Fuentes y Factores del Estudio de la Población en España
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1. Fuentes para el Estudio de la Población
CENSOS: Los censos son recuentos sistemáticos y periódicos de la población de un país. En España, el primer censo data de 1857, corregido en 1860, y desde entonces, con algunas variaciones e interrupciones, se realizan cada 10 años. Proporcionan información sobre el número de habitantes, su distribución, la estructura por sexo y edad, así como por nivel económico y cultural.
PADRONES MUNICIPALES: Son listados de la población de los municipios. Se realizan desde el mismo año que los censos. Proporcionan información más limitada, pero se realizan en intervalos más cortos (5 años) y, en los últimos tiempos, al informatizarse, se actualizan constantemente. Proporcionan, entre otros, datos valiosos sobre los movimientos migratorios.
REGISTROS PARROQUIALES: Funcionan desde el siglo XV y se generalizan con el Concilio de Trento. Son la fuente de información más importante para la demografía anterior al siglo XIX, aunque tienen eivas y defectos. Proporcionan datos sobre nacimientos, defunciones y estado civil de la población católica.
REGISTROS CIVILES: Funcionan desde 1871 y proporcionan datos sobre el movimiento natural de la población, estado civil y fecundidad, aunque tienen defectos estadísticos (sobrerrepresentación de las ciudades frente al campo, debido a los nacimientos y muertes en hospitales urbanos). Otras fuentes son los anuarios estadísticos y las encuestas, realizadas por instituciones públicas o privadas. Algunas de ellas pueden ser la Encuesta de Población Activa (EPA, realizada cada tres meses, que ofrece datos sobre la estructura económica de la población), o los estudios sobre distribución de la renta que realizan algunas entidades bancarias (como el BBVA).
2. Movimiento Natural de la Población
El movimiento natural es la variación del número de habitantes en función de las diferencias entre nacimientos y defunciones.
2.1. Natalidad
La natalidad es el valor que cuenta el número de nacimientos que se producen en un determinado territorio.
- Taxa bruta de Natalidad: Mide el número de nacimientos respecto al total de la población, y se expresa en tantos por mil (%o). TBN = N° de nacimientos / año ÷ N° total de habitantes x 1000
- Taxa de fecundidade o fertilidade: Mide el número de nacimientos producidos en un año respecto al número de mujeres en edad fértil. Matiza la tasa bruta de natalidad, pues tiene en cuenta la relación de los nacimientos con la estructura de la población por edad y sexo. TBN = N° de nacimientos / año ÷ N° mujeres entre 15 y 49 x 1000
Hay varios factores que inciden en la natalidad:
- Factores técnicos: Hoy en día existen técnicas y procedimientos que convierten la concepción en una opción personal, desde los anticonceptivos hasta el aborto.
- Factores económicos: Las crisis económicas inhiben el número de nacimientos, mientras que las épocas de bonanza suelen aumentarlos.
- Factores sociales: El acceso de la mujer al trabajo hace que muchas mujeres limiten su número de hijos. También influye la edad a la que se forman parejas estables (antiguamente medida mediante la edad media del matrimonio, aunque hoy en día este valor está en desuso, ya que la mitad de los niños nacen de padres solteros) y la edad a la que las madres comienzan a tener hijos (muy alta en España, a los 32.6 años de promedio).
- Factores políticos: Desde los poderes públicos se puede favorecer la natalidad mediante medidas fiscales, subvenciones y ayudas a familias numerosas, o implementando mecanismos para armonizar la vida laboral y familiar.
- Factores ideológicos y culturales: Determinadas religiones, como la católica, incitan a la concepción de familias numerosas, mientras que otras tendencias culturales pueden hacer lo contrario.
