Funciones Sociales de la Escuela y su Impacto en la Sociedad

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La escuela desempeña un papel fundamental en la sociedad, cumpliendo diversas funciones que van más allá de la mera transmisión de conocimientos. Estas funciones se pueden clasificar en las siguientes categorías:

  1. Transmisión cultural y socialización de las nuevas generaciones, en relación con la cultura y la cohesión social.
  2. Formación ciudadana y legitimación, respecto al estado o subsistema político.
  3. Formación y selección para el trabajo en lo referente a la economía.
  4. Movilidad social en relación con el sistema de estratificación social.
  5. Custodia de la infancia y de la juventud, en relación con la familia.

Existen otras funciones al margen de estas, como por ejemplo:

  • Mitigar u ocultar el desempleo, retrasando la incorporación de los jóvenes a la vida activa.
  • Conformar una conciencia nacional, especialmente observable en países del tercer mundo que han accedido recientemente a la independencia política. En estos contextos, la educación puede servir para formar cuadros directivos y mano de obra necesaria para el desarrollo económico (aunque este planteamiento, como se ha visto al analizar las teorías de desarrollo económico, responde más a un deseo que a una realidad).
  • El adoctrinamiento (religioso), ya que es difícil saber qué habría sido de algunos poderes sin la escuela como medio de transmisión de su ideología.

1. La Preparación al Trabajo

Para los funcionalistas, la innovación tecnológica complejiza los puestos de trabajo, por lo que los trabajadores necesitan una formación cada vez más elevada, la cual es facilitada por la escuela.

La Teoría del capital humano considera que la educación es una inversión personal, y que las oportunidades e ingresos dependen de la productividad en el trabajo. Esta, a su vez, depende de la capacidad de trabajar y la inversión específica realizada en uno mismo. Ambas posturas asumen que la escuela es el mejor instrumento para garantizar la igualdad de oportunidades. La educación favorece la movilidad social. Sin embargo, estas interpretaciones han sido cuestionadas por la mayoría de los sociólogos de la educación, quienes destacan cuatro objeciones fundamentales al planteamiento funcionalista:

  1. La innovación tecnológica no necesariamente conduce a tareas más complejas. La tendencia predominante en este siglo es la simplificación de los puestos de trabajo.
  2. La mayoría de las personas desempeñan trabajos que poco o nada tienen que ver con los conocimientos específicos adquiridos en la escuela, y solo algo más con su formación general. El aprendizaje se realiza mediante procesos de formación ad hoc.
  3. La escolarización es corta y la vida laboral larga. La escuela no puede prever las necesidades específicas del trabajo a lo largo de la vida activa. Además, la escuela es uniforme y el trabajo diverso, lo que impide a la escuela reproducir las condiciones para la amplia gama de aprendizajes especializados que requieren los diversos trabajos.
  4. La asociación entre nivel de estudios e ingresos u oportunidades de vida se diluye al controlar la influencia de variables como el origen social o el azar.

2. Teoría de la Correspondencia

Un segundo enfoque es la Teoría de la correspondencia de Bowles y Gintis (1985), enmarcada en las Teorías de la Reproducción. Su tesis central es que la escuela se vincula al mundo del trabajo a través del aprendizaje no cognitivo. Esta interpretación se basa en:

  • El isomorfismo entre las relaciones de producción (autoridad, jerarquía, división de tareas y patrones de comportamiento en el trabajo) y las relaciones sociales de la educación.
  • La asimilabilidad de las relaciones sociales en los diversos niveles y sectores de la estructura ocupacional y los niveles y ramas de la escuela.
  • La importancia de los rasgos no cognitivos en la determinación del éxito o el fracaso, la selección y la orientación escolar.

