Fundamentos de la Fe: Mandamientos y su Significado
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1) Dios se da a conocer recordando su acción todopoderosa, bondadosa y liberadora en la historia de aquel que se dirige. El primero de los preceptos abarca la fe, la esperanza y la caridad. Quien dice Dios dice un ser constante, inmutable, siempre el mismo, fiel, perfectamente justo. Adorar a Dios es reconocerlo como creador y salvador, señor y dueño de todo lo que existe. Este mandamiento llama al hombre para que crea en Dios y lo ame por sobre todas las cosas. Adorar a Dios es rendirle culto; el deber de dar a Dios un culto auténtico corresponde a todo ser individual y social. El hombre debe poder profesar libremente la religión en privado o público. La acción de tentar a Dios de palabra o de obra, el sacrilegio y la simonía son un pecado de irreligión prohibidos por el primer mandamiento.
2) Nos pide respetar el nombre del Señor porque es santo. Dios revela su nombre y lo confía a los que creen en él. El hombre no puede usar el nombre de Dios si no es para alabarlo, glorificarlo o bendecirlo. No usar en falso no solo el nombre de Dios sino el de María y de los santos. Las promesas hechas a otro en nombre de Dios comprometen el honor, fidelidad, veracidad y autoridad divina. La blasfemia se opone directamente al segundo mandamiento; consiste en decir de Dios mentiras o ir en contra de él con odio. Prohíbe el juramento en falso ya que toma a Dios por testigo de lo que se afirma.
3) Proclama la santidad del sábado. La Iglesia actual reemplaza el sábado por el domingo. Determina y precisa la ley del Señor. La institución del domingo contribuye a que todos los cristianos católicos disfruten de un ''reposo y ocio suficientes para cultivar la vida familiar, cultural, social y religiosa''. Todo cristiano debe evitar imponer el impedimento para celebrar el día del Señor.
4) Indica el orden de la caridad. Dios quiso que después de él honrásemos a nuestros padres, a los que debemos la vida y que nos han transmitido el conocimiento de Dios. Se dirige a los hijos en relación con sus padres y a la relación de parentesco; esto exige que se dé honor a los abuelos, hermanos, etc., también a los deberes de los subordinados respecto de sus jefes o autoridades. Implica y sobreentiende los deberes de los padres o tutores con sus hijos. Se debe valorar también, en caso de padres abandónicos, el respeto de estos para con el derecho a la vida con respecto al hijo.
5) La vida humana es sagrada porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una íntima relación con el creador. Nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano.
La Defensa Legítima
No es una excepción a la prohibición de la muerte del inocente que constituye el homicidio voluntario. Si para defenderse se ejerce una fuerza mayor que la debida, se trataría de una acción ilícita, pero sino sería lícita.
Homicidio Voluntario
Condena como pecado grave el homicidio directo y voluntario; el que mata y los que cooperan voluntariamente cometen pecado al igual que el agresor.
El Aborto
La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción; desde el momento de su existencia deben ser reconocidos sus derechos como persona. Es inmoral producir embriones humanos destinados a ser explotados como material biológico.
La Eutanasia
Consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos.
El Suicidio
Cada cual es responsable de su vida; somos administradores y no propietarios de la vida que Dios nos ha confiado. El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a conservar su vida. Llegar al suicidio por trastornos, angustia, sufrimiento o tortura pueden disminuir la responsabilidad del suicida.