España cuenta en la actualidad con una natalidad muy baja y decreciente, del 6.88 % en 2022 (9.7 % en el año 2012), mientras que la tasa de fecundidad está en el 31.40 % (9.6 %o en 2006). Esto son valores extremadamente bajos (en la cola de los países de la UE), puesto que el número de hijos por mujer está en 1.16 (la tasa mínima que garantiza el relevo generacional es de 2.1).
2.2. La Mortalidad
La mortalidad es el valor que mide el número de defunciones que se producen en una determinada población y territorio.
- Taxa bruta de mortalidade: Mide el número de defunciones respecto al total de la población, y se expresa en tantos por mil (%o). TBM = N° de defunciones / año ÷ N° total de habitantes x 1000
- Taxa de mortalidade infantil: Mide el número de muertes de niños respecto al número de niños nacidos a lo largo de un año. Matiza la tasa bruta de natalidad, pues expresa de manera más convincente el grado de desarrollo económico y material del territorio que se estudia, ya que los bebés son un segmento de la población especialmente vulnerable a los riesgos sanitarios. Por eso, sirve para valorar de forma secundaria la situación de la atención sanitaria no solo de los niños, sino de la población general. TBM = N° de niños muertos < 1 año ÷ N° de nacidos vivos / año × 1000
La esperanza de vida es otra tasa demográfica con la que se mide y matiza la mortalidad. Se trata del cálculo probabilístico del número de años que se espera que viva una persona nacida en un año concreto, manteniéndose constantes las tasas de mortalidad de ese año.
La mortalidad también depende de varios factores:
- Factores científico-técnicos: El avance en la medicina y en la prevención de enfermedades hace elevar notablemente la esperanza de vida. Por otra parte, las pandemias y epidemias (cólera, gripe española, Covid-19...) junto con el envejecimiento de la población, contribuyen a aumentarla.
- Factores económicos: La bonanza económica, el acceso a una alimentación más abundante y variada, las mejoras en las condiciones de vivienda, del vestido y de la higiene, acceso a agua potable, redes de saneamiento...) contribuyeron notablemente a la reducción de las tasas de mortalidad en el último siglo.
- Factores sociopolíticos: La extensión del Estado de bienestar y la implantación progresiva a lo largo del siglo XX de un sistema de sanidad que beneficie a capas cada vez más amplias de la población (hasta alcanzar la implantación de una sanidad pública, universal y gratuita en los años 80) hizo que toda la población se beneficiara de los avances de la medicina, y paralelamente descendiera el índice de mortalidad. Pero también las guerras (Cuba, Marruecos, Civil...) y las crisis consecuentes contribuyen a elevar las tasas de mortalidad.
- Factores demográficos: A medida que aumenta la edad media de la población, la tasa de mortalidad tiende también a incrementarse, pues un mayor porcentaje de la población está en los últimos tramos de su vida.
- Factores culturales: Ciertos hábitos y costumbres pueden ser más saludables que otros.
Así, la mortalidad puede estar influenciada por la gastronomía y los hábitos alimentarios (que explican muchas patologías), la popularización de la práctica de deporte frente a la vida sedentaria, el tabaquismo y el abuso de alcohol y drogas, etc. En España, la tasa de mortalidad es baja (9.67% en 2022) y tiende a ascender poco a poco debido al envejecimiento de la población (8.58 % en 2012). Por el contrario, la mortalidad infantil es de las más bajas del mundo (2.60 % en 2022), incluso en comparación con la media de la UE, y tiende aún al descenso (3.01 % en 2012). La esperanza de vida también es de las más altas del planeta (83.08 años en 2022) y sigue en ascenso. La causa más habitual de defunción en España son las enfermedades tumorales en los hombres y las enfermedades cardiovasculares en las mujeres.
2.3. El Crecimiento Natural o Vegetativo
El crecimiento natural es el movimiento natural de la población en valores positivos. El crecimiento natural es la diferencia entre los valores de la natalidad y los de la mortalidad.
