Fundamentos del Conocimiento y la Ética en la Filosofía de René Descartes
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El Método Cartesiano: Intuición, Deducción y las Cuatro Reglas
Intuición y Deducción: Las Operaciones Fundamentales de la Razón
La razón conoce gracias a dos operaciones fundamentales: la intuición y la deducción.
Descartes define la intuición como una luz o instinto natural que permite conocer un concepto con total claridad y distinción, con absoluta certeza. La deducción, por su parte, consiste en la cadena de conexiones necesarias que se establece a partir de conceptos que conocemos con certeza, es decir, a partir de intuiciones.
El método consistirá, pues, en una serie de reglas que garanticen el empleo correcto de estas dos operaciones de la mente.
Las Cuatro Reglas del Método
Evidencia
No caer en la precipitación y admitir únicamente como verdadero aquello que se presente a nuestra razón como evidente. La claridad y la distinción son las características de la evidencia. Una idea es clara cuando la mente la percibe sin obstáculos, y es distinta cuando la percibe separada de cualquier otra idea. Solo la intuición puede proporcionar certezas de este tipo.
Análisis
Dividir cada una de las dificultades que se han de examinar en el mayor número de partes posibles y necesarias para resolverlas mejor, es decir, descomponer los conocimientos hasta llegar a los elementos más simples, de manera que podamos llegar a percepciones claras, a intuiciones.
Síntesis
A partir de las ideas simples y evidentes percibidas por intuición, empezar un proceso de deducción mediante una cadena de intuiciones, hasta llegar a reconstruir lo más complejo.
Enumeración
Revisar y comprobar todo el proceso de análisis y síntesis.
La Libertad Humana y el Dominio de las Pasiones
El Yo como Sustancia Pensante y la Libertad
El universo cartesiano es, como se ha visto, mecanicista, y la única manera que tiene Descartes de salvar la libertad humana es separando la sustancia pensante del resto de la naturaleza: el ser humano es libre porque tiene alma, y es el alma lo que define al ser humano. En la naturaleza mecanicista de Descartes no hay, en cambio, libertad: todo sucede por necesidad, lo que significa que no puede suceder de otro modo.
El yo como sustancia pensante posee para Descartes dos facultades: el entendimiento o razón y la voluntad o facultad de querer. La libertad es una idea clave en la filosofía cartesiana: la conciencia de la libertad es una idea innata, una de las primeras certezas del hombre y su mayor perfección, y es precisamente porque el hombre es libre por lo que puede dudar y por lo que puede hacerse dueño de la naturaleza, que es, en definitiva, el objeto del conocimiento.
Voluntad, Razón y el Origen del Error
La libertad no consiste en la indiferencia ante la decisión, sino en elegir lo que la razón propone como bueno y verdadero. El error se produce precisamente cuando la voluntad acepta sin tener evidencia suficiente, cuando va más allá de los límites del entendimiento. Ahora bien, este sometimiento de la voluntad a la razón puede verse perturbado por la influencia de las pasiones.
Definición y Control de las Pasiones
Para Descartes, las pasiones son emociones que afectan al alma, pero que tienen su origen en los “espíritus vitales”, una especie de fuerzas mecánicas que circulan por la sangre y que transmiten a la glándula pineal los mensajes del cuerpo. Las pasiones son involuntarias, escapan al control del alma. Descartes considera que las pasiones hay que ordenarlas, no eliminarlas, y este ideal del autodominio confirma la influencia del estoicismo.