Formas Musicales del Propio de la Misa: Salmodia Antifonal y Responsorial
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El Propio de la Misa
El Propio es el conjunto de misas cuyos textos varían a lo largo del año litúrgico.
El canto de los salmos (la salmodia) era parte de la misa, como también lo era de los oficios. El Propio siguió las prácticas de la salmodia antifonal y la salmodia responsorial.
Salmodia Antifonal
Está formado por dos partes, interpretadas por el coro.
Introito
Parte inicial formada por el canto de un salmo al que acompañaba una antífona. Poseen melodías más elaboradas y complejas que las de las antífonas de los oficios. Entre los siglos VIII y IX se produjo de manera gradual un acortamiento del Introito (se interpretó cuando el sacerdote ya estaba en el altar, canto procesional). En sus orígenes se interpretaron de manera antifonal, pero en la Edad Media tardía adoptaron la forma de canto responsorial.
Comunión
Es el canto antifonal más antiguo de la misa. Esta fue perdiendo el salmo; hacia el siglo XII se redujo a la antífona. Solo se daba en ciertos momentos del año litúrgico. El canto de la Comunión se acabó considerando una conclusión en lugar de un acompañamiento. Son breves, de estilo silábico, alcanzando una extensión moderada.
Salmodia Responsorial
El término hace referencia a la práctica de cantar respuestas sencillas y breves, encomendadas a la asamblea. Al desarrollarse la schola cantorum, las respuestas se convirtieron en cantos corales. Tiene 4 partes:
Gradual
El canto que sigue a la primera lectura. El nombre deriva de la posición de los solistas en las gradas del púlpito. El estilo es melismático. Su estructura consta de un responso y de un versículo de un salmo. El solista inicia el responso que completa el coro, el versículo es cantado por el solista, y se une el coro en la última frase.
Aleluya
El término es la expresión hallelu jahve. Como expresión de alabanza se usa en gran variedad de formas de canto en las liturgias cristianas. La forma habitual es:
- El solista canta la palabra alleluia y el coro la repite y añade un amplio melisma final (jubilus).
- El solista canta el versículo y el coro se une en la última frase (carácter melismático).
- El coro canta alleluia con el jubilus; a finales de la Edad Media, esta frase fue omitida.
Tracto
Los cantos que no tienen alleluia ponen en su lugar un Tracto. Los Tractos consisten en una serie de versículos de salmos. Son los cantos de mayor extensión de la liturgia, por sus largos textos y carácter melismático. Están en modo II o en modo VIII y utilizan formas melódicas recurrentes. Algunos Tractos comienzan con amplios pasajes sobre una misma nota.
Ofertorio
Fue un canto antifonal. Tuvo casi la misma estructura que el Introito pero experimentó una peculiar evolución: canto antifonal que adopta la forma de estilo de la salmodia responsorial. El estilo de piezas para el Ofertorio es semejante al de los Graduales, melismático y con un ámbito amplio.