Taxa de crecimiento natural o vegetativo. Expresa el aumento/disminución de la población atendiendo al movimiento natural de la misma, y se calcula mediante el saldo o diferencia entre la natalidad y la mortalidad. Se expresa en porcentaje (%) o en tantos por mil (%o). TCN = N° de nacimientos - N° de defunciones ÷ N° total de habitantes x 100 O bien, restando simplemente a la tasa de natalidad la de mortalidad. En España, el crecimiento natural o vegetativo es actualmente negativo, es decir, hay decrecimiento (-2.79 % en 2022), debido a que las tasas de natalidad son inferiores a las de mortalidad. En los años 60 y 70, por el contrario, los valores positivos del crecimiento llegaron a estar en torno al 10-12 %.
3. Movimientos Migratorios
Los movimientos migratorios son los desplazamientos de población de un lugar a otro en el que vivir. Se diferencian de otros flujos (como los turísticos) en que se produce un cambio de residencia, y por lo tanto son prolongados en el tiempo. Pueden diferenciarse:
- Migraciones interiores: Son las que se producen dentro de las fronteras de un mismo país, y por lo tanto no afectan al cómputo total de sus habitantes, aunque sí a su distribución geográfica.
- Migraciones exteriores: Son las que se producen a través de las fronteras de un país, y sí tienen efectos en la contabilidad de la población del mismo.
Saldo migratorio: Es la diferencia entre la población que llega de otros países y la que marcha a vivir al extranjero, o lo que es lo mismo, entre inmigrantes y emigrantes. SM = n° de inmigrantes - n° de emigrantes.
Las causas o factores de los movimientos migratorios también pueden ser variados:
- Causas económicas: Son las más frecuentes, ya que la mayor parte de la gente emigra con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida.
- Causas políticas: En España son especialmente importantes sobre todo en los años de la guerra civil y de la tiranía franquista, que movieron a cientos de miles de personas al exilio. Por el contrario, España recientemente acoge a un número creciente de refugiados que huyen de guerras o persecuciones políticas en sus países de origen. La movilidad de la población también puede favorecerse por la reducción de visados y trabas burocráticas (como en el "Espacio Schengen").
- Factores tecnológicos: Los grandes movimientos migratorios a partir del siglo XIX están directamente relacionados con la revolución en los transportes. La existencia de conexiones y enlaces entre los países emigrantes y los de acogida determinan muchas de las rutas migratorias. Recientemente, las tecnologías de las telecomunicaciones favorecieron la aparición de los "nómadas digitales", personas que mudan de residencia hacia entornos más confortables o atractivos gracias a que el teletrabajo les permite distanciarse de su entorno laboral.
- Causas culturales: Hay motivaciones culturales que favorecen la migración a determinados lugares: la proximidad geográfica (con Europa, Norte de África...), la afinidad lingüística (con Latinoamérica). También hay migraciones motivadas por el deseo de aprender y conocer nuevas culturas, por la atractividad del clima, etc.
4. El Crecimiento Bruto de la Población
El crecimiento bruto es el que tiene en cuenta tanto el incremento de habitantes por el crecimiento natural, como el aumento o disminución por los movimientos migratorios de estos habitantes. Es el resultado de la suma del crecimiento natural o vegetativo (n° de nacimientos - n° de defunciones) y el saldo migratorio (n° de inmigrantes - n° de emigrantes). En España, el crecimiento bruto es positivo (0.1% en 2021) gracias a los saldos migratorios positivos, a pesar del crecimiento vegetativo negativo.
5. Evolución de la Población Española
En la edad contemporánea, la evolución de la población española se caracteriza por el paso de un régimen demográfico antiguo, caracterizado por las altas tasas de natalidad y mortalidad, a un régimen demográfico moderno, donde estas tasas pasan a ser muy bajas. Este proceso en España no fue drástico, sino moderado. Las causas de esta moderación fueron el descenso paralelo y simultáneo de las tasas de natalidad y mortalidad (sin demasiada diferencia entre ambas), sumado a los saldos migratorios, que fueron muy negativos durante la mayor parte de este periodo. Aún así, en las fases de mayor crecimiento, la acumulación de efectivos poblacionales fue lenta pero sostenida. Esto hizo que el número de habitantes se multiplicara a lo largo del último siglo, pasando de 18,600,000 habitantes en 1900 a 37,600,000 en 1981, y a 47,190,000 en 2011.
