Fundamentos de la Democracia Ateniense: Sócrates, Pericles y la Revolución Sofista
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Sócrates y el Origen de la Democracia Ateniense
La igualdad de derechos y obligaciones originó el descubrimiento de la democracia. La polis de Atenas fue el lugar donde, por primera vez en la historia, existió este sistema político. La vida democrática ateniense adquirió un gran auge durante el gobierno de Pericles.
La Democracia Directa en el Período Clásico
La democracia ateniense era directa: todos los ciudadanos (las mujeres, los esclavos y los extranjeros no lo eran) tenían derecho a participar en el gobierno de la ciudad.
Este es el conocido como Período Clásico Griego, marcado por la victoria ateniense en las Guerras Médicas contra los persas, donde la razón, el conocimiento y las matemáticas (representadas por los griegos, o *andreia*) habían vencido a lo irracional (los persas).
En la Acrópolis de Atenas, lugar sagrado y consagrado a los dioses, se construyeron grandes templos para conmemorar este esplendor y se realizaron grandes celebraciones, como la procesión de las Panateneas.
El Poder de la Persuasión y la Oratoria
No se imponía la tesis del más rico, poderoso o influyente, sino la de aquel que era capaz de convencer a sus conciudadanos en la asamblea (*ecclesia*) y en los tribunales. Los ciudadanos necesitaban expresarse en público; por este motivo, el aprendizaje de la oratoria era una necesidad.
Los Sofistas: Maestros de la Retórica y la Subjetividad
Los sofistas surgieron en respuesta a las nuevas exigencias democráticas. Sus principios filosóficos fundamentales son:
Relativismo
Por el auge económico y el conocimiento de otros pueblos y leyes, sostienen que no existe ninguna verdad absoluta. El intercambio de ideas relativiza las costumbres y su validez permanente. No hay verdades ni leyes universalmente válidas, ni un conocimiento absoluto. Lo bueno, lo verdadero, lo justo y lo bello depende de quien conozca. Dan importancia a la cultura como aquello que diferencia al hombre del animal, junto a la justicia y la virtud política. (En general, sostienen que nada es absoluto).
Escepticismo
Ante tantas teorías sobre la naturaleza y sobre el hombre, si existe una verdad absoluta, es imposible conocerla. Se crea un ambiente de desconfianza y duda. La verdad depende del sujeto y no del objeto.
Convencionalismo
Las leyes son producto del acuerdo y convención humanos (*nomos*). Surge la pregunta: ¿Este *nomos* (normas convenidas) se funda en la *fisis* (normas de la naturaleza humana ajenas al acuerdo humano)?
Ideal de Educación: El Enfoque Utilitarista
La educación anterior, basada en ideales aristocráticos presentados por Homero y Hesíodo, ya no servía para las exigencias democráticas fundadas en la convencionalidad entre ciudadanos. Los sofistas, para enseñar, parten de los principios del placer y del dominio del más fuerte, propios de la naturaleza humana y animal. Buscan lo agradable y placentero. Su enfoque es utilitarista.
Es una nueva educación fundada en la competitividad, el éxito individual y la rivalidad, por lo que es antisocial al buscar ese interés propio a través del dominio del lenguaje. El lenguaje es un instrumento manipulador para lograr el éxito político.
La Enseñanza Sofista y la Subjetividad
Los sofistas enseñan el arte de la retórica (el buen hablar) y la erística (la disputa) para convencer, aunque no se posea la verdad, utilizando argumentos falsos o dobles. Se cae en la subjetividad, que cambia el contenido de la verdad por la forma de la verdad.
Su educación era conservadora, apoyada en la tradición y la autoridad, y religiosamente agnóstica, pues consideraban que los dioses eran incognoscibles por los sentidos. Por último, los sofistas ejercieron como profesionales del saber, cobrando un sueldo por sus enseñanzas.