Francisco de Goya: Pintor de la modernidad y precursor de movimientos pictóricos
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Francisco de Goya:
Nació en Aragón, donde su padre realizaba trabajos de dorado en el altar mayor de su parroquia. En 1763 viajó a Madrid llamado por Francisco Bayeu, con quien acabó formándose como pintor. Pero sería en Zaragoza donde realizaría sus primeros trabajos importantes. Eran obras de temática religiosa: las pinturas para la “Cartuja de Aula Dei” o los Frescos del “Regina Martyrum”. Llamado por Mengs, Goya estaba dispuesto a iniciar su carrera como pintor de la Corte. En esta etapa pintaría numerosos cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, trabajo en el que recibiría el encargo de grabar las obras de Velázquez. Finalmente, sería nombrado pintor de cámara, primero con Carlos III y después con Carlos IV. A esta época pertenecen retratos de los monarcas y de personajes de la Corte: “Carlos III cazador”; “Gaspar Melchor de Jovellanos”; las Majas son excelentes ejemplos. Al mismo tiempo, realizaría escenas castizas sobre la vida cotidiana del pueblo madrileño, y, de nuevo, una obra religiosa, las excelentes pinturas de la “Bóveda del Templo de San Antonio de la Florida” en Madrid. De esta época son también sus primeras series de grabados, Los Caprichos, una serie de 80 grabados que representa una sátira de la sociedad española de finales del siglo XVIII. Apenas iniciado el siglo XIX muere su esposa y Goya asiste a los horrores provocados por la Guerra de la Independencia, que plasmó en “La Carga de los Mamelucos” y “Los Fusilamientos del 3 de mayo”, así como, en su segunda serie de grabados Los Desastres de la Guerra. Su tercera serie de grabados será la conocida Tauromaquia, láminas realizadas a partir de 1815 en las que pudo rememorar tiempos de juventud, pero analizados en profundidad. En este tiempo, su acusada sordera y su soledad darán como fruto las Pinturas Negras, con las que decoró las paredes de la Quinta del Sordo, estas pinturas son verdaderos precedentes del expresionismo y del surrealismo. Crea pinturas que muestran su desesperanza y su desengaño, al igual que su última serie de grabados de Los Disparates, en las que se realiza una crítica al poder establecido, pero que, sin embargo, es la serie de más difícil interpretación. Tras la guerra Goya es sustituido como primer pintor de cámara por lo que experimenta un descenso en sus encargos. Esto junto a haberse mostrado partidario de la Constitución de 1812 y temiendo la represión absolutista de Fernando VII, hace que, en 1824, huyera a Francia. Jubilado por propia petición, concibe su última obra maestra, “La Lechera de Burdeos”, lienzo que supuso un verdadero anticipo del Impresionismo. A Goya hay que considerarlo como un artista que en su colosal obra anunció la modernidad e influyó poderosamente en los pintores de las siguientes generaciones. Su obra es, por un lado, reflejo de todos estos estilos. Por otro, recrea y reinventa continuamente, adelantándose a su época. Su sentido del color influirá en el arte contemporáneo, ya que lo utiliza como medio de expresión. Su pincelada es suelta y vigorosa. A esto se une su técnica, al utilizar indistintamente los pinceles, los dedos, la espátula, brochas... Su gusto por la realidad es una peculiaridad que lo aísla de su tiempo y lo enlaza al nuestro. Goya nos ha dejado una obra ingente cuyo estilo varía enormemente en el tiempo. Su paleta, de colores claros y brillantes en un principio, se irá oscureciendo paulatinamente. Y sus temas religiosos, cortesanos y galantes irán dejando paso a otros relacionados con la historia del momento. Su sordera a partir de 1792 y la visión de las atrocidades de la Guerra de la Independencia influyeron también en su cambio de estilo.
