Fundamentos de la Fe Cristiana: Revelación, Encarnación y Redención

El Cristianismo como Religión Revelada

El cristianismo es ante todo una religión revelada, porque Dios se reveló a los hombres sin que fuese buscado por ellos. La Revelación es la manifestación de Dios mediante signos y palabras de algunas verdades que el hombre no puede conocer o que conoce con dificultad. Por ejemplo, Dios eligió a Abraham, a Moisés y a los profetas; ellos no buscaban a Dios (a diferencia de las iluminaciones).

Jesucristo ocupa el centro de la historia de la humanidad. Su venida ya había sido anunciada por los profetas. Jesús vino al mundo para enseñar a los hombres el camino de la salvación; y, hasta el fin del mundo, la Iglesia fundada por Él lo anuncia y proclama como el único Salvador de la humanidad.

La Encarnación del Hijo de Dios

La verdad central del cristianismo es la Encarnación. Es el misterio de la unión admirable de la naturaleza divina y humana de Jesús en la única Persona divina del Verbo. Para llevar a cabo esta salvación, el Hijo de Dios se ha hecho carne. La fe en la Encarnación es el signo distintivo de la fe cristiana.

Al encontrar a Cristo, todo hombre descubre el misterio de su propia vida. La Iglesia ha recibido la misión de anunciar a Jesús de Nazaret, verdadero Dios y verdadero hombre, ya que por medio de Él, sus Sacramentos y Evangelios, el hombre puede llegar a entrar en «comunión» con Dios y llegar así a ser más hombre.

Rasgos Originales del Cristianismo

Los rasgos originales son elementos de nuestra fe que nos distinguen de otras religiones. El cristianismo es la única religión que profesa que un hombre (Jesús) es Dios, es decir, que Dios se ha hecho hombre.

La Encarnación y Redención de los Hombres

El Hijo de Dios, Jesucristo, viene al mundo para salvar a los hombres de sus miserias, ignorancias, enfermedades y, sobre todo, del pecado, dándole así la filiación divina y la herencia eterna del Cielo. La gracia de la Redención (acción llevada a cabo por la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo para salvar a la humanidad de los efectos del pecado) es exclusivamente cristiana.

Jesús se Presenta como el Modelo a Seguir

Él debe ser el modelo que la humanidad debe seguir. Para lograr esto, debe haber una conversión del corazón para amar como Él ama, pensar como Él piensa y entregarse a los ideales por los que Él se entregó, hasta el punto de dar su vida en la cruz.

Con Jesucristo comenzó el auténtico futuro de la persona humana. Para eso, cada cristiano debe unirse a Él, como un verdadero discípulo de Cristo, alimentándose de la luz de su Evangelio y de la fuerza sobrenatural de sus Sacramentos.