Fundamentos de la Filosofía Moderna: Conocimiento, Realidad y Libertad

Contexto Filosófico

Dos fueron los problemas que centraron el interés de los filósofos de este período: uno de índole teórica y otro de tipo práctico.

La Cuestión Teórica: De la Epistemología a la Metafísica

La cuestión teórica fue principalmente epistemológica, pero acabó siendo metafísica, ya que se declaran reales solo aquellas cosas que resultan.

Realismo vs. Idealismo Filosófico

La diferencia entre el realismo y el idealismo filosófico se puede resumir así:

• a) El realismo fue la doctrina según la cual el sujeto conoce la realidad directamente.
• b) El idealismo se caracterizó por caer en la cuenta de que, al conocer, nos hacemos una representación de la realidad, y es esa representación —y no la realidad misma del objeto— el objeto de nuestro conocimiento. Esas representaciones se conocen comúnmente como ideas.

La Tesis Metafísica del Idealismo

Si bien la tesis epistemológica del idealismo fue asumida por muchos, su vertiente metafísica solo comenzó a tomar fuerza al final del período, con la filosofía kantiana y con Hegel. La tesis metafísica del idealismo filosófico consistió en afirmar que el sujeto, al conocer, constituye la realidad, de modo que solo podemos considerar reales aquellas cosas que son conocidas por el sujeto y exactamente en la medida en que son conocidas. Esta tesis fue el resultado de una evolución del propio idealismo.

Principales Corrientes y Figuras del Idealismo

El Racionalismo (Descartes, Spinoza, Leibniz)

Las diferentes posiciones que se adoptaron sobre este asunto incluyen principalmente el racionalismo de Descartes, Spinoza y Leibniz. Para estos, asumir el idealismo les supuso hacer frente al problema de explicar cómo podemos estar seguros de la correspondencia entre el orden del pensamiento y el orden de la realidad.

El Empirismo

El empirismo fue la segunda gran corriente filosófica de la Modernidad. Para los filósofos empiristas, la correspondencia entre el pensamiento y la realidad no planteaba problemas, pues consideraban que la experiencia era suficiente garantía de esa correspondencia. El problema para los empiristas no era el de la correspondencia entre ideas y cosas, sino el del límite de nuestro conocimiento. El criterio de validez de las ideas propuesto por los empiristas no podía ser otro que la experiencia sensible. Esta opción, que en principio parecía bastante plausible, sin embargo, les condujo a un profundo escepticismo, ya que la porción de nuestros conocimientos que descansa únicamente en la experiencia sensible es muy reducida, más de lo que cabía esperar. Por esto, se verán obligados a no considerar como válidos muchos conocimientos que el sentido común nos dice que sí lo son.

La Síntesis de Kant

La tercera y última propuesta idealista relevante en este contexto fue la de Immanuel Kant. Este consideró que no es posible fundar nuestro conocimiento prescindiendo por completo de la experiencia, como pretendían los racionalistas. Para Kant, la solución consistió en afirmar que los conocimientos humanos son producto de una composición entre algo que procede de la experiencia sensible (materia) y algo que aporta el propio sujeto que conoce (forma). El objeto conocido es, así, un compuesto de materia y forma.

El Segundo Gran Problema: La Libertad

El segundo gran problema de la filosofía en este período es el de la libertad. Los racionalistas, en particular, se preocuparon por la justificación filosófica de la existencia de la libertad.

La Libertad en el Racionalismo

En el racionalismo, la existencia de la libertad resultó problemática porque si todo está regido por la razón, debemos tener en cuenta que en el orden racional todas las cosas ocurren de modo necesario.

• Descartes resolvió el problema separando dos ámbitos de realidad: uno material, sujeto a la más absoluta necesidad, y otro espiritual, en el que tendría plena cabida la libertad. Descartes considera que el ser humano participa de estos dos ámbitos.
• Spinoza, en cambio, negó la existencia de la libertad entendida como libre albedrío.

La Libertad en el Empirismo y la Ilustración

El empirismo y la Ilustración reivindicaron la adopción de medidas que hicieran efectiva la libertad en el seno de la sociedad.