Formación y Enseñanza Religiosa en la Educación: Claves para el Profesorado
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El Rol del Profesor de Religión en la Formación Integral
El profesor de religión tiene la responsabilidad de educar en la fe a los niños, una responsabilidad que solo puede asumir quien tiene una preparación pedagógica y didáctica adecuada y quien lleva una vida cristiana. Una persona no tiene una excelente formación didáctica y teológica si no tiene experiencia cristiana. Nadie puede dar a conocer a Jesucristo sino lo conoce él mismo.
Según Benedicto XVI, los profesores de religión son instruidos por Dios, tienen a Dios por maestro.
Claves para la Enseñanza Religiosa
El maestro debe saber cuándo, cómo y qué enseñar:
- Qué enseñar: Proyectos epistemológicos correctos, conocer el currículo de religión elaborado por la Conferencia Episcopal. Además, el profesor debe tener su propio esquema de conocimiento, conjunto de ideas, mapa conceptual donde colocamos los contenidos que vamos a dar.
La enseñanza de la religión consiste esencialmente en mostrar a Jesucristo. Si el alumno conoce a Cristo, podrá conocerse a sí mismo y darse a los demás. Mostrar a Cristo solo puede hacerse desde el convencimiento. El profesor parte de su amor a Jesús, y solo desde el entusiasmo de ese conocimiento puede transmitirlo. Pero además, necesita formación didáctica y una cierta vocación.
Formación Doctrinal del Profesor
Con las competencias básicas, las competencias didácticas, los conocimientos pedagógicos y la formación doctrinal, podremos enseñar a los diferentes alumnos con diversas circunstancias familiares y sociales. Esta formación se concreta en un profundo conocimiento de la palabra revelada. El Antiguo y el Nuevo Testamento son imprescindibles como recurso del profesor. Además, no basta con un estudio serio del Evangelio, que es mucho, sino que es vital saber relacionar lo que ya dijeron los profetas para entender a Jesucristo.
Del conocimiento de la Revelación surge el sentido último de los sacramentos y la moral.
Todo el contenido de la fe y la moral está en el Catecismo de la Iglesia Católica. Acudir a él como fuente y punto de referencia.
Estar al día de los nuevos documentos del Magisterio que afectan a la materia y estar preparados para un diálogo fe-cultura.
Diferencia entre Catequesis y Enseñanza Religiosa
- Catequesis: Enseñanza elemental de las verdades cristianas que reciben personas que desean formarse para recibir los sacramentos. Responsabilidad de la parroquia:
- Ayudar al conocimiento de las verdades de la fe.
- Educar en la liturgia.
- Formación moral.
- Introducción en la vida de oración.
- Enseñanza religiosa: Se basa en una formación científica a través de los métodos normales de la enseñanza curricular, además de los contenidos de otras materias. Se trata de establecer relación entre fe y razón, y fe y cultura:
- Adquirir capacidad para juzgar las realidades sociales.
- Adquirir actitudes y conductas éticas propiamente cristianas.
- Aprender una visión cristiana del hombre y de la historia.
- Educar la dimensión religiosa de la persona.
Desarrollo de la Conciencia Religiosa por Etapas Educativas
Infantil
Desde pequeño, el niño tiene cierta conciencia de la divinidad. Los niños descubren de manera propia la trascendencia. Se fían de sus padres y maestros. Las emociones que tienen al escuchar relatos bíblicos e historias de Jesús son duraderas. No hay que olvidar la tendencia a fabular o imaginar. Por eso, podríamos confundirnos sobre su planteamiento de lo trascendental.
Primer Ciclo de Primaria
Ciertos cambios de carácter psicológico. Aunque el papel de la familia es fundamental, podemos decir que hay cierta independencia de los mayores, va desapareciendo el pensamiento mágico. Desde el punto de vista religioso:
- Distinguen más claramente la figura de Dios, mayor sentimiento por lo sagrado.
- Más facilidad para los ritos y las oraciones.
- Oración como relación con Dios.
- Interés por la figura de Jesús, les gustan los relatos.
- Capaz de actuar en conciencia (bien y mal).
Aprender a convivir. A esto ayudan valores y virtudes que se aprenden en la enseñanza de la religión. Es importante que tengan una educación moral positiva. Tienen que aprender lo que es bueno. No enseñarles lo que es el pecado o las prohibiciones, sino el amor de Dios y las bienaventuranzas.
Tercer Ciclo de Primaria
Aprenden más conceptos religiosos. Muchos expertos creen que, al final de esta etapa, es el momento oportuno de que reciban la Confirmación. El niño va profundizando en la formación de la conciencia, depende, claro está, del clima moral en que viva. El profesor deberá estar especialmente atento. La formación de la conciencia, que les permite distinguir el bien y el mal, les capacita para hacer examen de conciencia y pedir perdón a Dios a través de la penitencia.
La Familia y el Entorno
En la sociedad hay elementos discordantes que no tienen que ver con lo que el maestro o los padres quieren para los niños. La mayoría de estos factores son manejables por los padres, como la televisión o el internet sin control. La enseñanza religiosa puede verse dañada por culpa de estos elementos.
