Francisco de Goya: Un recorrido por su vida, obra y grabados
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Vida y obra de Goya
Francisco de Goya y Lucientes nació el 30 de marzo de 1746 en Fuendetodos. Su padre era maestro dorador. Goya estudió en las Escuelas Pías de Zaragoza. A los 14 años, ingresó en el taller del pintor José Luzán, formándose en el estilo del último barroco.
A los 17 años, se trasladó a Madrid para continuar su formación con Francisco Bayeu. A los 24 años, viajó a Italia sin becas y obtuvo un reconocimiento especial en un concurso de la Academia de Parma. A su regreso a España, con 25 años, recibió sus primeros encargos importantes, como la decoración de la bóveda del coreto de la Basílica del Pilar en Zaragoza, donde pintó La Adoración del Nombre de Dios por los Ángeles, una obra con influencias del último barroco y del estilo de Bayeu. Hasta 1774, realizó obras con estas características, como las pinturas religiosas de Aula Dei.
Con 27 años, se casó con Josefa Bayeu, hermana de Francisco Bayeu. Un año después, gracias a la mediación de su cuñado, Goya comenzó a trabajar como cartonista en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Pintó 63 cartones para decorar dependencias de El Escorial y El Prado. A los 34 años, fue nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando por su obra Cristo Crucificado.
En Zaragoza, recibió el encargo del Cabildo de El Pilar para decorar una cúpula con el tema de La Virgen como Reina de los Mártires y las pechinas con figuras de las virtudes. Se convirtió en el retratista más importante de su tiempo, estableciendo contacto con la aristocracia y las casas de Alba y Osuna.
A los 43 años, fue nombrado pintor de cámara del rey Carlos IV. Tres años después, durante una estancia en Andalucía, sufrió una grave enfermedad que le dejó sordo. Su fortaleza le permitió superarla. En la década de 1790, Goya inició su obra gráfica, que influiría en el siglo XIX. Con 49 años, conoció a la duquesa de Alba. Aunque los escritores románticos franceses inventaron una historia de pasión entre ambos, no existe documentación que lo confirme. Pintó dos retratos de la duquesa y fue invitado por ella a Sanlúcar, donde realizó los dibujos que conforman el Álbum de Sanlúcar. La duquesa es el centro de interés de estos dibujos, realizados a la aguada, una técnica revolucionaria para la época.
Con 52 años, pintó los frescos de la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid. Un año después, publicó Los Caprichos, donde reflejó las preocupaciones del pensamiento ilustrado. La Condesa de Chinchón es uno de sus mejores retratos. A los 54 años, pintó La Familia de Carlos IV. Con 62 años, comenzó la Guerra de la Independencia contra los ejércitos franceses, un acontecimiento que le marcó profundamente.
A los 68 años, Goya plasmó los eventos de la guerra en obras como El 2 de mayo y Los fusilamientos del 3 de mayo. También realizó importantes grabados. Con 73 años, compró una finca a orillas del Manzanares, la Quinta del Sordo, donde pintó las Pinturas Negras en las paredes. A los 77 años, abandonó España y se marchó a Francia, donde falleció en 1828, a los 82 años. En 1901, sus restos mortales fueron trasladados a Madrid, y en 1929, sus cenizas fueron enterradas en la ermita de San Antonio de la Florida.
La técnica del grabado en Goya
Aspectos técnicos
El grabado es una lámina impresa mediante diferentes técnicas. El dibujo se realiza sobre planchas de cobre a través de incisiones y después se traslada al papel una vez entintada la plancha mediante presión. Hasta el siglo XVIII, el grabado se consideraba una técnica menor, destinada a la difusión de imágenes.
Existen diferentes tipos de grabado según el material de la plancha o matriz. Puede ser de madera o metal. Si es de madera, el grabado se llama xilografía. La imagen se graba en relieve sobre la madera con un buril. Se entinta el relieve y se coloca el papel sobre la plancha para que se fije la tinta y se reproduzca la imagen.
Si la plancha es de metal, se habla de grabado en hueco, que puede ser directo o indirecto. En el directo, se incide sobre la plancha con un instrumento metálico como el buril. En el indirecto, interviene el ácido, como en el aguafuerte y el aguatinta.
Aguafuerte: Sobre una plancha de cobre se aplica una capa fina de barniz. Con una punta de metal se realiza el dibujo. Al introducir la plancha en un baño de ácido, las zonas sin barniz son atacadas. Se retira el barniz y se entinta la plancha con un rodillo. La tinta se queda en las zonas mordidas por el ácido, que corresponden al dibujo. Se limpia la tinta de las partes no grabadas, que corresponden a los blancos. Se coloca el papel sobre la plancha y se pasa por la prensa para obtener la imagen grabada.
Aguatinta: Es una variedad del aguafuerte que permite conseguir distintas tonalidades de grises o negros utilizando resina en polvo.
Series de grabados
Para Goya, la estampa tenía un poder de difusión superior a la pintura. En 1778, realizó copias de cuadros de Velázquez, mostrando su admiración por el pintor sevillano.
