Fueros Vascos y Navarros: Evolución y Abolición (1833-1876)
Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia
Escrito el en
español con un tamaño de 3,18 KB
Contexto Histórico de los Fueros Vascos y Navarros (1833-1876)
Los Fueros eran estatutos jurídicos que otorgaban privilegios a las localidades donde se aplicaban. Estos privilegios incluían instituciones propias, hidalguía universal, elección de aduanas, exención del servicio militar obligatorio y una menor carga fiscal.
Los Fueros Durante la Primera Guerra Carlista (1833-1839)
Tras la muerte de Fernando VII en 1833, se inició en España la Primera Guerra Carlista. Durante este conflicto, los fueros cobraron gran importancia, siendo utilizados por los carlistas bajo el lema “Dios, Patria, Rey y Fueros” como elemento de movilización social. Esta guerra tuvo como escenarios principales el País Vasco y Navarra, finalizando en 1839 con la derrota carlista tras la firma del Convenio de Vergara. En este convenio, Espartero propuso a las Cortes la modificación de los Fueros.
La Ley de 25 de Octubre de 1839 y sus Consecuencias
Las Cortes aprobaron la Ley de 25 de octubre de 1839, que confirmaba los fueros dentro de la monarquía constitucional, pero establecía reformas para adaptarlos al nuevo régimen liberal. Se restablecieron las Juntas Generales y se crearon dos diputaciones: la Provincial y la Foral. Esta ley generó controversia: algunos la interpretaron como la abolición del régimen foral tradicional, mientras que otros vieron la continuidad de los fueros dentro del estado liberal.
La Ley Paccionada de Navarra (1841)
En Navarra, la reforma se materializó en 1841 con la aprobación de la Ley Paccionada. Esta ley supuso la desaparición del antiguo reino y su conversión en provincia. Sin embargo, permitió una nueva foralidad, respaldada por una fuerte diputación provincial y un convenio económico con el Estado muy beneficioso para Navarra. Esto proporcionó estabilidad institucional y evitó un "problema navarro".
La Situación en el País Vasco y el Decreto de Espartero
La ausencia de un arreglo foral similar para el País Vasco provocó la sublevación de sus diputaciones contra Espartero. Como represalia, Espartero aprobó un decreto derogando sus fueros ese mismo año. Las instituciones forales vascas no se restauraron hasta 1843, con la llegada al poder del general liberal moderado Narváez, quien aprobó un decreto restableciéndolas. Se mantuvieron hasta el final de la última guerra carlista en 1876.
El Fuerismo y el Reinado de Isabel II (1843)
En 1843, con el inicio del reinado de Isabel II, surgió el fuerismo, un movimiento político y cultural vinculado al liberalismo moderado. Este movimiento mantenía buenas relaciones con los moderados en el gobierno, lo que facilitó la supervivencia de los fueros en el Estado Liberal Centralista.
La Tercera Guerra Carlista y la Abolición de los Fueros (1876)
La tercera y última guerra carlista también tuvo gran presencia en las provincias Vascongadas y Navarra. Durante este periodo, la cuestión foral quedó subordinada a la cuestión religiosa. Al finalizar la guerra, Cánovas del Castillo promovió un debate sobre la supresión de los fueros, que culminó con la aprobación de la ley derogatoria del 21 de julio de 1876.