El Fin del Franquismo y los Inicios de la Transición Española
Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 5,63 KB
La agonía del Franquismo y el camino hacia la Democracia
La oposición es consciente de que el fin del régimen franquista está próximo y se empiezan a realizar los primeros contactos para organizar la España democrática.
a.- Fuerzas políticas en el exterior que se oponen a la continuidad del franquismo
Dentro de la ilegalidad y actuando tanto dentro como fuera del país, las principales formaciones políticas opuestas al franquismo fueron:
- Monárquicos partidarios de retornar al sistema constitucional, con Juan de Borbón.
- PSOE (Partido Socialista Obrero Español).
- PCE (Partido Comunista de España).
b.- Los primeros pasos para formar alianzas
En julio de 1974: se constituye en París la Junta Democrática, integrada por el PCE, Comisiones Obreras, Partido Socialista Popular (dirigido por Tierno Galván), Carlistas, políticos vinculados a Don Juan, entre otros. Casi un año después, en junio de 1975, el PSOE (cuyo secretario era ya Felipe González) animó a la formación de la Plataforma de Convergencia Democrática, a imitación de la iniciativa Comunista.
c.- El papel de los aperturistas en el interior
Además de estas fuerzas “ilegales”, en el escenario que decide cuál será el futuro político de una España sin Franco, también cuenta el papel político desempeñado por el cada vez más fuerte sector aperturista del franquismo. Estos reclaman una reforma constitucional a partir de las instituciones y las leyes franquistas. En este punto coinciden con las ideas de la Plataforma de Convergencia Democrática.
d.- Ante la descomposición del régimen
Las acciones terroristas (ETA y FRAP) se intensifican. La respuesta del gobierno no es otra que endurecer la represión. El “Juicio de Burgos” conllevó una gran protesta internacional. Esta debilidad fue aprovechada por Marruecos para organizar la “marcha verde”. Franco moriría el 20 de noviembre de 1975.
3.1. El declive del régimen
a.- El Gobierno de Carrero Blanco (1969-1973)
Después del escándalo político-financiero originado por el caso Matesa, Franco separó del gobierno a los ministros responsables y el vicepresidente Carrero Blanco se hizo cargo del gobierno. Intentó relanzar con éxito la economía. En política exterior se firmó un acuerdo comercial con la CEE y estableció relaciones diplomáticas con China y con la República Democrática de Alemania. En el aspecto cultural y educativo reformó el sistema, extendiendo la enseñanza básica gratuita. Pero también hubo una serie de fracasos (Anteproyecto de Asociaciones políticas, mejora de las relaciones con la Iglesia, Ley Sindical…). Al mismo tiempo, ETA se muestra especialmente activa. La respuesta del gobierno fue endurecer en 1971 la Ley del Orden Público de 1959.
Todo ello provocó una profunda crisis en el Gobierno tras la que Franco separó la Jefatura del Estado y la del gobierno. En 1969, Franco hizo que las Cortes nombrasen al príncipe Juan Carlos de Borbón su sucesor en la Jefatura del Estado. El 20 de diciembre de 1973, Carrero Blanco moría en Madrid víctima de un espectacular atentado de ETA.
b) El Gobierno de Arias Navarro
Su sucesor fue Carlos Arias Navarro. Pretendió dar una imagen de ruptura con la etapa de Carrero y, en un discurso pronunciado ante las Cortes en febrero de 1974, parecía adoptar una vía aperturista al declararse partidario de ciertas reformas y de la aprobación de un estatuto de Asociaciones (espíritu del 12 de febrero).
c) Circunstancias adversas para el régimen
Crisis económica de 1973 (subida de los precios, aumento del paro y la inestabilidad social, descenso del turismo, retorno de emigrantes y disminución de divisas); crisis política de 1969 (“marcha verde” sobre el Sáhara y abandono de la colonia); crisis de Portugal de 1974 (Revolución de los “claveles”); presiones de la CEE (democratización del régimen); críticas de la Iglesia (Concilio Vaticano II); e incremento del terrorismo de ETA, lo que hizo aumentar aún más la inestabilidad política y la incertidumbre.
Las fuerzas antifranquistas
Una de las características más importantes es el debilitamiento de la oposición exterior, que solo en los últimos años, y ante la inminencia de la próxima muerte de Franco, cobra fuerza. Las protestas obreras, especialmente en las zonas industrializadas, fueron en aumento desde 1962 y la represión contra ellas fue menos contundente que en la etapa anterior. A finales del franquismo, Comisiones Obreras era el sindicato más importante. Otras organizaciones tradicionales como la UGT o la CNT no consiguieron levantar cabeza en estos momentos. El movimiento estudiantil ya no se detuvo hasta el final del régimen y era el síntoma más claro de que el régimen no contaba con el apoyo de la juventud. Después del Concilio Vaticano II (1962-1965), la jerarquía católica se aleja del franquismo, y era más abierto el rechazo por parte de los sacerdotes jóvenes. De todos los movimientos que en el interior luchaban contra el franquismo, el más organizado y el que contaba con más apoyos era el PCE (Partido Comunista de España). Su estrategia política consistía en el “entrismo”, es decir, en entrar en las organizaciones legales del Movimiento y en todo tipo de asociaciones más o menos legales. En la extrema izquierda surgieron variantes del comunismo que iban desde el PCE Marxista-leninista hasta grupos terroristas como el FRAP. En la derecha, la oposición al régimen estaba integrada por varias tendencias, entre ellas los monárquicos y la Democracia Cristiana.