El Florecimiento Económico Medieval: Agricultura, Artesanía y Comercio

La Expansión Agraria Medieval

Desde finales del siglo XI, el fin de las grandes invasiones y de las guerras señoriales favorecieron la agricultura. La introducción de nuevos instrumentos y técnicas agrícolas comportó un aumento de la productividad agraria en parte de Europa Occidental. Las principales innovaciones en la agricultura fueron:

• Nuevas técnicas de cultivo, como la rotación bienal.
• El uso de estiércol de animales como abono y cereales mejoró la fertilización de los campos.
• Nuevos instrumentos agrícolas, como el arado normando, el uso del caballo como animal de tiro y el uso de molinos de agua o de viento.

Los Nuevos Instrumentos Agrícolas (Investiga)

El molino de agua o de viento fue la primera máquina de uso agrícola accionada por una fuerza diferente a la humana o animal. La energía, generada por el eje al girar, se transmitía, a través de un sistema de engranajes, a la maquinaria en la base de la estructura. Se usaba sobre todo para moler el grano. El nuevo arado normando o de vertedera, más pesado que el viejo arado romano, hacía los surcos más profundos y aireaba mejor la tierra. El empleo de nuevos arreos, como la collera, facilitó el arrastre del arado, mientras que la aplicación de herraduras a los caballos permitió su utilización como buey.

Artesanos y Gremios en la Ciudad Medieval

La ciudad medieval se convirtió en un centro de producción de objetos manufacturados. Los artesanos de un mismo oficio o gremio se agrupaban en calles. El trabajo artesanal se realizaba en pequeños talleres, cuyo propietario era el maestro artesano, que tenía sus propias herramientas. El artesano vivía en una casa que era a la vez taller y vivienda, y que se abría al exterior para exponer sus productos. Los artesanos de cada ciudad se organizaban en gremios por oficios, para protegerse de la competencia de los artesanos de otros lugares y para vigilar la producción. Dentro del gremio existía una organización jerárquica muy rígida. El gremio se preocupaba de mantener el cumplimiento de una serie de normas: nadie podía realizar su oficio en una ciudad sin su permiso, y todos los artesanos debían trabajar las mismas horas y utilizar el mismo tipo de herramientas.

La Expansión del Comercio Medieval

Una función esencial de los núcleos urbanos era albergar el mercado al que acudían los campesinos de la zona para intercambiar productos agrícolas por manufacturas.

Las Rutas Terrestres

El aumento de la seguridad en los caminos facilitó el traslado de las mercancías y la aparición de nuevas rutas terrestres entre ciudades. También se crearon las ferias, unos mercados extraordinarios que reunían a gentes de toda la comarca.

Las Rutas Marítimas

El comercio marítimo tuvo más importancia, debido a la mayor capacidad y velocidad de los barcos. La primera gran ruta marítima unía el Mediterráneo occidental con el oriental. Ciudades como Venecia, Barcelona, Génova, Marsella y Valencia comerciaban con los puertos de Oriente Próximo y con el Imperio Bizantino, importaban productos de lujo y exportaban tejidos, armas y herramientas. La segunda ruta fue la del Atlántico y el Báltico: comprendía desde Lisboa y los puertos castellanos del Cantábrico hasta los del mar Báltico. Se transportaban lanas, vinos, pieles, etc. Estos productos se distribuían en las ciudades de los Países Bajos.