Los Fusilamientos del 3 de mayo
Autor: Francisco de Goya Cronología: 1814 Estilo: Neoclasicismo/Romanticismo Localización: Museo del Prado Técnica: óleo sobre tela. Descripción: Se representa un hecho histórico real, del que quizá Goya fue testigo: el fusilamiento de civiles madrileños como castigo por su rebelión contra los franceses. El protagonista es el pueblo anónimo. Éste es un concepto romántico y moderno de entender la guerra y los logros nacionales, que se atribuyen al pueblo y su voluntad. El grupo de hombres de la izquierda presenta espontaneidad y desorganización; se enfrentan horrorizados a un pelotón de fusilamiento bien organizado. Pero, sin embargo, Goya no ha pintado el rostro de ninguno: los franceses no son nadie. No hay un oficial al mando, únicamente el pueblo que va a morir. Goya utiliza el tenebrismo para conseguir un efecto dramático. Sobre un fondo oscuro, el foco de luz único proviene del farol, que separa dos zonas, una la de los patriotas, fuertemente iluminada, y otra, la de los franceses, que aparece en penumbra. El colorido es muy expresivo. Predominan los tonos oscuros en fuerte contraste con el blanco, el amarillo y el rojo. Es una obra de extraordinaria modernidad, la pintura se convierte en una forma de "protesta social". Este cuadro servirá de modelo a otros pintores como: Picasso "La masacre de Corea" (1951). Además, Goya se muestra como precursor de movimientos pictóricos contemporáneos: del Romanticismo, del Cubismo y del del Expresionismo.
Saturno devorando a un hijo
Autor: Francisco de Goya Cronología: 1820-1823 Estilo: Romanticismo Localización: Museo del Prado Técnica: mixta. Descripción: A partir de 1814, con la restauración del rey absolutista Fernando VII, el pintor preferido de la Corte pasará ser ahora Vicente López. Este hecho hará que Goya se traslade a vivir en 1819 a la Quinta del Sordo, donde realice entonces una pintura sorprendente, sin ningún tipo de finalidad. En estas pinturas, muestra un mundo de seres extraños, grotescos y fantásticos, en los que triunfa lo expresivo sobre la belleza de las formas. Salen a la luz las feroces y desencantadas visiones que el artista había ido acumulando a lo largo de su vida. Las pinceladas se hacen pastosas, gruesas, largas, rápidas y expresionistas, llegando a utilizar la espátula para aplicar el color. En cuanto a la gama cromática, utiliza casi en exclusiva los ocres, los tonos tierras y, sobre todo, los grises y los negros. Entre las Pinturas Negras, destaca este “Saturno devorando a sus hijos”, que nos muestra una de las escenas más desgarradoras y trágicas de la serie, ya que presenta el instante en que el dios está comiéndose el cuerpo de uno de sus hijos, para que ninguno de ellos pudiera destronarle. artista. Un espacio totalmente oscuro rodea la figura del dios, en la que destaca su deformidad y su rostro monstruoso. En ella se refleja claramente la melancolía y la tristeza por el tiempo pasado de Goya, aunque también se hacen referencias al presente.
La familia de Carlos IV
Autor: Francisco de Goya Cronología: 1800 Estilo: Neoclasicismo/Romanticismo Localización: Museo del Prado Técnica: óleo sobre lienzo. Descripción: Se trata de una escena típicamente neoclásica en la que los personajes aparecen divididos en dos grupos en torno a los reyes. En el centro, se sitúan los monarcas con sus dos hijos menores; en la derecha, el grupo presidido por el príncipe heredero realizado en una gama fría, mientras que en la izquierda los Príncipes de Parma, en una gama caliente. Todas las figuras están envueltas en una especie de niebla dorada que pone en relación la obra con Las Meninas. Todos los hombres retratados portan la Orden de Carlos III y algunos también el Toisón de Oro, mientras que las damas visten a la moda Imperio y ostentan la banda de la Orden de María Luisa. Lo que más interesa al pintor es captar la personalidad de los retratados, fundamentalmente de la reina y del rey. Estilísticamente destaca la pincelada tan suelta empleada por Goya; desde la distancia parece que ha detallado todas y cada una de las condecoraciones, pero al acercarse se aprecian claramente las manchas.