En esta transición o cambio de régimen se pueden diferenciar varias etapas:
- • 1857-1900: Tasas de natalidad y mortalidad relativamente altas. La natalidad en torno al 45 %, y la mortalidad en 35 %. Se caracteriza por la reducción de la mortalidad catastrófica (la alta mortalidad coyuntural, debida a hambrunas, epidemias o guerras), gracias a las mejoras higiénico-sanitarias (construcción de redes de saneamiento urbanas y erradicación del cólera, extensión de la vacuna de la viruela...). El último brote de cólera en España fue en 1885.
- • 1900-1930: Inicio de la transición o cambio del régimen demográfico. La mortalidad catastrófica casi desaparece (con la excepción del brote de gripe de 1918). La mortalidad ordinaria e infantil bajan significativamente. También baja la natalidad (la edad de los matrimonios se atrasa progresivamente) pero en menor medida, lo que favorece el incremento de la tasa de crecimiento. Sin embargo, varios factores impiden un crecimiento mayor: la guerra de Marruecos (1920-1927), la gripe española (1918) y la emigración a América, con pérdidas enormes de población.
- • 1930-1950: Estancamiento demográfico relativo. La media de la natalidad cae lentamente, y la mortalidad se estanca, e incluso aumenta puntualmente. En esto influyen factores como la crisis económica de los años 30, y sobre todo la guerra civil y los años de la posguerra (con sus consecuencias de hambre, miseria, represión y exilio) que suponen un freno acusado a esta tendencia al crecimiento.
- • 1950-1975: Después del revés demográfico de la guerra y sus consecuencias, se inicia una recuperación. Esto provoca que en los años 60 y 70 se produzca un crecimiento vegetativo muy fuerte, debido a que la mortalidad continúa a descender drásticamente mientras que la natalidad se mantiene en cotas relativamente altas. Las causas de esto están en la extensión del acceso a sanidad, el crecimiento económico, y a una política natalista, producto de la moral nacional-católica que impone la dictadura (restricciones al uso de anticonceptivos). Sin embargo, este crecimiento se vio aminorado por el efecto de la emigración masiva, sobre todo a Europa.
- • 1975-1990: El crecimiento se ralentiza, debido a la caída drástica de la tasa de natalidad, que pasa del 20 % al 10 % e incluso por debajo. Entre las causas de esta caída están la crisis económica de 1973 debido al alza de los precios del petróleo, el acceso a métodos de planificación familiar (aborto, contracepción), la incorporación de la mujer al mercado laboral, y al aumento de la edad media de la maternidad. Las tasas de crecimiento llegan a situarse próximas a 0.
- • 1990-hoy: A pesar de que el comportamiento del crecimiento natural llega a ser negativo, la población aumenta gracias a la inversión de los saldos migratorios, que pasan de ser negativos a positivos, con la llegada de un gran contingente de inmigrantes desde los años 90. La población pasa de 39.4 millones de habitantes en 1991 a 46 millones en 2008, año en el que había 5.7 millones de extranjeros residiendo en España (5.5 en 2021). Las características de esta población (nueva y dinámica) hacen que la natalidad tenga un pequeño repunte, pero sin llegar a garantizar el relevo generacional, por lo que las proyecciones de futuro son catastróficas.
6. Estructura de la Población por Edad y Sexo
La estructura de la población estudia un grupo a partir de sus parámetros biológicos, principalmente la edad y el sexo. La herramienta gráfica que se emplea es la pirámide de población, una gráfica donde estas dos variables se representan simultáneamente. La estructura de la población es importante para valorar la capacidad de un grupo humano de reproducirse a sí mismo y de desarrollarse.