Bowles y Gintis apuntan cinco correspondencias básicas entre el currículum escolar y la organización de la producción en la economía capitalista:

  1. La jerarquía entre profesores y alumnos se corresponde con la jerarquía de autoridad en el lugar de trabajo.
  2. La falta de control de los alumnos sobre su trabajo se corresponde con la alienación de los trabajadores.
  3. El sistema de calificaciones escolares (búsqueda de la calificación antes que del conocimiento) se corresponde con la satisfacción extrínseca de los trabajadores bajo el capitalismo (trabajan por el salario, no por la satisfacción del trabajo).
  4. La organización interna de horarios, cursos, etapas y ciclos escolares se corresponde con la producción de hábitos y rasgos de personalidad para ocupar las diversas posiciones en la división social del trabajo.
  5. Los diferentes niveles educativos se corresponden con los niveles de la estructura laboral.

3. La Formación de Ciudadanos

El Estado y las instituciones políticas son una parte preeminente de la vida social. La escuela cumple una función política al formar ciudadanos.

La formación de ciudadanos se realiza a través de:

  • Transmisión cultural directa: a través de los contenidos de las áreas humanísticas y sociales, y de asignaturas específicas.

  • Transmisión cultural indirecta: mediante el currículum oculto, que incluye la celebración de efemérides nacionales, actos festivos y la presencia de símbolos representativos del estado en el centro y el aula (bandera, retratos del Jefe del Estado).

Actualmente, se introducen funciones educativas prácticas, como la educación vial, la educación para la salud y campañas de información contra las drogas o de prevención de enfermedades como el SIDA. Estas funciones ganan cada vez más espacio en el aula. Su funcionalidad se puede ver en un doble sentido:

  • Manifiesto: favorecer un crecimiento equilibrado y una comunicación social más libre, al formar una conciencia ciudadana en ámbitos como la ecología, la sexualidad o la higiene.
  • Latente: divulgar campañas de apoyo a políticas gubernamentales y difundir técnicas de vigilancia y control social de prácticas de riesgo.

La formación del ciudadano va más allá de la transmisión de mensajes. La mera pertenencia a la institución escolar también forma ciudadanos. En ella, niños y jóvenes son tratados como integrantes de colectivos, pasando de roles particularistas a roles universalistas. La escuela gestiona colectivos más que individuos, y los alumnos aprenden a comportarse como miembros de esos colectivos.

Sin embargo, la participación escolar difiere de la política. Mientras los ciudadanos tienen igual derecho al voto o a la representación, los órganos de participación escolar discriminan a los alumnos al garantizar la mayoría a los profesores y otorgar representación a los padres incluso en edades en las que se les reconoce como adultos en otras esferas.

Mariano Fernández Enguita (1992) señala que en la escuela se produce el “aprendizaje del desdoblamiento”. La sociedad se compone de dos esferas:

  • Política: todas las personas tienen los mismos derechos.
  • Económica: priman los derechos de la propiedad. Para la mayoría, los derechos están desigualmente repartidos, y los empleadores monopolizan la capacidad de decidir.

4. La Integración en Otras Instituciones: El Patriarcado y el Consumo

4.1. El Patriarcado

El patriarcado, como modelo dominante de organización familiar, se basa en la primacía de los varones sobre las mujeres y la autoridad de los adultos sobre los no adultos. Sus valores y prácticas se extienden más allá de la estructura familiar.

La escuela se basa en tres líneas de autoridad:

  • El profesor representa a la sociedad, al grupo adulto y al saber.
  • El alumno ocupa el lugar del individuo, del no adulto y del que no sabe.
  • Como representante de la sociedad, el profesor presenta exigencias al alumno.
  • Como representante del saber, determina qué debe ser aprendido y cómo.
  • Como adulto, se siente legitimado para controlar la conducta de niños y jóvenes.

4.2. El Consumo

En una sociedad donde el trabajo resulta poco gratificante, la búsqueda de satisfacciones se traslada al consumo. El consumo transciende sus funciones primigenias (satisfacer necesidades) para configurarse como:

  • Un campo de libertad alternativo: a diferencia del trabajo, el consumo permite elegir y cambiar.
  • Fuente de identidad personal: ofrece posibilidades más gratificantes, permitiendo mostrar lo que creemos ser, aparentar lo que no somos y ocultar lo que somos.
  • Un espacio de igualdad: aunque ilusoria, en el consumo podemos borrar diferencias, al menos ocasionalmente.
  • Un elemento de distinción: permite diferenciarse de los que están por debajo y compararse con los que están por encima.

