La Fundación de Buero Vallejo: Realidad, Ficción y Lucha por la Libertad
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La Fundación (1974), Buero Vallejo
La Fundación (1974) fue la última obra de Buero Vallejo estrenada durante el régimen de Franco. En la obra hay bastantes elementos autobiográficos, dado que Buero militó durante un tiempo, al acabar la Guerra Civil, en el Partido Comunista; estuvo encarcelado desde 1939 a 1946, e incluso condenado a muerte. Pertenece a la tercera etapa de la producción del autor y está considerada una de sus grandes creaciones. La obra se presenta como una fábula en dos partes y, como si de una fábula se tratara, plantea al espectador el eterno problema de la realidad y la ficción, ficción producida por el rechazo del mundo, en este caso a través del trastorno mental de uno de los personajes.
Argumento y Temas
Argumento
El argumento de la obra es, en síntesis, el siguiente: desde que se levanta el telón creemos estar ante una serie de investigadores becados por una fundación que les permite trabajar en distintos ámbitos. En este escenario se mueve Tomás, personaje de la mano del cual avanzaremos hasta conocer la realidad.
La fundación no existe como tal fuera de la mente de Tomás, que ha construido una realidad paralela para evadirse de la triste realidad: él y sus compañeros (Asel, Lino, Max y Tulio) se encuentran en una cárcel por motivos políticos (fue detenido mientras repartía propaganda y delató a los miembros de su organización cuando lo torturaban). Con la ayuda de sus compañeros y un poco de sobrealimentación consigue recuperar la cordura y asumir la situación que le rodea. Asimismo, conocemos el plan de fuga que traman entre unos cuantos presos, plan que se verá abocado al fracaso por culpa de la delación de uno de los compañeros de celda, Max. Uno de los personajes será fusilado a lo largo de la obra, otro de ellos se suicidará para no delatar, bajo presión, el plan de fuga de sus compañeros, el delator será empujado escaleras abajo... Con todo, el final abierto de la obra deja una puerta a la esperanza: unos guardias vienen a llevarse a los dos compañeros que quedan y no sabemos si los conducirán a la celda de castigo —donde quizás puedan llevar a cabo el plan de fuga— o si, por el contrario, los llevarán ante el pelotón de fusilamiento. Sin embargo, muchos aspectos del argumento son casi desconocidos para el público hasta muy cerca del final.
Temas
La obra pretende que el público medite sobre la libertad y la esclavitud: sobre la opresión que los regímenes totalitarios ejercen en los individuos que no se pliegan a sus estrictos códigos de comportamiento. La obra queda así emparentada con En la red, de Alfonso Sastre, al denunciar la brutalidad de prácticas como la tortura, la delación, la represión ideológica y la pena de muerte.
Relacionados con el ámbito político, de plena actualidad en el momento del estreno (1974: dictadura franquista, pena de muerte, asesinato de Carrero Blanco...)
1. La lucha por la libertad
Al final de la obra se llega a la conclusión de que el ser humano es un prisionero (como el ratón de Berta), encerrado en una sociedad engañosa, con apariencia de mundo feliz (igual que la fundación imaginada por Tomás). Tomás (ya cuerdo) y Asel debaten si merece la pena luchar por la libertad, arriesgarse a intentar la fuga, siguiendo un plan laborioso y con pocas posibilidades de éxito, diseñado por el propio Asel (excavar un túnel desde las celdas de castigo).
a. Tomás, al principio, huye de la lucha; ya consciente de la realidad, sigue mostrándose reacio al plan de Asel, pero, finalmente, los argumentos, y sobre todo, la muerte de Asel lo obligan a actuar.
b. Asel, en cambio, es partidario de luchar siempre y convence a Tomás.
