Fractura de Cadera: Manifestaciones Clínicas y Aplicación de Drenajes Quirúrgicos por Capilaridad

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Manifestaciones Clínicas de la Fractura de Cadera

Los signos y síntomas característicos que sugieren una fractura de cadera incluyen un conjunto de manifestaciones específicas:

  • Dolor agudo y súbito: Localizado principalmente en la región inguinal y sobre el trocánter mayor. En algunos pacientes, este dolor puede irradiar hacia la rodilla del mismo lado.
  • Impotencia funcional: Incapacidad significativa o total para mover activamente la cadera y la extremidad afectada.
  • Deformidad visible: A menudo se observa un acortamiento de la extremidad afectada en comparación con la contralateral.
  • Rotación externa: La pierna y el pie de la extremidad afectada tienden a posicionarse en rotación hacia afuera.
  • Debilidad muscular: Percepción de debilidad en los músculos que rodean la articulación de la cadera.

Tipos de Drenajes Quirúrgicos y su Aplicación

Los drenajes quirúrgicos son dispositivos fundamentales en el manejo postoperatorio para evacuar colecciones líquidas o gaseosas. Se clasifican según diversos criterios, incluyendo su mecanismo de acción.

Drenajes Pasivos por Capilaridad

Estos drenajes no requieren succión externa, sino que funcionan aprovechando el fenómeno físico de la capilaridad para movilizar los fluidos desde la cavidad o herida hacia el exterior. A continuación, se describen algunos de los más comunes en esta categoría:

1. Drenaje de Penrose

Es un tubo fabricado en látex, caracterizado por ser blando, suave y aplanado, con una única luz (canal interno). Se encuentra disponible en diversas longitudes y diámetros, usualmente entre 1 cm y 2,5 cm. Este dispositivo opera como un drenaje pasivo, facilitando la salida de líquidos por capilaridad a lo largo de su superficie y luz. Su exteriorización se realiza a través de una incisión contralateral a la herida quirúrgica principal o, en ciertas situaciones, a través de la misma. Es valorado como uno de los drenajes más inocuos y ampliamente utilizados, debido a su bajo riesgo de lesionar órganos o tejidos adyacentes.

Indicaciones y Uso del Drenaje de Penrose

Sus aplicaciones más frecuentes incluyen:

  • Drenaje de abscesos superficiales localizados en el tejido celular subcutáneo.
  • Evacuación de contenidos purulentos de la cavidad abdominal (por ejemplo, en casos de peritonitis).
  • Colocación profiláctica cerca de anastomosis intestinales para la detección temprana de posibles fugas o dehiscencias.

Procedimiento de inserción y manejo: Se introduce un extremo del drenaje en la zona a drenar, mientras que el extremo opuesto se saca al exterior a través de la piel mediante una pequeña incisión. El material drenado se recoge habitualmente en apósitos de gasa estériles. En casos de drenaje muy abundante o si existe riesgo de irritación o lesión de la piel circundante, es posible acoplar una bolsa de colostomía o similar para la recolección. Es importante señalar que este tipo de drenaje pierde eficacia ante secreciones de consistencia pastosa, semisólida o irregular.

Cuando se busca potenciar la capilaridad y evacuar un volumen mayor de fluido, se puede introducir una mecha de gasa dentro de la luz del tubo de Penrose; esta variante se conoce como drenaje en cigarrillo.

Riesgos Asociados

A pesar de su seguridad relativa, el uso del drenaje de Penrose no está exento de posibles complicaciones:

  • Mal funcionamiento (obstrucción, acodamiento).
  • Pérdida o desplazamiento del drenaje hacia el interior de la herida.
  • Hemorragia, si erosiona algún vaso sanguíneo.
  • Infección, generalmente por ascenso de microorganismos desde el exterior (infección retrógrada).
Técnica Quirúrgica de Colocación

Generalmente, tras la conclusión del procedimiento quirúrgico principal, el cirujano efectúa una pequeña incisión cutánea contralateral con un bisturí manual, por donde se exteriorizará el drenaje. A través de esta incisión, que debe atravesar todas las capas de la pared corporal, se introduce una pinza quirúrgica (desde el exterior hacia el interior de la cavidad) para tomar el extremo del drenaje y posicionarlo adecuadamente en el lecho o fondo de la zona que requiere drenaje. Una vez colocado, se recorta el material sobrante del drenaje, se fija a la piel mediante un punto de sutura no reabsorbible o un agrafe (grapa quirúrgica), y se aísla el sitio mientras se procede al cierre de la incisión quirúrgica principal.

Retirada del Drenaje

La extracción del drenaje de Penrose debe ser progresiva. Este método gradual es fundamental para permitir que el trayecto fistuloso creado por el drenaje cicatrice desde su parte más profunda hacia la superficie, evitando así la formación de colecciones residuales o fístulas persistentes. Habitualmente, se comienza a retirar el drenaje unos dos centímetros por día, a partir del cuarto o quinto día del postoperatorio, o según la evolución clínica y el débito. Para controlar la retirada y evitar su reintroducción accidental, se suele colocar un imperdible de seguridad atravesando el drenaje cerca de la piel.

2. Tira de Gasa Orillada (Drenaje en Mecha)

Consiste en una tira de gasa, generalmente estrecha y estéril, con bordes orillados para evitar el deshilachamiento. Su mecanismo de acción se basa en facilitar el drenaje por capilaridad. Se emplea con frecuencia en:

  • Heridas de pequeño tamaño, como incisiones quirúrgicas que presentan signos de infección localizada en un punto de sutura.
  • Evacuación de pequeñas acumulaciones de contenido seroso o serohemático.
  • Manejo de abscesos de dimensiones reducidas tras su incisión y drenaje.
  • Heridas con alto riesgo de cierre en falso (cierre de la piel antes que los tejidos profundos), lo que podría propiciar el desarrollo de una infección subyacente.

Es crucial considerar que si la tira de gasa se deseca, su capacidad para drenar por capilaridad se ve comprometida. Por ello, es práctica común colocar la tira humedecida con suero fisiológico estéril o impregnada con alguna pomada (por ejemplo, antibiótica o antiséptica), según la indicación clínica específica y el estado de la herida.

3. Lámina en Tejadillo

Este tipo de drenaje es una pieza fabricada en material flexible como látex o silicona. Su diseño se caracteriza por presentar una superficie estriada o acanalada, cuya forma recuerda a la disposición de las tejas en un tejado. El propósito fundamental de la lámina en tejadillo es mantener entreabierto un punto de la herida quirúrgica o una pequeña cavidad, facilitando así la salida continua del exudado. Para asegurar su correcta posición y evitar su desplazamiento, se fija a la piel adyacente mediante un punto de sutura.

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