Formación Literaria: Claves para el Desarrollo de la Competencia Lectora y el Papel Docente
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Definición y Objetivos de la Formación Literaria
El diccionario de la Real Academia Española define el término educación como «instrucción por medio de la acción docente». El término Formación Literaria o educación literaria, según Aguiar e Silva, es un saber que permite producir y comprender textos, proporcionando una visión en la que la unión de la escritura y la lectura son claves para la adquisición de la competencia literaria. Este autor afirma que la literatura influye de manera progresiva en la educación en valores. Podríamos decir que la literatura es una manifestación artística que contribuye a la competencia cultural y artística. Como bien señala Felipe Zayas en uno de sus artículos, la educación literaria implica la lectura como experiencia satisfactoria, el aprendizaje de la construcción del sentido del texto y el conocimiento de las particularidades lingüísticas de los textos literarios.
A lo largo de la evolución en la enseñanza de la literatura, se ha podido observar que esta no siempre permite un aprendizaje homogéneo y tipificado. Como señala Antonio Mendoza Fillola, la didáctica de la literatura debe tener un doble carácter integrador: aprender a valorar y apreciar las creaciones de signo estético-literario. Las competencias esenciales se deberán desarrollar en dos direcciones:
- Iniciarse en la estructura creativa para expresar sus pensamientos, de forma que se entienda la literatura como un fenómeno social y no exclusivamente escolar.
- No fijar como objetivo la memorización de autores, sino enseñar las características literarias de una época.
El objetivo formativo de la lectura literaria es desarrollar la competencia literaria y cada uno de sus componentes, entre los que destacan, en forma de bloques integrados, la competencia lectora y, particularmente, el intertexto del lector. Por eso, la escuela tiene la labor decisiva de transmisión del patrimonio literario, siendo esta una labor difícil, ya que los jóvenes están inmersos en la cultura de la comunicación audiovisual y encuentran el contacto literario exclusivamente en el centro escolar.
De este modo, vemos cómo la literatura tiene un papel importante en el desarrollo de las competencias básicas, ayudando a la construcción del sentido del texto y favoreciendo el lenguaje en general por medio de la adquisición de vocabulario.
El Papel Fundamental del Docente en la Formación Literaria
La finalidad primordial del docente es crear lectores competentes; por eso, tiene un papel clave a la hora de decidir qué se va a leer, en qué orden y qué tipo de actividades se van a realizar de forma progresiva.
El papel del docente como mediador es actuar como un puente transmisor que ayudará a crear hábitos lectores y a despertar en el alumno el placer de leer por leer, de leer por el simple gusto de la lectura. Esto se verá muy influenciado si el adulto facilitador siente pasión por los libros y la lectura, y es capaz no solo de transmitirla, sino también de seducir con su entusiasmo a su alumnado.
Daniel Pennac, en su conocido decálogo, expone los derechos imprescindibles del lector, que nos ayudarán en nuestro papel mediador. Estos son:
- El derecho a no leer.
- El derecho a saltarnos páginas.
- El derecho a no terminar un libro.
- El derecho a releer.
- El derecho a leer cualquier cosa.
- El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual).
- El derecho a ojear.
- El derecho a leer en voz alta.
- El derecho a callarnos.
- El derecho a leer en cualquier sitio.
El maestro debe saber conducir al alumno hacia un mundo donde la imaginación y la creatividad formen parte de cada proceso de aprendizaje. Para ello, es necesaria una buena coordinación con la familia, influyente en el habitus familiar, donde debe predominar el hábito lector para obtener un resultado óptimo.
Conclusión: La Búsqueda del Placer Lector
Para finalizar, destacamos la importancia de encontrar nuestro gusto lector, tal como lo expresaba Jorge Luis Borges:
«Un libro es una cosa entre las cosas hasta que da con su lector, que es cuando se forma esa emoción singular llamada belleza».