Fundamentos Eclesiológicos: Misterio, Misión y el Doble Compromiso de la Iglesia
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Fundamentación Eclesiológica: El Misterio de la Iglesia
La aceptación del misterio de la Iglesia como punto de partida de la eclesiología, aunque a primera vista parezca paradójico, abre grandes posibilidades de adquirir conocimientos y experiencias nuevas de la realidad de la Iglesia. De las reflexiones sobre la realidad mistérica de la Iglesia se desprende que el concepto de “misterio” aplicado a la Iglesia, a partir de las verdades de la fe en su sentido teológico auténtico, no es algo que se oponga a la razón humana, aunque solo podamos encontrar su sentido más profundo a la luz de la Revelación.
Partir en la eclesiología de la Iglesia-misterio presupone que la Iglesia es una realidad penetrada por la divina presencia y, por ello, siempre capaz de nuevas investigaciones. Investigaciones que no solo conducen a un conocimiento más perfecto de la Iglesia, sino a una vivencia más profunda del misterio, que penetra con mayor intensidad en el alma del creyente.
La Misión Esencial de la Iglesia: Evangelización y Promoción Humana
La misión esencial de la Iglesia es la evangelización. La buena nueva que la Iglesia tiene que anunciar al mundo es la proclamación de que en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece a todos los hombres la salvación: la participación en la plenitud de la vida divina como consecuencia del eterno designio del Padre de predestinar al hombre a una íntima unión con él.
Pero, dado que la instauración del Reino de Dios afecta a la vida concreta, personal y social del hombre, la misión evangelizadora de la Iglesia no se puede desentender de una restauración del orden temporal que suponga la liberación de toda injusticia y de toda alienación.
El Doble Cometido Según los Documentos Conciliares
En lo que se refiere a este doble cometido de la Iglesia (evangelización y promoción humana), tanto los documentos conciliares como posconciliares afirman:
- Que es cometido de toda la Iglesia trabajar para que el orden temporal se ajuste cada vez más al espíritu evangélico, porque el comprometerse en la desaparición de toda estructura social injusta es una exigencia del amor al prójimo que la Iglesia proclama.
- Que, ante la problemática que a veces surge al plantear estos dos cometidos de la Iglesia, no se pueden defender posiciones radicales que pongan de relieve de forma unilateral uno solo de estos dos cometidos, porque se desfigura la misión de la Iglesia.
La Iglesia y la Visión Cristiana del Mundo (GS)
Este planteamiento de la misión de la Iglesia está relacionado con una visión cristiana del mundo, que se nos revela, a través de la fe, desde la perspectiva de la Encarnación. De esta visión del mundo, expuesta en la Gaudium et Spes (GS) y en documentos posteriores, cabe destacar:
Puntos Clave de la Relación Iglesia-Mundo
- Optimismo y Pecado: El mundo, en su legítima autonomía, se ve con optimismo, pero sin olvidar que la actividad humana está viciada por el pecado. Por eso la Iglesia, iluminada por el evangelio de Cristo y ayudada por su gracia, puede contribuir a una actuación adecuada en el mismo esfuerzo de liberación.
- Función Profética y Reforma: La Iglesia se diferencia del mundo en tanto que conoce el amor de Dios a la humanidad en Jesucristo, pero también es mundo, tanto en sus aspectos positivos como negativos. Por ello tiene en el mundo una función de carácter profético en el sentido de crítica y esperanza, pero es también Ecclesia semper reformanda (Iglesia siempre reformándose), que se ha de mantener atenta a una activa conversión.
- Diálogo y Ayuda Mutua: La Iglesia está persuadida de que no solo puede ayudar a la humanidad, sino de que también ella puede recibir ayuda del mundo para un mejor cumplimiento de su cometido, lo que supone una llamada a un continuo diálogo entre ellos.