamiento humano.

  1. El ser humano es un ser que se hace a sí mismo. Ese hacerse es una búsqueda vital hacia el logro de su propia autorrealización, ordenándose mediante un marco regulativo conformado por la ley natural y la ley positiva.
  2. La ley natural recoge los principios del buen obrar, una serie de exigencias que el ser humano debe cumplir en orden a su propia autorrealización.
  3. Al ser el ser humano un ser social, vive en interrelación con otros seres humanos que conforman su entorno social y cultural, lo que exige la existencia de leyes positivas que regulen ese orden sociocultural.
  4. La ley positiva es promulgada por los legisladores; sin embargo, si esa ley no se corresponde con la ley natural, solo servirá para alienar al pueblo en lugar de ser fuente de libertad, convirtiéndose en meras imposiciones que esclavizan.
  5. La ley eterna es el saber divino que ha establecido y constituido todo el sistema dinámico del universo.
  6. La ley física manifiesta el modo de ser de la naturaleza y sus efectos en el comportamiento de los seres que la habitan.
  7. La ley moral supone que los actos son libres y pueden seguir distintas direcciones. Es necesario tratar de ordenar los actos libres del ser humano.
  8. La ley positiva es el ordenamiento racional con miras al bien común, promulgada por quien tiene a su cargo el cuidado de la comunidad.

La Conciencia Moral y la Realidad Humana

La realidad humana consta de una dualidad sujeto-objeto: la persona y la cosa. La cosa carece de autoconciencia, mientras que la persona posee conciencia, habla y piensa. Solo la persona es moral y solo ella experimenta los efectos de la moralidad.

El individuo antisocial, por ejemplo, vive conforme a una moral personal, rechazando y combatiendo la moral colectiva. Curiosamente, los códigos morales más severos suelen encontrarse en grupos criminales, pandillas o patotas.

La conciencia moral es el ámbito donde se constituyen los valores morales. Como norma operativa, la conciencia moral es un criterio de acción que debe aportar una base para construir la verdad en el tiempo y en la historia.

Antes de decidir o actuar, la conciencia funge como legisladora de lo bueno y lo malo, dictando lo que debemos hacer y lo que está prohibido. Después de decidir, la conciencia actúa como juez: aprueba o censura.

Los juicios valorativos de la conciencia moral se acompañan de vivencias, es decir, de sentimientos morales. Antes de la acción, emergen sentimientos como el respeto por el bien, el deber y el temor.

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