Con Los Caprichos, Goya inició una nueva etapa artística. Combinó el aguafuerte y el aguatinta para obtener fondos sobrios en negros o grises, casi tintas planas. En Los Caprichos, satirizó vicios universales como la gula y la lujuria, y denunció la superstición y el oscurantismo en España. Criticó a la nobleza y al clero, y mostró la injusticia social que sufrían los sectores menos favorecidos, como artesanos y agricultores. También criticó duramente a la Inquisición.
Desastres de la guerra
La segunda serie de grabados, Desastres de la guerra, consta de 82 estampas que recogen las impresiones de Goya sobre la Guerra de la Independencia. Describe el horror de la guerra, el hambre y la destrucción, creando profundos alegatos antibelicistas. Refleja las esperanzas rotas de los españoles tras el regreso de Fernando VII y la restauración del absolutismo. Goya combinó la aguada con el aguafuerte y el aguatinta, estableciendo contrastes de luces y sombras.
La Tauromaquia
La Tauromaquia, la tercera serie, la realizó Goya a los 70 años. Se refugió en la emoción de las corridas de toros, encontrando en las suertes del toreo la pasión por vivir. Plasmó una visión histórica de la fiesta y recuerdos personales como aficionado.
Los Disparates
Los Disparates, la última serie, consta de 22 estampas. Son las más difíciles de interpretar. Su sentido se traduce en un clima espiritual cercano al de las Pinturas Negras, reflejando el desencanto del artista durante la restauración absolutista. Son visiones de pesadilla, escenas absurdas y personajes fantásticos.
Características formales y estéticas de los grabados de Goya
La línea es fundamental en la definición de las imágenes, marcando los contornos de las figuras. Goya demostró gran maestría en la obtención de una amplia gama de grises, combinados con contrastes de blancos y negros, de luz y sombra. Utilizó con frecuencia lo grotesco, lo caricaturesco y lo satírico.
Comentarios sobre las imágenes
La Familia de Carlos IV
Realizada en Aranjuez en el verano de 1800, Goya realizó diez bocetos previos de los personajes. Es un retrato de la familia real distribuido en tres grupos. En el centro, el rey Carlos IV y su esposa María Luisa de Parma, acompañados de sus hijos pequeños. A la izquierda, el futuro Fernando VII, hijo primogénito, junto a un personaje sin rostro, posiblemente su futura esposa. Detrás, la hermana del rey y el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro. A la derecha, otros miembros de la familia real. A la izquierda, detrás de un gran lienzo, se encuentra Goya. La referencia a Las Meninas de Velázquez refleja la admiración de Goya por este pintor. La obra fue aceptada por los reyes sin objeciones. Goya plasmó la psicología de los personajes: la falta de carácter del rey y el dominio de la reina. Emplea una pincelada suelta a base de manchas de color. Los contrastes de luz y sombra dan variedad de volúmenes y diferencian los planos en profundidad. Los colores blancos y dorados armonizan con los tonos rojos, azules y negros. Destaca el dorado en la ropa de la reina y el rojo del traje de su hijo pequeño.
El 3 de mayo
Goya fue testigo de acontecimientos importantes en España, como la Guerra de la Independencia. Plasmó en sus obras las catástrofes de la guerra. Al terminar la guerra, escribió a la Regencia manifestando su deseo de inmortalizar con el pincel las acciones más notables de la insurrección contra Francia. Quería exaltar la reacción heroica del pueblo español. La obra representa la represión en Madrid. En la madrugada del 3 de mayo, los madrileños detenidos por los franceses fueron fusilados por orden de Murat en los altos de la Moncloa o en la Montaña del Príncipe Pío. Los soldados franceses, de espaldas, están listos para fusilar a los madrileños. Una fila de detenidos divide la composición en dos grupos. La escena es nocturna. La iluminación dramática de los condenados proviene de un farol en el suelo. Goya estudia las reacciones humanas ante la muerte: el fraile capuchino ora, otros se tapan los ojos desesperados. Un patriota madrileño, con pantalón amarillo y camisa blanca, abre los brazos como Cristo en la Cruz, con valentía y arrogancia. En el suelo, cadáveres ensangrentados. Goya aplica colores violentos: ocre, negro y gris. Una obra estremecedora que muestra la violencia.
Pinturas Negras
A los 73 años, Goya compró la Quinta del Sordo, separándose de la vida social. Pintó en las paredes las Pinturas Negras, al óleo sobre yeso. Reflejó las pesadillas del hombre, lo horrible de la naturaleza humana, anticipándose al expresionismo. Utilizó negros, marrones y blancos. Su interpretación es difícil, aunque se relacionan con Los Disparates. Transmiten desesperanza, la convicción de Goya de que no se podían aplicar las ideas de la Ilustración.
Saturno devorando a su hijo
Una de las siete pinturas del comedor de la Quinta del Sordo. Saturno, un ser de pesadilla, devora el cuerpo de un niño. El cuerpo está despedazado y ensangrentado. Saturno tiene los ojos desorbitados por la locura. Goya se desentiende de la corrección del dibujo. La obra, de gran poder expresionista, provoca angustia. Saturno, hijo de Urano y Gea, devoró a sus hijos para evitar ser destronado. Júpiter se salvó gracias a un engaño de su madre y expulsó a Saturno del cielo. Otras interpretaciones relacionan a Saturno con la Muerte, que devora la vida de los hombres. También se relaciona con la tiranía de Fernando VII y la España que devora a sus hijos.
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