5. Igualdad de Oportunidades y Movilidad Social

La extensión y generalización de la educación han sido consideradas clave para la igualdad social. Programas y medidas se concretan en:

  • Extensión, generalización y gratuidad progresivas de la educación obligatoria.
  • Políticas de becas para evitar que los “costes de oportunidad” impidan continuar estudios post-obligatorios.
  • Políticas de educación compensatoria para compensar déficits sociales en el acceso a la enseñanza.

Sin embargo, la educación también contribuye a la desigualdad social:

  1. A nivel general, las teorías de la reproducción señalan su contribución a reproducir la estructura social mediante la reproducción de la cultura y las condiciones sociales de producción.
  2. A nivel institucional, el sistema educativo dispone de mecanismos de distinción social a través de la escolarización:
    • Horizontal: doble red pública/privada, donde la privada aporta mayor capital cultural y una educación más acorde a las empresas; redes paralelas post-obligatorias de desigual valor (FP y BUP en España).
    • Vertical: mayor escolarización para distinguir a quienes pueden permitirse esa continuidad mediante títulos más escasos y cotizados (másteres, doctorados, etc.).

Fundamentos Sociales del Currículum

6. Teoría de la Reproducción Social

Según Althusser (1974), para que el sistema económico capitalista se reproduzca, es necesario reproducir las condiciones materiales y la mano de obra. El estado capitalista somete al obrero a través de:

  1. El Aparato Represivo del Estado (A.R.E.): violencia institucional ejercida por el ejército, la policía o las prisiones.
  2. El Aparato Ideológico del Estado (A.I.E.): funciona mediante la ideología, la sugestión y, secundariamente, la represión. La ideología dominante unifica a los individuos como sujetos.

El aparato escolar es el AIE dominante en las sociedades capitalistas, contribuyendo a la reproducción de la sumisión y la obediencia al someter a los individuos a la ideología dominante y favorecer la aceptación del orden existente.

El currículum es la conversión de la ideología dominante en contenidos escolares que actúan para que cada sector de la población esté provisto de la ideología adecuada a su función en la sociedad de clases (Althusser, 1974: 136).

7. Teoría de la Reproducción Cultural

7.1. La Reproducción Cultural de Bourdieu

La idea central es que el sistema dispone de los medios institucionales para producir un habitus que reproduce la arbitrariedad cultural dominante y las contradicciones objetivas de la inculcación del arbitrario cultural o currículum. El sistema escolar inculca el arbitrario cultural correspondiente al habitus de la clase dominante a través de mecanismos como el trabajo pedagógico y la violencia simbólica. Se transmite un capital cultural equivalente al capital genético en biología.

El arbitrario cultural designa la arbitrariedad de toda cultura, su carácter relativo, no universal ni único. Bourdieu entiende por cultura un conjunto de sistemas de hábitos, modos de vivir y ser, esquemas de apreciación y acción considerados legítimos en una formación social determinada.

El habitus es la interiorización de los principios de un arbitrario cultural que posibilita la reproducción. Se define como un sistema de disposiciones durables y transferibles que integran experiencias pasadas y funcionan como matriz estructurante de percepciones, apreciaciones y acciones (Bourdieu y Passeron, 1997). La práctica es reflejo de las condiciones de existencia del agente. Dada la identidad de condiciones de existencia para ciertos grupos, se producen sistemas de disposiciones semejantes, logrando homogeneidad de los habitus y armonización objetiva de prácticas y obras. Estas se dotan de regularidad y objetividad, definiendo su racionalidad específica y siendo vividas como evidentes. Las disposiciones trascienden intenciones subjetivas y proyectos comunes.