6.1. Sexo
Los sexos se reparten de manera aproximadamente equilibrada, pero suele haber un cierto desequilibrio entre ambos. En España nacen por lo general más hombres que mujeres (entre 104 y 107 niños cada 100 niñas), pero las tasas de mortalidad en varones son mayores en casi todos los tramos de edad, por lo que el número de mujeres es ligeramente mayor al tener mayor esperanza de vida (98 hombres por cada 100 mujeres).
La Sex Ratio es una tasa que mide el número de hombres respecto al de mujeres. También era llamada Tasa de masculinidad, en la que el valor 100 indica que hay el mismo número de personas por sexo.
SR = N° de hombres ÷ N° de mujeres × 100. La sex ratio puede variar por varios factores:
- - La estructura de la población por edad: Las poblaciones con media de edad más avanzada suelen tener más mujeres que hombres, por tener éstas más esperanza de vida.
- - Los movimientos migratorios: Al emigrar principalmente hombres, las regiones tradicionalmente emigrantes suelen tener más mujeres, y las de acogida más hombres.
6.2. Edad
Generalmente, la población se divide en tres grandes grupos de edad: Población nueva o infantil, entre 0 y 15 años; Población adulta, entre 16 y 65 años, que se corresponde con la población activa, la que tiene edad legal para trabajar; y Población anciana, más de 65 años. Para analizar la estructura por edad se utilizan índices de juventud y de vejez, que se expresan en porcentaje.
Índice de juventud = personas menores de 15 años ÷ población total x 100
Índice de Vejez = personas mayores a 65 años ÷ población total x 100
En una estructura de población ideal, la tasa de juventud debería ser superior a la de vejez. En España, el índice de vejez (16.5%) es superior al de juventud (14.3%), lo que indica el grado de envejecimiento de la población.
En la estructura de la población por edad influyen varios factores:
- Movimiento natural (natalidad y mortalidad): La baja natalidad favorece la disminución de los segmentos de población de menos edad, mientras que la caída de la mortalidad aumenta el número de ancianos.
- Los movimientos migratorios: Al emigrar los segmentos de población más activos y fértiles, las regiones emigrantes pierden capacidad de reproducirse, y se envejecen, mientras que las regiones de acogida se renuevan.
7. Distribución Geográfica de la Población Española
Densidad de población: Es la relación entre la población y el territorio que ocupa, y se expresa en habitantes por kilómetro cuadrado.
Densidad de población = N° de habitantes ÷ Superficie en km cuadrados
La densidad de población en España es de 91.4 hab/km, pero sigue siendo un país poco poblado con respecto a los países europeos del entorno (Portugal: 115 hab/km, Francia 117 hab/km, Italia 202 hab/km, Alemania 229 hab/km, Reino Unido 256 hab/km). La población, además, no se distribuye de una manera uniforme, sino que muestra grandes desigualdades. La gran mayoría de la población se concentra en la periferia, a lo largo de todas las costas, y especialmente en el arco mediterráneo. Esta es una tendencia contemporánea (antiguamente, y hasta el siglo XIX, la población del interior era mayoritaria). Las causas de esta distribución son sobre todo económicas, con la pérdida de peso del sector primario respecto a los servicios, y la mayor abundancia de recursos en las provincias costeras. En el interior, la excepción es el área metropolitana de Madrid, que concentra en su provincia al 13% de la población total del Estado. Las razones son principalmente políticas: al ser la capital del Estado, se convirtió en el principal nodo de comunicaciones y del transporte interior, y concentra las sedes de las principales empresas. Otros núcleos interiores también tienen una importancia relativa: vacío demográfico. Valladolid, Zaragoza, Córdoba o Pamplona. Pero en general, el interior de la península es un gran vacío demográfico.
