El Poder de las Fuentes Escritas en la Investigación Arqueológica

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La Arqueología y el Valor de las Fuentes Escritas

El arqueólogo no debe descartar las fuentes escritas, ya que, si existen, pueden aportar una gran cantidad de información. Si hay referencias de lo que se estudia, estas también pueden corroborarse o complementarse con la iconografía, cuadros, mapas, etc. En la Edad Media, por ejemplo, abundan los textos escritos, aunque su lectura puede presentar desafíos. Sin embargo, es posible recurrir a especialistas en paleografía para su interpretación. De hecho, la investigación arqueológica puede extenderse a los archivos, donde se encuentran valiosos documentos.

Tipos de Información Documental para el Arqueólogo

Información Indirecta

La información contenida en los textos puede ser de muy diversos tipos. Por un lado, encontramos la información indirecta, como, por ejemplo, la que se deriva de un contrato de arrendamiento de una casa o unas tierras. La Catedral de Toledo, por ejemplo, solía alquilar propiedades, y en estos documentos se registraba el nombre del arrendatario, el monto del alquiler, la ubicación de la finca y, a menudo, el oficio y la procedencia del inquilino. Si el arrendatario era un alfarero, este dato nos indica la existencia de tal oficio y, por ende, la fabricación de objetos cerámicos en Toledo. Así, al encontrar una pieza de cerámica y conocer su datación, es posible inferir que podría tratarse de producción toledana.

Información Directa

Por otro lado, la información directa se manifiesta en documentos que describen pueblos ya desaparecidos, detallando, por ejemplo, el número de campesinos que los habitaban. También se incluyen listas de poblaciones (como las de carácter fiscal de la Iglesia), descripciones de viviendas y, de manera abundante, documentos relacionados con la construcción.

La Construcción como Fuente de Datos

La información sobre la construcción es particularmente valiosa. Durante la Edad Media, la actividad constructiva era constante y generaba gastos significativos en materiales y mano de obra. Los documentos contables de la época pueden ofrecer datos precisos sobre cómo se realizaban estas construcciones o reformas, siendo de gran utilidad para el arqueólogo cuando se conservan.

Descripciones Genéricas y los Inventarios

Otro tipo de información, de carácter más genérico, incluye la descripción de viviendas y la estructura de edificios. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los datos detallados provienen de los inventarios de posesiones de individuos o instituciones, como la Iglesia.

Desafíos y Beneficios de la Localización Documental

Aun disponiendo de documentos, la localización de la mayoría de las edificaciones hoy en día puede ser un desafío. No obstante, estos textos a menudo reflejan las fincas colindantes, lo que facilita la búsqueda. Aunque esto no garantiza su existencia actual, sí permite comparar la estructura original de las construcciones (en caso de ser localizadas) con su estado actual, comprendiendo así sus transformaciones a lo largo del tiempo.

La Primacía de la Documentación Escrita en la Cronología Arqueológica

Por todas estas razones, la documentación escrita puede, en muchos casos, ser tan o más importante que los propios restos hallados en una excavación. Nos proporciona datos precisos sobre medidas (altura y superficie) y, crucialmente, sobre la datación. Esto facilita enormemente la labor cronológica en un yacimiento: al disponer de una cronología documentada, se pueden fechar las piezas halladas o aplicar la información a la estratigrafía. Por ejemplo, si un documento menciona un incendio en un año específico, al encontrar la capa de ceniza correspondiente, es posible datar los estratos inferiores y superiores con mayor precisión, gracias a esa referencia cronológica documentada. No obstante, es fundamental que los textos se corroboren siempre con el yacimiento.

Fuentes Complementarias: La Fotografía Antigua

Otra fuente documental de gran apoyo para el arqueólogo es la fotografía antigua. Una imagen puede revelar un edificio que, según los documentos, existió y del cual se han encontrado restos en un yacimiento. Gracias a la fotografía, podemos hacernos una idea de su evolución hasta épocas recientes y, por ende, de su totalidad, incluso si ha desaparecido.

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