Formación de la Orina y Enfermedades del Sistema Renal
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Formación de la Orina
La formación de orina por parte de los riñones consta de tres procesos:
- Filtración glomerular: La sangre penetra en el glomérulo a través de la arteriola aferente y, a través de su membrana, se produce la filtración. Pasan los electrolitos, moléculas orgánicas y el agua al interior de la cápsula de Bowman. No se filtran las células sanguíneas ni la mayor parte de las proteínas.
- Reabsorción tubular: Consiste en el paso de solutos y agua desde el túbulo renal hasta el espacio intersticial. Es decir, la recuperación de sustancias útiles que fueron filtradas por el glomérulo debido a su bajo peso molecular.
- Secreción tubular: Es el paso de sustancias desde el líquido intersticial hacia el túbulo renal. Los desechos y sustancias en exceso que no se filtraron inicialmente hacia la cápsula de Bowman son excretados activamente dentro del túbulo contorneado distal.
Uréteres
Son dos conductos que se originan en la pelvis renal y trasladan la orina desde cada riñón hasta la vejiga mediante movimientos peristálticos. Tienen una longitud de 25-35 centímetros. La contracción de los músculos de la vejiga cierra el meato ureteral e impide el reflujo de la orina.
Vejiga Urinaria
Es un órgano musculo-membranoso hueco, con aspecto arrugado cuando está vacía y esférico cuando está llena. Su función es recibir la orina procedente de los uréteres, almacenarla y luego enviarla a la uretra para su excreción. La capacidad de la vejiga es de unos 500 mililitros, pero en condiciones extremas llega a los dos litros. La capa muscular de la vejiga corresponde al músculo detrusor, cuya función es evacuar la orina de la vejiga hacia la uretra.
Uretra
Es el último tramo de las vías urinarias y es diferente en la mujer y el hombre. El esfínter externo nos permite controlar el reflejo de micción.
Uretra Femenina
Posee una longitud de 3-4 cm y desemboca en la entrada de la vagina.
Uretra Masculina
Tiene una longitud de unos 20 centímetros y se divide en tres partes: uretra prostática, membranosa y esponjosa o peneana.
Composición de la Orina
Líquido de color amarillo que contiene un 95-96% de agua. Dentro de los desechos nitrogenados, la mitad es urea y el resto son amonios, creatinina, junto con cloruros, fosfatos, sodio, potasio, etc. En condiciones normales, la orina no posee glucosa, proteínas ni lípidos, y el pH está entre 5 y 7.
Reflejo de Micción
Es el mecanismo por el que se vacía la vejiga. Debido a las propiedades elásticas de la vejiga y a mecanismos nerviosos, la presión dentro de la vejiga se mantiene constante mientras se está llenando. Pero cuando la tensión de sus paredes se sobrepasa, aumenta la presión y se desencadena un reflejo. Ese aumento de presión es recibido en el cuello de la vejiga y en el esfínter vesical. La orina es desalojada por la relajación. Al día se elimina sobre 1,5-2 litros de orina.
Enfermedades del Sistema Renal
Cólico Nefrítico
Es un dolor agudo en el tracto urinario. Sus causas son la pielonefritis, un traumatismo renal o la uropatía obstructiva por una litiasis, un tumor o un coágulo, aunque la más frecuente es la litiasis. Sus síntomas son dolor intenso, polaquiuria, sudoración profunda, fiebre por infección, náuseas y vómitos. El diagnóstico se realiza en clínica y exploración física, y su tratamiento puede ser analgésico y evitar en las primeras horas la hiperhidratación porque produce un aumento de la presión renal y dolor.
Litiasis Renal
Es una enfermedad causada por la presencia de piedras en el interior de los riñones o las vías urinarias. Los cálculos renales también pueden ser la causa y se componen de sustancias normales de la orina, pero por diferentes razones se han concentrado y solidificado en fragmentos de mayor tamaño. Algunas causas pueden ser que la orina esté saturada de sales, una disminución del volumen urinario o el incremento en la excreción urinaria de sustancias químicas que impidan la disolución de sales. Sus síntomas son dolor, sangre en la orina (hematuria) e infecciones urinarias. Su diagnóstico se realiza mediante análisis rutinarios de orina, donde se descubren por casualidad cálculos renales, normalmente en la clínica. El tratamiento en la mayoría de los cálculos se realiza mediante expulsión espontánea y, si no es así, se necesita tratamiento médico. La litotricia rompe los cálculos en pequeños trozos para su fácil expulsión y, en pocos casos, se realiza intervención quirúrgica. Para su prevención se aconseja beber dos litros de agua al día, seguir una dieta no superior a 2000 kcal con escasa sal, limitando proteínas, alcohol y azúcares, y equilibrada en calcio.