8. Migraciones
España es un país tradicionalmente emigrante, aunque en los últimos años (desde mediados de los años 90) la tendencia se ha revertido y ha pasado a acoger más población inmigrante que la que emigraba.
8.1. Migraciones Interiores
En España, las migraciones interiores y el éxodo rural son prácticamente el mismo fenómeno. Estos movimientos ordenan con la industrialización y la urbanización a partir del siglo XIX, pero se hicieron especialmente importantes a partir del desarrollo de los años 60. La mayor parte de los desplazamientos se produjeron en diferentes escalas:
- • Grandes desplazamientos a nivel estatal: Desde las regiones agrícolas y menos industrializadas (Galicia, Andalucía, Castilla) a los grandes polos industriales (Cataluña, Madrid, País Vasco).
- • Desplazamientos regionales: Desde las provincias interiores a las costeras próximas (por ejemplo, de Lugo y Ourense hacia A Coruña y Pontevedra).
- • Concentración de la población: Desplazamientos desde los pequeños núcleos rurales a las cabeceras de comarca y a las capitales de provincia.
Consecuencias de la migración interior:
- • Un reparto de la población mucho más desigual, donde hay provincias que presentan densidades de población muy altas frente a otras despobladas.
- • Un aumento de la tasa de urbanización (n° de habitantes que viven en ciudades respecto a la población total).
- • Una desigualdad en la estructura de la población por edades entre las diferentes provincias. Las receptoras de población acogen población más joven (pues los desplazados suelen ser jóvenes en busca de empleo o trabajadores con hijos), mientras que las regiones emigrantes se envejecen. Esto influye lógicamente en el desigual crecimiento vegetativo entre las regiones emigrantes y las de acogida.
8.2. Migraciones Exteriores
Las migraciones exteriores comenzaron a tener una gran importancia a partir de mediados del siglo XIX debido a varios factores:
- • Legales: En 1853, una Real Orden levanta la prohibición de emigrar en España. En el mismo año se promulga la Constitución argentina, que favorece la política poblacionista. La emigración a Cuba fue favorecida por la soberanía española sobre la isla.
- • Demográficos: El crecimiento de la población española es cada vez más grande, y la emigración ofrece una salida a los excedentes demográficos.
- • Económicos: El desarrollo industrial es muy limitado, y la industria española es incapaz de absorber el éxodo rural, por lo que los labradores emigran al exterior.
- • Técnicos: La revolución de los transportes, y la introducción del vapor en la navegación facilita los fletes durante todo el año y reduce los tiempos de los viajes.
- • Coyunturales: Crisis agrícolas debidas a malas cosechas, a finales del siglo XIX.
Destinos:
- Norte de África y Argelia francesa, comienza con la colonización francesa de la región hacia 1830-1840, y tuvo su mayor auge entre 1880 y 1930, comenzando a declinar hacia 1920. Emigraron unas 160,000 personas procedentes en la mayoría del Sureste español.
- Ultramar, principalmente Iberoamérica en general, tanto colonias (Cuba, Puerto Rico) como repúblicas independientes. Esta emigración fue masiva y duradera, y en ella se pueden distinguir varias etapas:
- - 1ª etapa: 1853-1940: Las primeras estadísticas fiables, hacia 1882, constatan saldos migratorios negativos muy elevados, con años donde los emigrantes superaron los 130,000, y tan solo recesos con la repatriación tras la pérdida de Cuba y Puerto Rico en 1898-99, o la Guerra Mundial, con el bloqueo del tráfico marítimo. La emigración americana sufrió un freno con la crisis de 1929 y la consiguiente política restrictiva a la inmigración en los países americanos en los años 30, así como con la Guerra Civil y el cierre de fronteras en España. La procedencia de los emigrantes es muy concreta, sobre todo gallegos, asturianos y canarios, procedentes de zonas rurales muy deprimidas.
