Fundamentos de la Fe Cristiana: Jesucristo, María y Doctrina Esencial

Jesucristo

Se presentan diversas interpretaciones históricas sobre la naturaleza de Jesucristo:

• Adopcionismo: Sostiene que Jesús es hijo de Dios por adopción en el bautismo (Jesús no es Dios).
• Nestorianismo: Propone la existencia de dos personas distintas en Cristo (divina y humana). Esto lleva a separar lo divino y lo humano. (Una implicación popular es: "voy a misa y afuera hago lo que quiero").
• Monofisismo: Afirma que Cristo tiene una sola naturaleza, la divina (no es hombre en el sentido pleno).

La Buena Noticia

La Buena Noticia es el anuncio de Jesucristo. Jesús se lanza por los caminos a anunciar la Buena Noticia de Dios. Jesús se siente envuelto por Dios, no puede separar la pasión por el Dios de la vida y la pasión por sus criaturas. Jesús sabía cómo presentarse para anunciar la Buena Noticia, y esta noticia no es una idea, es vida. Los discípulos desearon anunciar a Cristo, a fin de llevar a todos los hombres la fe en Él.

La Encarnación

La Encarnación explica la voluntad de Dios de llegar a los hombres a través de alguien que pueda expresar desde la misma condición humana Su palabra. Explica el misterio de la unión de la naturaleza divina y humana de Jesús en la única persona divina. El Hijo de Dios se ha hecho carne, haciéndose verdaderamente hombre. El Hijo de Dios se encarnó en el seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, por los hombres y por nuestra salvación, es decir, para reconciliarnos a nosotros pecadores con Dios.

Jesucristo: Verdadero Dios y Verdadero Hombre

Este es el misterio central de nuestra fe y es la verdad de nuestra catequesis cristológica. En la unidad de Su persona divina, Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre de manera indivisible. El misterio de la Encarnación expresa la afirmación de que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre con naturaleza divina y humana.

Todo en la humanidad de Jesús debe ser atribuido a Su palabra divina. Con Su inteligencia divina, Jesús aprendió cosas mediante la experiencia. Pero como Hijo de Dios, tenía un conocimiento íntimo de Dios, Su Padre. Jesús tenía dos voluntades: una divina y otra humana. En Su vida terrena, el Hijo de Dios ha querido humanamente lo que Él ha decidido divinamente junto con el Padre y el Espíritu Santo para nuestra salvación. Cristo nos ha conocido y amado con un corazón humano. Su corazón traspasado por nuestra salvación es el símbolo del amor infinito que Él tiene al Padre y a cada uno de los hombres. Cristo asumió un verdadero cuerpo humano, mediante el cual Dios invisible se hizo visible. Por esta razón, Cristo puede ser representado en las sagradas imágenes.

María

Jesús ha querido darnos a Su madre como madre nuestra. Por eso es natural que la veneremos filialmente y con especial cariño, y la invoquemos con mucha confianza en todas nuestras necesidades y oración. Ella intercede por nosotros ante Su Hijo.

Dogma de la Inmaculada Concepción

El dogma de la Inmaculada Concepción de María consiste en que la Virgen fue preservada del pecado original desde el primer instante de Su concepción por singular gracia y privilegio de Dios.

Asunción de María

La Virgen Inmaculada, terminando el curso de Su vida en la tierra, fue elevada a la gloria del cielo y al trono por ser el Señor como Reina del universo, para ser conformada a Su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte.

Veneración de Santos y Adoración a Dios

Veneramos y honramos a la Virgen y a los demás santos, pero no los adoramos porque no son Dios. Adoramos únicamente a Dios, fuerte y Señor absoluto de todo y todos. Venerando a la Virgen y a los santos, honramos a Dios mismo. Idolatramos a los ídolos.

María en la Iglesia

Para la Iglesia, la Virgen María es el modelo de la fe y de la caridad. Por eso es miembro muy eminente y del todo singular de la Iglesia. Su papel con relación a la Iglesia y a toda la humanidad va más lejos. Colaboró de manera singular en la obra de salvación por Su fe, esperanza y amor para la vida sobrenatural de los hombres. Por esta razón, es nuestra madre en el orden de la gracia.

La Santa Misa y la Liturgia

Se denomina Liturgia a la forma con que se llevan a cabo las ceremonias en una religión. Se trata de una realidad unida a la fe y a la expresión personal y social de los miembros de la Iglesia. Esto hace que la ciencia que tiene como objeto la liturgia procure abarcar los aspectos del hecho litúrgico.