Marco Legal y Curricular de la Enseñanza Religiosa
La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), tiene en cuenta en la Disposición Adicional Segunda el derecho de los padres a la formación religiosa y moral de sus hijos, según sus convicciones, estableciendo que la enseñanza de la religión se incluirá como área o materia en los niveles educativos que corresponda. Los Decretos de Enseñanzas Mínimas desarrollan dicha Disposición Adicional Segunda en cuanto a su presencia curricular y condiciones académicas. Asimismo, corresponde a la Jerarquía eclesiástica determinar el currículo propio de la enseñanza religiosa católica.
En este marco, la enseñanza de la religión y moral católica se presenta como opción libre para los alumnos y obligatoria para los centros. La enseñanza religiosa contribuye a la calidad de la educación que preconiza la LOE desde la propuesta y desarrollo de unos conocimientos, valores y actitudes que conforman su propio currículo. Lo hace desarrollando especialmente la capacidad trascendente del alumno, facilitándole una propuesta de sentido último para su vida e iluminando el fundamento de aquellos valores comunes que hacen posible una convivencia libre, pacífica y solidaria.
El currículo de la enseñanza de la religión católica es una síntesis básica y global del mensaje cristiano, adecuada a la edad del alumno, a las exigencias epistemológicas de la materia, a las expresiones culturales del entorno y a las demandas didácticas del sistema educativo.
Dimensiones de la Enseñanza Religiosa Católica
- La dimensión cultural e histórica está presente en la enseñanza religiosa, dado que el patrimonio cultural, histórico y antropológico-axiológico que gran parte de las sociedades reciben del pasado está vertebrado por contenidos religiosos.
- La dimensión humanizadora de la opción católica constituye una aportación eficaz en la maduración de la personalidad integral del alumno, enraizando los mismos objetivos del sistema educativo en un núcleo referencial de ideas, valores y creencias que permiten al alumno dar respuesta a sus interrogantes más radicales, haciendo a su vez posible la formación de hombres y mujeres conscientes, críticos, libres y creadores.
- La dimensión ético-moral explicita las exigencias morales que conlleva el mensaje cristiano. En la religión católica se ofrece una determinada manera de ver la vida, en cuya base se encuentra un concepto de hombre, un núcleo referencial de ideas y creencias, y la propuesta de una escala de principios y valores.
- La opción religiosa católica se presenta en el ámbito escolar, en su estructura epistemológica o disciplinar, con el carácter científico con el que, en la cultura universitaria, se abordan las ciencias de la religión y la teología.
Relación de la Religión con las Competencias Básicas
En lo que se refiere a la Educación Primaria —etapa en la que el niño comienza a tener conciencia refleja de sus propias acciones, percibiéndose cada vez más como individuo—, el alumno se enfrenta por primera vez a la urgente necesidad de realizar el descubrimiento de su propia identidad.
Una de las funciones de la enseñanza escolar católica en esta etapa es la presentación de los modelos cristianos de identificación. Estos se encuentran en las figuras bíblicas más destacadas de la historia de la salvación, en las acciones y vivencias de la comunidad cristiana y, sobre todo, en la persona, vida y palabra de Jesucristo.
- Competencia en comunicación lingüística.
- Competencia social y cívica.
- Competencia cultural y artística.
- Competencia de aprender a aprender.
- Competencia de autonomía e iniciativa personal.
- Competencia en el conocimiento e interacción con el mundo físico.
Programación Didáctica y Desarrollo de Unidades Didácticas
El siguiente paso es la programación, es decir, la unidad didáctica. El desarrollo adecuado de la unidad didáctica supone unos conocimientos técnicos que debe manejar el profesor para concretar cómo debe afrontar la enseñanza de cada uno de los contenidos del currículo. Hablamos de contextualización; el docente debe saber adecuar el contexto social y psicológico.
Definición y Elementos de la Unidad Didáctica
Lo primero es definir la unidad didáctica. Es necesario saber hacia dónde vamos, qué pretendemos con esta unidad, los datos precisos. El título de la unidad es también importante, pues nos muestra con claridad cuál es el tema.
En cuanto a la temporización, es muy importante saber el tiempo que dedicaremos a cada unidad para poder ver a lo largo del ciclo todos los contenidos programados.
Existen cuatro justificaciones: epistemológica, psicológica, social, curricular.
Las competencias son las que determinan lo que el profesor desarrollará a lo largo de una unidad didáctica.
Para llegar a los objetivos, antes debe tener en cuenta los requisitos previstos. Conocer el temario que va a enseñar. Los objetivos didácticos son el elemento más importante en la composición de la unidad; indican qué es lo que quiero que aprendan los alumnos.
Contenidos y Evaluación
Los contenidos surgen directamente de los objetivos. En la enseñanza de un tema determinado, nos encontramos con tres tipos de contenidos bien diferenciados: conceptuales, procedimentales y actitudinales. Describirlos y los tres tipos de evaluación: inicial, continua y final.