7.2. La Reproducción Cultural de Bernstein

El punto de partida de Bernstein se resume en:

  1. El niño interioriza la estructura social al empezar a hablar.
  2. El lenguaje influye en la organización del pensamiento y los sentimientos. El tipo de estructura lingüística induce a una forma particular de estructuración cognitiva y afectiva.

Bernstein señala dos tipos de organización del lenguaje:

  1. Lenguaje formal o público: elaborado, con frases y sintaxis complejas, mayor riqueza de vocabulario, sensibilidad a distinciones y semejanzas.
  2. Lenguaje común: restringido, descriptivo, menos analítico, priman aspectos personales y no lógicos.

Bernstein recalca la imbricación del lenguaje con la estructura social a través del concepto de código lingüístico: conjunto de características gramaticales que se corresponden con una forma de comprender la realidad y relacionarse con ella.

Existen dos tipos de códigos lingüísticos:

  1. Código restringido: sintaxis imperfecta, significaciones particularistas, menor expresión simbólica y razonamiento abstracto. Propio de la clase obrera, conduce al fracaso escolar.
  2. Código elaborado: sintaxis compleja, mayor desarrollo del pensamiento lógico formal, favorece clasificaciones, generalizaciones, distinciones y semejanzas. Propio de las clases medias, conduce al éxito escolar.

7.2.1. Los Tipos de Interacción

Durante una clase, alumnos y profesor ajustan su conducta y se posicionan ante diversas situaciones, definidas como interacciones. Estas tienen lugar entre toda la clase o entre un número reducido de miembros. Las interacciones en el aula se llevan a cabo entre:

a) El profesor y los alumnos: el profesor se dirige a la clase para mantener la disciplina o explicar individual, grupal o generalmente.

b) Los alumnos y el profesor: preguntas durante la clase, peticiones de intervenir, ir al baño, aclarar aspectos de la explicación o interpelaciones para un mejor dictado de apuntes.

c) Los alumnos entre sí: pasarse mensajes, pedir ayuda, copiar en un examen, burlas para pasar el rato. Cada alumno interactúa con sus compañeros durante gran parte de cada unidad didáctica.

La reducción a tres grupos no implica que las interacciones sucedan siempre entre los mismos agentes o dentro de un grupo de amigos.

El estudio de las interacciones debe realizarse dentro de un marco teórico, ya que la interacción no es un fin en sí mismo, sino un instrumento de descripción y tipificación de relaciones sociales en el aula y de análisis de la construcción social del conocimiento.

7.2.2. El Efecto Pigmalión

En los años 60, Rosenthal y Jacobson mostraron en Pigmalión en clase (ver Gras, 1980) cómo las expectativas del profesorado de clase media sobre el alumnado de clase obrera inciden en su rendimiento escolar. La idea central era la profecía autocumplida. Los resultados mostraron que los alumnos de quienes se esperaban grandes progresos, los tuvieron. Destacaron la importancia de la estima y valoración positiva del profesorado para el desarrollo intelectual del alumnado. La explicación del efecto Pigmalión descansaría en la interacción profesor-alumno, donde el primero transmite expectativas favorables mediante expresiones, lenguaje corporal y actitudes positivas. Aunque estudios posteriores no repitieron convincentemente los resultados, estos quedaron como modelo de las expectativas del profesorado sobre el rendimiento del alumnado. El diferente origen de clase de profesores y alumnos en el estudio de Rosenthal y Jacobson ayuda a entender mejor esto, al menos con alumnos de clase obrera.

7.2.3. La Teoría del Etiquetado

El etiquetado de alumnos es otra intervención sociológica del profesorado en la relación educativa. Howard S. Becker la desarrolla al afirmar que la definición de individuos o grupos como “desviados” tiene consecuencias imprevistas en su conducta. Rist (1990) traslada la teoría del etiquetado de la Sociología de la Desviación a la de la Educación.

