Fundamentos de la Ética: La Búsqueda de la Felicidad y el Bien

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En la filosofía moral, la comprensión de los fines últimos del ser humano y la naturaleza del bien son pilares fundamentales para discernir la moralidad de los actos. Este documento explora estos conceptos esenciales, desde la aspiración innata a la felicidad hasta las condiciones que determinan la bondad de nuestras acciones.

El Fin Último del Ser Humano

Fin Último Formal: La Felicidad Universal

El fin último formal se refiere a la felicidad en general, aquello que sacia el deseo humano más profundo y universal. Es la plenitud a la que toda voluntad tiende por su propia naturaleza.

Fin Último Material: El Objeto Deseado por Sí Mismo

El fin último material es el objeto concreto y particular en el que se deposita esa felicidad. Es aquello que es querido por sí mismo, no como medio para otra cosa.

Todo ser humano tiende intrínsecamente a la felicidad; en esto no hay libertad de elección, ya que es inherente a la naturaleza de la voluntad. Sin embargo, la libertad reside en la elección del objeto particular en el que cada persona sitúa su felicidad.

El Concepto de Bien en la Ética

El bien se clasifica tradicionalmente en tres categorías, según su relación con el fin y el deseo humano:

  • Bien Honesto (Fin en sí mismo): Es aquel que vale por sí mismo, por su propia dignidad intrínseca. Se busca por su valor inherente, como el saber o la virtud.
  • Bien Deleitable (Fin en sí mismo): Es el bien que atrae por el placer o la satisfacción que produce una vez alcanzado. Se valora por la experiencia placentera que genera, como un alimento exquisito.
  • Bien Útil (Medio para otro bien): No vale por sí mismo, sino que es un medio para alcanzar otro bien, ya sea honesto o deleitable. Un ejemplo sería una operación dolorosa necesaria para recuperar la salud.

Es importante señalar que no en todo acto humano la persona obra pensando explícitamente en el fin último. A veces, la tendencia al fin último es solo virtual, es decir, sin una consideración consciente y directa en el momento presente (por ejemplo, estudiar pensando en aprobar un examen, lo cual a su vez se encadena a fines mayores).

El Fin Último de la Naturaleza Humana

El fin último de la naturaleza humana es aquel capaz de saciar toda la amplitud de su apetito. Desde una perspectiva teológica y filosófica, el fin último material del ser humano es el bien increado e infinito: Dios.

El ser humano posee dos potencias espirituales fundamentales: la inteligencia, abierta a la totalidad del ente, y la voluntad, abierta a la totalidad del bien. Estas potencias solo hallan su plenitud y satisfacción cuando captan y aman a Dios, quien es la perfección pura.

Un acto libre es moralmente bueno cuando tiende, como hacia un fin último objetivo o "material", hacia Dios. Los actos que tienden hacia otros bienes serán morales cuando tales bienes no sean elegidos como fines últimos en sí mismos, sino como intermediarios en el camino hacia Dios. Por el contrario, serán inmorales aquellos actos que tiendan, como hacia un fin último, a un bien finito y creado, elevándolo a la categoría de fin absoluto.

Actos Humanos y la Norma Moral

Otro camino para comprender la moralidad de los actos humanos es relacionarlos con la norma o regla moral. Así como el ente es lo primero que cae bajo el entendimiento de la razón especulativa, el bien es lo primero que cae bajo el entendimiento de la razón práctica, que actúa en conjunción con la voluntad.

De manera análoga al primer principio de la razón especulativa ("el ente no puede ser y no ser simultáneamente y bajo la misma relación"), el primer principio de la razón práctica es: "el bien debe hacerse y el mal debe evitarse".

Definición de "Bueno" y las Inclinaciones Naturales

Se considera bueno todo aquello hacia lo que los seres humanos tienen una inclinación natural no depravada. Estas inclinaciones son fundamentales para la ley natural y se clasifican en:

  • Primera Inclinación: La tendencia a conservar la propia existencia según la naturaleza específica del ser humano.
  • Segunda Inclinación: Compartida con los animales, se refiere a la unión de varón y mujer para la procreación y la conservación de la especie, siendo parte de la ley natural.
  • Tercera Inclinación: Dirigida hacia el bien que le conviene al ser humano según su naturaleza racional, como la búsqueda de la verdad, la vida en sociedad y la relación con lo divino.

Un acto psicológicamente libre será moralmente bueno si concuerda con estas inclinaciones naturales, y malo si las contradice.

Actos Humanos y los Valores Éticos

En el contexto de los actos humanos, el bien puede entenderse como el objeto propio y motivo de la voluntad. Dentro de esta concepción, distinguimos:

  • Fin: Aquello hacia lo que la voluntad tiende.
  • Valor: La cualidad intrínseca que posee un objeto y lo hace deseable o digno de aprecio.

Es crucial diferenciar entre ser y valor:

  • Ser: Aquello por lo cual el ente es ente y existente.
  • Valor: Aquello por lo cual lo bueno es bueno y perfectivo para el ser.

Condiciones para un Acto Moralmente Bueno

Para que un acto humano sea moralmente bueno, debe cumplir con ciertas condiciones que abarcan su objeto, sus circunstancias y su fin. La moralidad de los actos se estructura en dos niveles:

  • Moralidad Primaria: Determinada por el objeto formal del acto.
  • Moralidad Secundaria: Determinada por las circunstancias y el fin subjetivo del agente.

El Objeto Moral

El objeto moral es el objeto del acto en cuestión, considerado en relación con la ley o regla moral. Un acto se especifica por su objeto, y un acto moral se especifica por su objeto moral. Si el objeto es intrínsecamente malo (por ejemplo, el robo), el acto es malo, independientemente de las circunstancias o el fin.

Circunstancias y el Fin del Acto

La bondad moral del objeto no es suficiente para que un acto sea moralmente bueno en su totalidad. También deben considerarse:

  • Las Circunstancias: Pueden aumentar o disminuir la bondad o maldad de un acto, o incluso cambiar su especie moral. Por ejemplo, si al ayudar a un necesitado, se deja en la indigencia a la propia familia, el acto deja de ser moralmente bueno en su totalidad.
  • El Fin Subjetivo del Agente: La intención o el propósito por el cual se realiza el acto. Si un acto objetivamente bueno (como ayudar a un necesitado en las debidas circunstancias) se realiza con un fin subjetivo malo (por ejemplo, para satisfacer la vanidad o el orgullo), el acto en su conjunto pasa a ser moralmente malo.

El Acto Moralmente Bueno en su Totalidad

Para que un acto sea considerado moralmente bueno en su plenitud, es necesario que sean buenos el objeto, las circunstancias y el fin. "Bonum ex integra causa, malum ex quocumque defectu" (El bien procede de la causa íntegra, el mal de cualquier defecto).

Tipos de Leyes en la Moralidad

Las leyes juegan un papel crucial en la orientación de la conducta moral:

  • Ley Natural: Es aquella que nuestra inteligencia práctica capta en sus primeros principios y conclusiones inmediatas. Se refiere a las normas morales inscritas en la naturaleza humana, accesibles a la razón.
  • Ley Positiva: Es el resultado de una determinación humana de aquello que es indiferente para la ley natural, o una especificación de sus principios generales. Son las leyes promulgadas por la autoridad humana (ej. leyes civiles).
  • Ley Eterna: Es la razón de la sabiduría divina, en cuanto es directriz de todas las acciones y movimientos en el universo. Es la ley primordial de la cual derivan todas las demás leyes.

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