Fundamentos Éticos: Objeto, Fin y Circunstancias en la Acción Humana
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Fundamentos de la Valoración Moral de los Actos Humanos
Las Fuentes de la Moralidad
Las fuentes de la moralidad son los criterios que nos permiten juzgar si una acción humana es buena o mala.
1. El Objeto
Se refiere a lo que se hace, la acción en sí misma considerada. Determina la moralidad intrínseca de la acción y define tipos o clases de acciones morales.
Ejemplo: Querer apropiarse de un coche ajeno es, objetivamente, la acción de robar, independientemente de si la intención posterior es hacer daño o simplemente disfrutarlo.
Crítica al Proporcionalismo
El proporcionalismo es una teoría moral que niega que las acciones voluntarias se especifiquen moralmente por su objeto. Sostiene que no hay acciones intrínsecamente malas y niega el valor moral determinante del objeto. Considera las acciones, en sí mismas, como amorales. Niega la validez universal de las normas morales, argumentando que se debe juzgar caso por caso y que no se puede clasificar una acción sin considerar el fin y las circunstancias.
El error del proporcionalismo, desde la perspectiva clásica, radica en no considerar el objeto como parte integral de la acción voluntaria desde el principio. Lo ve como una primera fase moralmente neutra, cuya moralidad se define a posteriori según la intención o las consecuencias.
2. El Fin o Intención
Se refiere al para qué se hace la acción. Es la intención principal por la cual el agente ha elegido realizar la acción, y no necesariamente intenciones secundarias que no han determinado la realización de la acción.
Ejemplo: La intención principal al devolver una cartera perdida puede ser actuar con justicia.
3. Las Circunstancias
Son los elementos accesorios que rodean la acción: quién, cómo, cuándo, dónde, con qué medios, etc. No definen la moralidad esencial de la acción por sí mismas, pero la modifican (agravando o atenuando su bondad o maldad), acompañando a algo que ya posee una calificación moral por su objeto y fin.
Ejemplo: 15 € en sí mismos no tienen valor moral, pero si se roban 15 €, la acción adquiere una connotación moral negativa (oposición a la virtud de la justicia), y las circunstancias (robar a alguien necesitado, robar con violencia) pueden agravarla.
Tipos de Circunstancias
- Quién obra: Características particulares de la persona que realiza la acción (ej.: no es lo mismo una mentira dicha por un testigo en un juicio que por un niño).
- Cualidad y cantidad del objeto: Se refiere al objeto sobre el que recae la acción (ej.: robar un objeto sagrado en una iglesia tiene una gravedad distinta que robar un bien de escaso valor en un supermercado).
- Lugar de la acción: Dónde se realiza la acción (ej.: cometer un acto indebido en público o en privado).
- Medios empleados: Los instrumentos o formas utilizados (ej.: robar con armas o sin violencia).
- Modo moral en que se realiza la acción: La intensidad o la deliberación (ej.: actuar por pasión súbita o con premeditación).
- Cantidad y calidad del tiempo: Cuándo se realiza la acción (ej.: actuar en tiempo de guerra o de paz, la duración de la acción).
- Motivo secundario: Intenciones que acompañan a la principal pero no la determinan (puede coincidir con el fin, pero aquí se refiere a motivos añadidos).
La Determinación de la Moralidad
Para que una acción sea considerada moralmente buena, es necesario que sus tres componentes (objeto, fin y circunstancias) sean buenos o, al menos, indiferentes (en el caso de las circunstancias, que no añadan una malicia nueva).
- El fin no justifica los medios: Una buena intención (fin) no puede convertir en buena una acción cuyo objeto es intrínsecamente malo.
- Las circunstancias pueden atenuar o agravar la moralidad de un acto, pero no pueden hacer buena o justa una acción que por su objeto es mala (opuesta a las virtudes).
Teorías Morales Alternativas
1. Utilitarismo
Supedita la valoración moral a la utilidad o al beneficio que produce la acción, generalmente entendido como"el mayor bien para el mayor númer".
2. Consecuencialismo
Juzga la moralidad de una acción basándose principalmente en sus consecuencias previsibles. Puede llevar a justificar acciones con objetos malos si las consecuencias se consideran suficientemente buenas.
3. Proporcionalismo
Considerado a menudo una forma de consecuencialismo o utilitarismo, sopesa los bienes y males que se seguirán de una acción, buscando una 'razón proporcionada' para actuar, incluso si el objeto es problemático. Se enfoca en la proporción entre el bien buscado y el mal tolerado.
Moralidad de los Actos con Efectos Indirectos (Principio del Doble Efecto)
Un efecto indirecto (o voluntario indirecto) es una consecuencia de una acción que no es querida ni como fin ni como medio, pero que se prevé y se tolera porque está inevitablemente ligada a la acción principal que se desea realizar.
Condiciones de Licitud
Para la licitud moral de una acción con efectos indirectos, se requiere cumplir simultáneamente las siguientes condiciones:
- Que la acción en sí misma (por su objeto) sea buena o al menos indiferente.
- Que el efecto bueno sea el buscado directamente y no se obtenga a través del efecto malo (el efecto malo debe ser, como mucho, simultáneo o posterior al bueno).
- Que la intención del agente sea buena (que busque el efecto bueno y solo tolere el malo como consecuencia inevitable).
- Que exista una causa proporcionalmente grave para permitir el efecto malo (ej.: un tratamiento agresivo contra el cáncer que tiene efectos secundarios negativos pero es necesario para intentar salvar la vida).
La Cooperación al Mal
La cooperación al mal se refiere a la participación en la acción inmoral de otra persona. En principio, es ilícita, ya que tenemos el deber moral de procurar el bien y evitar el mal.
Tipos de Cooperación
- Cooperación formal: Se comparte la mala intención del agente principal que realiza la acción inmoral. Siempre es ilícita.
- Cooperación material: No se comparte la mala intención, pero se facilita la acción de alguna manera (proporcionando medios, ayuda, etc.). Puede ser lícita solo bajo condiciones muy estrictas: que la cooperación sea remota (no próxima), que no sea indispensable para la acción mala, y que exista una causa proporcionada y grave para tolerarla, evitando el escándalo.