La teoría del etiquetado señala que la desviación surge de la interacción entre etiquetador y etiquetado, y es un proceso social en torno a tres elementos:

  1. La comisión de una acción por el etiquetado.
  2. La interpretación de dicha acción como desviada por el etiquetador, que define al otro como desviado y le da el tratamiento adecuado.
  3. La reacción del etiquetado ante la etiqueta que se le adjudica.

La conducta desviada no es una simple transgresión de una norma, sino la respuesta de los otros a dicha acción, produciendo un efecto permanente de etiquetado que amplía la desviación.

La teoría del etiquetaje permite conocer el tipo de alumnos que los profesores consideran proclives al éxito o al fracaso, y las reacciones de los profesores ante distintos alumnos en función de sus expectativas.

Hargreaves (1976) señala que los factores que influyen en la aceptación de una etiqueta por parte de los alumnos son:

  1. La frecuencia del etiquetado.
  2. El valor que se le conceda al profesor que lo realiza.
  3. El apoyo recibido por otros profesores.
  4. El carácter público del etiquetado.

Llamar a un alumno charlatán una o dos veces no lo etiqueta como tal. Se requiere reiteración por un profesor significativo o varios, en situaciones relevantes y públicas, para consolidar la etiqueta.

La sala de profesores tiene un papel primordial en el establecimiento y difusión del consenso sobre la etiqueta de un alumno.

No toda acción etiquetada como desviada conlleva un proceso en esa dirección; también puede servir como elemento disuasorio y normalizador. Pero etiquetar supone un estigma, ya que se desacredita, degrada y rechaza públicamente al etiquetado.

7.2.4. La Diferenciación y la Polarización

Una tercera modalidad de intervención del profesor en la relación educativa es el proceso de diferenciación. En cada promoción se producen dos procesos de agrupamiento: diferenciación y polarización.

La diferenciación es la separación y ordenación de alumnos por sus profesores mediante criterios que constituyen el sistema de valores normativos y académicamente orientados de la instrucción escolar. Las escalas utilizadas son académica y actitudinal. La conducta y el comportamiento en clase afectan a los valores académicos, por la predisposición favorable del profesor hacia alumnos que se portan bien y trabajan, y por la predisposición del alumno a aceptar el sistema de valores escolares. La diferenciación se produce gradualmente: primero se identifican los mejores y peores alumnos, y luego los intermedios.

La polarización es el resultado de la diferenciación. Los alumnos se agrupan en torno a alternativas subculturales que se oponen a la cultura dominante en la escuela, originando grupos y subculturas antiescuela.

8. El Concepto Funcionalista de Profesión

El término profesión tiene una carga social que implica pertenecer a un sector privilegiado. El título profesión supone una demanda de posición y reconocimiento social (Elliot, 1975:17).

Las características que los funcionalistas requieren para que una ocupación sea considerada profesión son:

  1. Ser una actividad orientada a prestar servicios a clientes y sociedad, cubriendo necesidades vitales o básicas.
  2. Elegirse por razones altruistas, vocación o llamada, antes que por motivos económicos.
  3. Ser la actividad principal del facultativo, a tiempo completo y con gestión autónoma. Se basa en la licencia de un saber sistemático y especializado, transmitido por miembros de la profesión y adquirido en una institución ad hoc universitaria durante un periodo largo, regulada por códigos de ética, realizada con autonomía y libre de control del cliente, con quien mantiene una relación de dominación.
  4. Los miembros se dotan de una organización corporativa que regula aspectos jurídicos, políticos, económicos y fiscales del colectivo, interviene en las normas de formación y acceso a la profesión, y los protege del control extremo.
  5. El colectivo posee una subcultura profesional con ideología, terminología y prácticas comunes. La ideología sirve de mecanismo de defensa y justificación de intereses del grupo.
  6. La ocupación goza de prestigio social elevado y reconocimiento legal de dicho estatus, a través del mandato para el ejercicio profesional y la consideración de sus organizaciones como corporaciones de derecho público.

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