- - 2ª etapa (1940-1970): La emigración americana se recupera a partir de 1945-50, con la apertura de fronteras tras la Guerra Civil, aunque no tiene saldos tan negativos como en décadas anteriores. A los países de acogida tradicionales se suman México (que acogió a una buena parte del exilio republicano) y Venezuela.
- - 3ª etapa (1970-hoy): Desde 1960, la emigración a América se reduce a unos pocos miles al año, en parte por la preferencia de los emigrantes por otros destinos más cercanos. Los países de destino se diversifican: Estados Unidos, Canadá, Australia. Son emigrantes jóvenes, trabajadores industriales y técnicos, más cualificados profesionalmente que viajan solos o frecuentemente en familia. Un 30% de estos emigrantes son gallegos.
- Europa: Es el destino más importante desde finales de los años 50 hasta principios de los 70, aunque la emigración hacia los países limítrofes, Francia y Portugal, siempre ha sido importante, sobre todo a Francia durante la Guerra Mundial, para trabajar en la agricultura y la industria de guerra, y durante la Guerra Civil, cuando Francia acogió a 500,000 exiliados. Tras la II Guerra Mundial, la emigración a Europa se vuelve muy fuerte debido a múltiples factores:
- - La reconstrucción del continente, devastado, con fondos de ayuda americanos (el Plan Marshall), estimula una recuperación económica espectacular (los "30 años gloriosos").
- - La necesidad de los países europeos de mano de obra, tras las grandes pérdidas humanas en la guerra, favorece la acogida de inmigrantes jóvenes.
- - La reapertura de las fronteras españolas tras los años de la autarquía franquista, y el abandono de su política restrictiva de la emigración.
La mayor parte de los emigrantes proceden de zonas rurales, aunque ya no solo de las atlánticas. A los gallegos y asturianos se suman trabajadores del agro andaluz, castellano y extremeño, predominan los varones, pero tiene gran importancia el reagrupamiento de familias y la emigración de grupos familiares. Tiene carácter muchas veces temporal, con contratos de meses o pocos años. Los países de destino varían: El principal destino es Francia, seguido de Alemania, Suiza, Bélgica, Gran Bretaña y Holanda. La emigración a Europa terminó con la crisis del petróleo entre 1975 y 1980, que supuso el retorno de muchos de los que marcharon, pero se reanuda con el ingreso de España en la CEE. Hoy la movilidad de los trabajadores en Europa es mayor. Emigran sobre todo jóvenes de ambos sexos, generalmente cualificados o muy cualificados.
Consecuencias de la Emigración:
Positivas: Supone una válvula de escape para el paro y la alta demanda de empleo, sobre todo en años especialmente críticos, como finales de los años 50, con los Planes de estabilización. El ahorro emigrante y las remesas de divisas contribuyeron a equilibrar una balanza de pagos con tendencia al déficit. Las remesas de emigrantes contribuyeron en muchos casos al fomento de la educación y de la industria en los países de origen, y al desarrollo de la banca. El efecto negativo de la emigración se atenúa con el regreso de muchos de ellos, sobre todo los que tuvieron como destino Europa.
Negativas (las más importantes): Desaparece un importante segmento de población joven, en edad activa, con las consiguientes consecuencias demográficas y de desequilibrio de la estructura de la población y el envejecimiento de la misma. La pérdida de población activa limita y condiciona severamente las posibilidades de desarrollo económico por la pérdida de capital humano. Además, aumenta la carga que supone la población inactiva sobre la población activa. Desarraigo, dificultades de los que marchan en adaptarse a los países de acogida (nuevos idiomas, costumbres...).