2. La crítica frente a la violencia
Tomás y sus compañeros son víctimas de la violencia en sus distintas manifestaciones: la tortura, el hambre y las matanzas.
a. La tortura resulta insufrible para cualquiera. Para escaparse de ella solo existen dos vías: delatar a los compañeros, como hizo Tomás, o suicidarse, la opción de Asel. Todos los presos saben lo irresistible que resulta el dolor y por eso perdonan al traidor, e incluso lo ayudan a recuperarse de su demencia, producto del trauma causado por sus remordimientos. Por otra parte, el suicidio de Asel no se considera un acto de cobardía, sino un sacrificio altruista.
b. El hambre no solo ha causado la muerte por inanición de uno de los presos, sino que ha dado lugar a situaciones indignas por parte de sus hambrientos compañeros: no dan parte de la muerte para apropiarse, durante unos días, del rancho del cadáver.
c. Los crímenes. Prueba de que la violencia solo engendra violencia la tenemos en el asesinato de Max a manos de su compañero Lino: los propios presos, víctimas de la violencia, se convierten así en verdugos. Sin embargo, a pesar de que Max es el culpable de la muerte de Asel, pues había pasado información a los guardias, Tomás condena el crimen de Lino.
3. La crítica frente a la pena de muerte
Las situaciones planteadas en La Fundación (la angustia de la espera, los planes de fuga, los conflictos entre compañeros, ocultar la muerte de uno para apropiarse de su comida...) fueron vividas por Buero Vallejo en primera persona, ya que estuvo condenado a muerte al terminar la Guerra Civil. Finalmente, tras haberle conmutado la pena por cadena perpetua, fue excarcelado en 1946.
Temas de interés ético, relacionados con el sentido de la existencia humana
Los motivos que articulan la obra son el contraste entre:
- Locura / cordura
- Ficción / realidad
- Mentira / verdad
1. Contraste entre locura y cordura
La locura de Tomás es muy parecida a la de Don Quijote, consiste en transformar la realidad que no le gusta para crear un mundo idílico. Así pues:
a. La cárcel se convierte en una fundación dedicada a la investigación y la celda se transforma en una confortable habitación, con vistas al campo, electrodomésticos (nevera, televisión, teléfono), muebles de maderas nobles (estanterías, cinco sillones...) y delicado menaje.
b. A sus compañeros, los presos políticos, les cambia la profesión para adaptarlos a su papel de investigadores de la Fundación: el ingeniero Asel pasa a ser médico, el tornero Lino a ingeniero, el contable Max a matemático. Únicamente el protagonista y Tulio conservan sus verdaderas profesiones: escritor y fotógrafo, respectivamente.
c. Los carceleros actúan y visten, en la mente de Tomás, como complacientes camareros.
d. Llega, incluso, a crear a una novia ideal. La Berta de Tomás es, como la Dulcinea de Don Quijote, un producto de la imaginación del protagonista (por eso les corresponde a ambos el mismo número de identificación: el 72).
2. Contraste entre la ficción y la realidad
El simbolismo, tanto de los hologramas, como de la Fundación o los ratones, sugiere que la diferencia entre la ficción y realidad es más leve de lo que parece a simple vista.
a. Los hologramas son imágenes proyectadas en el aire. Tulio, el escéptico del grupo y experto en hologramas, reconoce que los hologramas se confunden fácilmente con la realidad (él mismo llegó a perseguir un holograma pensando que era su novia).
b. La Fundación representa a la sociedad actual, donde el ser humano vive tan engañado como Tomás en su Fundación. Vivimos en un mundo engañoso que pretende ocultarnos la cara trágica de la vida: la muerte, el hambre, las injusticias... Nuestra sociedad consumista es una cárcel con apariencia de mundo feliz.
c. El ratón de Berta, Tomás, representa al propio Tomás y al ser humano en general: un prisionero cuyo destino es la muerte.
3. Contraste entre mentira y verdad
Ante la locura de Tomás, Asel y Tulio mantienen posturas contrastadas.
a. Asel defiende la postura de seguirle la corriente al loco para no causarle más sufrimiento. Piensa que se irá curando lentamente al mejorar su condición física (con la ración extra de comida) y al ir descubriendo, por sí mismo, la verdad. Así pues, siguiendo las instrucciones de Asel, todos los presos mienten
b. Tulio, en cambio, es partidario de decir siempre la verdad aunque ésta resulte dolorosa. Acepta a regañadientes el plan de Asel, pero no le gusta actuar; por eso se muestra tan antipático con el protagonista en los primeros dialogos.