Fundamentos de la Fe: Deberes, Elementos y la Revelación Divina
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La Esencia de la Religión
La religión es la ciencia de los deberes que Dios nos ha impuesto. Siendo el Ser Supremo, nuestro Creador y fin último, nos ha otorgado deberes que, por obligación, debemos cumplir, y la religión nos los enseña.
Estos deberes se dirigen a tres ámbitos principales:
- Para con Dios: adorarlo y servirlo.
- Para con el prójimo: respetar su vida y bienes.
- Para con nosotros mismos: procurar nuestra salvación.
La religión es también la ciencia de los medios que nos conducen a Dios, ya que Él nos ha manifestado ciertas vías para llegar a Él.
Elementos Constitutivos de la Religión
La religión, en cuanto ciencia, integra tres elementos fundamentales:
- Dogma: Comprende las verdades que debemos creer (ej. el Credo).
- Moral: Enseña las obras que debemos practicar (ej. los Mandamientos).
- Culto: Son los medios de santificación con los cuales honramos a Dios y procuramos nuestra salvación (ej. las ceremonias de nuestra Iglesia, la Liturgia).
Estos medios se estudian en la ciencia llamada Teología Sacramentaria.
El Doble Fin de la Religión
La religión posee un doble fin:
- Fin Próximo: El conocimiento, amor y servicio a Dios en esta vida.
- Fin Remoto: Procurarnos la posesión de Dios en el cielo.
Religión Natural y Religión Revelada: Conceptos Fundamentales
Conocemos a Dios de dos modos:
- Por la Razón: La razón es la luz natural que Dios ha dado a nuestro entendimiento para conocer las cosas.
- Por la Revelación: La revelación es la manifestación hecha por Dios a los hombres de algunas verdades de orden religioso.
El conjunto de verdades religiosas que el hombre puede conocer por la simple luz de la razón se denomina Religión Natural. Por otro lado, el conjunto de verdades que Dios ha manifestado al hombre por medio de la Revelación se llama Religión Revelada.
La Insuficiencia de la Religión Natural
Esta religión no es suficiente para nuestra salvación; es decir, no basta con aceptar las verdades religiosas que la luz de la razón nos puede enseñar. Es necesario que aceptemos la Religión Revelada.
Como afirma el Concilio Vaticano I: "Quiso con su sabiduría y bondad revelarse a sí mismo, al género humano y revelar los decretos eternos de su voluntad por otro camino sobrenatural."
La razón de esto es que no podemos conocer, amar ni servir a Dios como Él quiere y manda, a menos que aceptemos las verdades, preceptos y medios de santificación que nos ha manifestado.
Si Dios no hubiese hecho ninguna revelación, la Religión Natural sería suficiente para la salvación. Sin embargo, desde el momento en que Dios se revela, no es posible considerar que una religión sea igual a otra, sino que es preciso aceptar esta Revelación Divina, que constituye la única religión verdadera.