Fundamentos de la Ética Kantiana: Deber, Voluntad y la Crítica de Nietzsche y Hume
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El Imperativo Categórico y sus Contrastes Filosóficos
El concepto del Imperativo Categórico debe compararse con autores como Apel o Habermas, quienes se ubican dentro de la línea kantiana. Esto contrasta con el resto de las éticas materiales que adoptaron un imperativo hipotético, como es el caso del epicureísmo o el emotivismo.
Se aleja totalmente Nietzsche, quien considera que nada arruina más que los sacrificios hechos en virtud de la abstracción. Para Nietzsche, solo es bueno lo que surge de nuestro singular amor a la vida, y cada individuo debe inventar su propia virtud y su propio imperativo.
Por otra parte, el principio de tratar siempre a la humanidad como un fin y no meramente como un medio puede considerarse como un patrimonio común de toda ética.
Actualidad del Imperativo Categórico
Se puede decir que toda ética lleva aparejada una exigencia de incondicionalidad. Sin embargo, la propuesta kantiana de que lo moral descanse solo en el puro respeto al deber resulta un poco enigmática en el contexto contemporáneo.
La Buena Voluntad: Relación con Otras Posiciones Filosóficas
La voluntad ha desempeñado un papel importante en el desarrollo del pensamiento moral clásico y, de manera especial, en las éticas judeocristianas. La mayor parte de estas éticas asumen que el buen comportamiento tiene en su base la Buena Voluntad.
En este sentido, las propuestas morales de Sócrates y Platón, y también la de Aristóteles, al dar prioridad al elemento intelectual, se apartan de la propuesta kantiana. Aunque, al mismo tiempo, no debe olvidarse que también para Kant la instancia última a la que acude la voluntad en busca de su fundamento es la razón misma; es decir, que el elemento voluntario consiste en aceptar lo que la razón dictamina.
Kant establece que la bondad moral de una acción reside en que esta acción responda al deber.
Contraste con Hume y Nietzsche
También podemos citar a Hume, para quien la conducta moral es una cuestión de agrado o desagrado. Hume considera que la percepción moral no es cosa del entendimiento, y la noción de deber no cumple ninguna finalidad.
Otro autor que se aleja de Kant en sus propuestas morales es Nietzsche, quien afirma que no se debe actuar por deber, sino por placer, porque para él actuar por respeto a una ley constituye una falta contra la vida. Por ello, la filosofía kantiana es, según Nietzsche, contraria a la naturaleza.
Actualidad de la Buena Voluntad
Al comenzar el texto, Kant afirma: “Ni en el mundo...”. El dinero puede ser utilizado para destruir o construir, de manera que estos factores son solo relativamente buenos; en cambio, la buena voluntad es absolutamente buena y nunca mala.
Más adelante, Kant nos dice: “La buena voluntad... si misma”. Este aspecto de la ética de Kant ha sido reformado en la actualidad con la intención de hacerlo compatible con las consecuencias. La concepción puramente interna de la buena voluntad no goza de vigencia en las teorías éticas actuales, que consideran moral una acción que no puede desentenderse de las posibilidades y consecuencias de nuestras acciones.
El Respeto a la Ley y el Fundamento Racional de la Ética
La ética de Kant puede considerarse como una continuación de la filosofía moral de Sócrates en su empeño por fundamentar la ética en la razón, por hacer que sea la razón la que dirija nuestras decisiones en los asuntos morales.
Para Aristóteles, la acción ética no se puede basar solo en la razón, ya que no basta con conocer el bien para practicarlo, sino que es posible hacer el mal a sabiendas y adrede. Aristóteles considera que cada circunstancia exige la invención de una respuesta nueva (la phrónesis o prudencia).
El fundamentalismo moral del pensamiento racional de Kant se opone a Hume, dado que este afirma que la razón es totalmente inactiva y su único papel es despertar en nosotros la pasión, al darnos a conocer un objeto que nos apetece o rechazamos.
Por otra parte, está en contraposición a la moral kantiana la de Nietzsche, dado que este encuentra el fundamento último en los instintos humanos que quieren librarse precisamente de una razón uniformada y represiva.
Vigencia Contemporánea: Racionalidad y Afectividad
Fuera del ámbito filosófico, existe una reivindicación muy actual sobre la necesidad de reconciliar afectividad y racionalidad. Podemos destacar la importancia que tiene aquí el concepto de Inteligencia Emocional.
Por lo tanto, la consideración kantiana de una conducta como éticamente buena, a partir de un juicio puramente racional, tiene escasa vigencia. Según Kant, la buena persona es la que quiere lo que su razón le ordene, es decir, la que se comporta por el cumplimiento del deber, pero esta visión actualmente no tiene la misma aceptación.