Fomentando el Pensamiento Creativo y el Desarrollo Cognitivo Infantil: Estrategias Educativas y Perspectiva Piagetiana

Pensamiento creativo

Estimularemos el pensamiento creativo generando un buen ambiente que anime a los niños y niñas a formular preguntas.

Juegos o actividades para realizar con los niños y niñas

• Imaginar todo lo que se puede hacer con diversos objetos: un martillo, un libro, una caja, un abanico, un gorro, etc.
• Transformar un objeto para que pueda realizar funciones distintas a las habituales; por ejemplo, un bolígrafo puede convertirse en una flauta, un peine, etc.
• Hacer un dibujo a partir de algunos trazos iniciales.
• Inventar palabras que designen objetos nuevos.
• Inventar historias encadenadas en las que cada niño o niña aporte un elemento nuevo a la narración.
• Realizar todos los dibujos posibles, diferentes y originales a partir de un estímulo dado (por ejemplo, un círculo, una mancha).

El concepto de inteligencia según Piaget

Jean Piaget, contrario a los tests de inteligencia estandarizados y a la cuantificación de la misma, consideraba la inteligencia como sinónimo de adaptación. Este proceso fundamental para el desarrollo cognitivo supone una interacción dialéctica y continua entre la asimilación y la acomodación.

• La asimilación consiste en la incorporación de nuevos objetos, información o experiencias al conjunto de esquemas mentales y conductas que el niño o niña ya posee. Es decir, interpreta la nueva realidad a través de sus estructuras existentes.
• La acomodación implica la modificación de dichos esquemas mentales y conductas para ajustarse a las características de esos nuevos objetos, información o experiencias. Esto ocurre cuando los esquemas existentes no son suficientes para comprender la nueva situación.

Ejemplos ilustrativos:

• Ejemplo de asimilación: Un niño pequeño que conoce los caballos ve por primera vez una cebra en el zoológico y la nombra "caballo", ya que asimila este nuevo animal (con rayas) a su esquema preexistente de "caballo" (animal de cuatro patas, con crin y cola).
• Ejemplo de acomodación: Al mismo niño se le explica que, aunque se parece, la cebra es un animal diferente al caballo debido a sus rayas y otras características. El niño entonces modifica su esquema de "caballo" y crea uno nuevo o diferenciado para "cebra", acomodando así su estructura cognitiva para incorporar este nuevo aprendizaje y distinguir ambos animales.

Piaget también utiliza el término sincretismo para explicar cómo el niño o la niña, especialmente en las primeras etapas del desarrollo, capta inicialmente las cosas de manera global e indiferenciada, sin analizar las partes o detalles. El proceso mediante el cual comprende la realidad, comenzando por la percepción de la totalidad antes que el análisis de sus componentes, se relaciona con el principio de “globalización” en el contexto de su teoría del aprendizaje y en la pedagogía infantil.

Actuación desde la escuela infantil

Las pautas fundamentales para la actuación e intervención educativa en la etapa de Educación Infantil, orientadas a potenciar el desarrollo integral, son:

• Establecimiento de hábitos y desarrollo de habilidades de autonomía personal: control de esfínteres, rutinas de aseo e higiene, alimentación autónoma, capacidad para vestirse y desvestirse.
• Adquisición de las bases de la comunicación e interacción social, tanto a nivel verbal (lenguaje oral) como no verbal (expresión gestual, corporal, contacto visual, etc.).
• Desarrollo y fortalecimiento de las bases de las actividades cognitivas más elementales, como la capacidad de prestar atención selectiva y sostenida a estímulos relevantes, y la habilidad para discriminar estímulos auditivos, visuales, táctiles, verbales, gestuales, etc.

Es crucial asegurar que los niños y niñas aprendan y experimenten que su esfuerzo personal y su participación activa conducen al éxito, al aprendizaje y al logro de metas, fomentando así una autoimagen positiva como aprendices.

Necesidades y adaptaciones más frecuentes

Para atender a la diversidad en el aula y responder a las necesidades individuales de aprendizaje, algunas de las adaptaciones metodológicas y organizativas más frecuentes incluyen:

• Permitir un ritmo de aprendizaje más pausado y personalizado, respetando los tiempos individuales de cada niño o niña.
• Descomponer las tareas complejas en pasos más pequeños, secuenciados y sencillos (simplificar las tareas) para facilitar su comprensión y ejecución.
• Proporcionar más ensayos, repeticiones y oportunidades variadas para practicar y consolidar los aprendizajes.
• Motivar de forma especial en las actividades, presentándolas de manera lúdica, manipulativa y atractiva, y retirando la ayuda (andamiaje) progresivamente a medida que el niño o niña gana autonomía y confianza.
• Centrarse en aprendizajes funcionales, prácticos y significativos para el alumnado, que puedan aplicar en su vida cotidiana.
• Fomentar la generalización de los aprendizajes a diferentes contextos, materiales y situaciones, para asegurar su aplicabilidad.
• Diversificar los tipos de aprendizajes, las metodologías de enseñanza, los juegos y los materiales ofrecidos, atendiendo a los diferentes estilos de aprendizaje e intereses.

Los déficits de atención

Ante un niño o niña con dificultades de atención (con o sin hiperactividad), es importante ajustar las expectativas y no exigir tareas excesivamente largas, complejas o que requieran un alto rendimiento sostenido de forma inmediata. Las técnicas de autoinstrucción son muy positivas en estos casos, ya que ayudan al niño o niña a interiorizar estrategias para regular su propia conducta y atención. Estas técnicas, basadas en el modelado cognitivo, se desarrollan habitualmente en varias fases:

1. Modelado cognitivo: El educador o la educadora realiza la tarea en voz alta, describiendo cada paso, las estrategias que utiliza y cómo maneja posibles dificultades (pensando en voz alta). El niño o niña observa atentamente.
2. Guía externa explícita: El niño o niña realiza la misma tarea mientras el educador o la educadora le proporciona instrucciones verbales claras y directas, guiándole paso a paso.
3. Autoinstrucción explícita (en voz alta): El niño o niña realiza la tarea dándose a sí mismo/a las instrucciones en voz alta, repitiendo el modelo del educador/a.
4. Autoinstrucción explícita desvanecida (susurrada): El niño o niña susurra las instrucciones para sí mismo/a mientras realiza la tarea, disminuyendo el volumen de la voz.
5. Autoinstrucción encubierta (lenguaje interno): El niño o niña realiza la tarea guiándose por su propio lenguaje interno (pensamiento), sin necesidad de verbalizar las instrucciones. Ha interiorizado el proceso.