8.3. Inmigración
La inmigración es un fenómeno reciente en España. Comienza a ser especialmente relevante a partir de mediados de los años 90 del siglo XX, y consigue revertir el estancamiento demográfico, pasándose de 40 a 47 millones de habitantes entre 2001 y 2011. Según el censo de 2011, el 12.19% de la población residente en España era extranjera (5,750,000 personas). Desde la crisis económica de 2008, la llegada de extranjeros se ha atenuado, y muchos regresaron a sus países. Hoy hay 5.5 millones de extranjeros residiendo en España (el 9.4% de la población del Estado).
Las causas de este fenómeno son variadas:
- - La situación geográfica de España, próxima al continente africano, y con conexiones privilegiadas con Iberoamérica, junto con la pertenencia a la Unión Europea, y el consiguiente tránsito libre de personas por las fronteras.
- - Una fase expansiva de la economía española entre 1996 y 2008, basada en el auge de la construcción, la agricultura intensiva y los servicios (especialmente el turismo).
- - La necesidad de mano de obra muy barata y no cualificada en determinados sectores (agricultura, pesca, construcción, servicio doméstico...).
La procedencia de los inmigrantes, así como los sectores en que se ocupan, también son variados:
- - Europeos: En conjunto es la origen más importante (el 29.1% de los inmigrantes proceden de la Unión Europea). El segundo colectivo más importante de inmigrantes son los rumanos (625,000), empleados sobre todo en la construcción y la agricultura. Otros países con importantes contingentes son italianos, franceses, británicos y alemanes. De estos últimos, muchos vienen a España a pasar su retiro, o eligen el país como segunda residencia. Recientemente destaca la presencia de ucranianos.
- - Africanos: El colectivo más amplio de inmigrantes son los marroquíes (880,000), aunque cada vez hay más africanos procedentes de los países subsaharianos (Senegal, Mauritania, Cabo Verde, etc.). El sector principal de ocupación es la agricultura.
- - Americanos: El tercer país por número de inmigrantes en España es Colombia. Otras nacionalidades también importantes son los venezolanos, ecuatorianos (hasta hace poco los más numerosos), hondureños, bolivianos, argentinos, peruanos y brasileños. Se emplean en todos los sectores, pero principalmente en los servicios (hostelería, asistencia doméstica...). Una parte de ellos se emplean en trabajos cualificados (sobre todo en el sector sanitario).
- - Asiáticos: Aunque frente a las demás procedencias, los asiáticos son minoría, cada vez cobra más importancia la presencia de inmigrantes chinos (unos 223,000 en total), seguidos de los paquistaníes (100,000). Se emplean sobre todo en el comercio y en la hostelería.
La distribución de la población extranjera en España es muy desigual. Preferentemente se instalan en zonas económicamente dinámicas y urbanas. Las comunidades que más población extranjera acogen son Baleares (18% de la población), Cataluña y Valencia, mientras que las que menos son Extremadura, Galicia (4% de la población) y Asturias.
Las consecuencias de la inmigración:
Positivas: Aumentan el segmento de población activa, ayudando a corregir el desequilibrio cada vez más grave entre población activa y pasiva producido por el envejecimiento de la población. Frente a un acusado descenso de la natalidad entre la población indígena, los inmigrantes se muestran más activos: el 20% de los niños que nacen en España en la actualidad son hijos de inmigrantes. Suponen una importante ayuda al sostenimiento del sistema de la seguridad social, al permanecer en el país principalmente a lo largo de su vida activa. El Estado apenas invierte en su formación (llegan sobre todo en edad adulta), y muchos regresan a sus países de origen al terminar su vida laboral, con lo que el estado se ahorra muchos gastos asistenciales. Aportan una enorme riqueza cultural al paisaje de las ciudades. Con ellos llegan hábitos y costumbres nuevos y exóticos.
Negativas: Precarizan y desvalorizan determinados trabajos, especialmente los menos cualificados. Al aumentar la oferta de mano de obra, trabajan por salarios muy bajos. La inadaptación genera problemas de convivencia, y en última instancia, exclusión social. Por otra parte, la población de acogida puede reaccionar mal ante esta marginalidad.