Flexibilización Laboral: Impacto en el Empleo y la Productividad

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El Papel de la Flexibilización en el Mercado Laboral

El mercado laboral en la década de los setenta se caracterizó por presentar altas tasas de desempleo involuntario. En un principio, se consideraba que las causas del desempleo se debían a la aceleración de los cambios tecnológicos, a la creciente competencia en los mercados de productos provenientes de países industrializados, los cuales tenían una potente estrategia exportadora y una mano de obra abundante dispuesta a trabajar extensas jornadas de trabajo, con salarios relativamente bajos. Otra de las principales causas de desempleo fue la presencia de los altos precios internacionales del petróleo en 1973; sin embargo, no se lograba dar una explicación a las diferencias regionales de los mercados laborales en los mismos países industrializados. Es el caso de Europa, que a mediados de los setenta presentaba mercados de trabajo poco adaptables, debido a la alta intervención de los poderes públicos en la economía; también se daba la presencia de grupos de presión organizados en diferentes sectores económicos y grados insuficientes de innovación. Dicha situación incentivó a disminuir las rigideces del mercado laboral.

Por lo tanto, desde la década de los ochenta, tanto los países desarrollados como subdesarrollados comenzaron la aplicación de una serie de reformas al mercado laboral, las cuales buscaban mayor flexibilidad, dado que el bajo crecimiento de la economía de cada uno de los países, se veía obstaculizado por las rigideces presentadas en restricciones institucionales, altos costos de transacción por contratos y despidos, negociación centralizada y poca participación de los trabajadores, reflejándose en bajas tasas de productividad empresarial, razón por la cual, se buscó darle mayor flexibilización a los componentes del mercado laboral.

Los principales elementos que parecían dar lugar a las rigideces del mercado laboral eran: las rigideces de los sistemas de producción en serie, basados en grandes unidades industriales, factores técnico-organizativos y factores institucionales. En este último se presentan: las rigideces salariales, que serían las principales a eliminar dado que son las causantes de las altas tasas de paro, las rigideces a la contratación y rigidez en la jornada de trabajo; dados estos factores institucionales las reacciones de las empresas fueron en pro de una mayor flexibilización a la contratación y al despido.

Es así como el concepto de flexibilidad se adaptó al mercado laboral y ha sido el principal objetivo al momento de aplicar reformas laborales. La flexibilización se aplica en el sentido en que existen rigideces en la legislación laboral que deben ser eliminadas o por lo menos revisadas con el fin de incrementar la generación de empleos, se debe aplicar según el Banco Mundial, principalmente en algunos países de América que presentan gran protección y seguridad al empleo, limitando la contratación laboral y costos de despidos injustificados; siendo estas las principales causas de desempleo y aumento del sector informal; políticas como salarios mínimos, regulación para la seguridad de empleo que tratan de mejorar el bienestar, terminan aumentando costos de trabajo en el sector formal.

La flexibilización del mercado laboral tiene dos componentes: la flexibilización del empleo, es decir, la tasa de desempleo que se generan por shocks externos; en las asignaciones óptimas de fuerza de trabajo o sea lo concerniente a la flexibilización salarial; y se refleja además en lo que se denomina movilidad laboral, fenómeno que muestra el tiempo que se demoran las tasas de desempleo para volver a sus niveles alcanzados antes de un shock externo. Y el segundo componente, mira el trabajo como un insumo que requieren las firmas para alcanzar ciertos niveles de productividad, midiendo la flexibilidad laboral en la capacidad que se tiene de adaptarse a cambios externos para orientar la empresa hacia una mayor productividad.

En este mismo sentido, la flexibilización laboral se ha utilizado para alcanzar niveles de productividad más altos de modo que las empresas reaccionen oportunamente a las fluctuaciones de los mercados, no obstante, la flexibilización conlleva desventajas que la hacen alejarse del objetivo principal de aumentar niveles de productividad y disminuir tasas de desempleo y paro; la flexibilización prolifera los contratos a corto plazo y van acompañados de menor seguridad laboral y protección al trabajador, reflejándose en menor estabilidad en el empleo y pocos incentivos a invertir en capital humano calificado; otras de las desventajas encontradas son: rotatividad de la mano de obra, inseguridad social, carencia de especialización, poca inversión de las empresas en los trabajadores, reducción de salarios y debilitamiento de los sindicatos.

En este punto será útil distinguir la flexibilización aplicada en pro al derecho laboral y cómo se ven afectados los derechos de los trabajadores:

  • En las jornadas de trabajo, adecuando los tiempos a las necesidades del trabajador.
  • En formas funcionales, permitiendo cambios en funciones de trabajo que se establezcan en los contratos de modo de prevenir abusos.
  • Numérica o externa: facilita el despido de los trabajadores, contratación con tipos de contrato atípicos o precarios.
  • Salariales: vinculación parcial de salario con utilidades de la empresa (necesidad de información entre las dos partes).

Este tipo de flexibilizaciones, van unas en contra de otras, puesto que una flexibilización externa que fomente contratos temporales y precarios, no ayudará a la flexibilización funcional, puesto que con la poca estabilidad del empleo las empresas no se atreverán a capacitar y entrenar personal, y se verá la gran masa de personal poco calificado y pocos incentivos a invertir en capital humano. Y por su parte, los trabajadores no realizarán su mejor esfuerzo al sentirse vulnerables y con poco sentido de pertenencia en la empresa que estén laborando.

Es así, como el derecho laboral no se encarga de decidir si imponer flexibilizaciones o rigideces, el papel del derecho laboral es regular la relación de trabajo, estableciendo derechos y obligaciones. Un mecanismo flexibilizador del derecho laboral es la negociación colectiva. Es difícil distinguir entre las reformas que van en pro de una mayor flexibilización y las que van en pro de flexibilizar los derechos de los trabajadores; en general, los derechos están definidos y deberían ser respetados, y todas aquellas reformas que intenten dar mayor flexibilización a las empresas para aumentar sus niveles de productividad, deberán ir encaminadas a la protección de los derechos del trabajador.

Experiencias y Resultados de las Principales Reformas Laborales con el Fin de Mayor Flexibilización

Experiencia Europea

Los mercados laborales de los países desarrollados, en especial en la zona de Europa, han mostrado una alta creación de puestos de trabajo, han acercado las tasas de paro a las de pleno empleo, pero en algunos países, aún se presentan tasas de paro elevadas persistentes de larga duración, reflejando un desempleo de tipo estructural que no mejora con aumentos en la productividad de la economía. En estos mercados, el principal obstáculo que se presenta son las rigideces que impone un intervencionismo elevado y una alta protección, para lo cual, organismos como el BID y el FMI, incluso el premio nobel de economía G. Becker, proponen realizar reformas laborales estructurales que permitan flexibilizar dichas rigideces.

Desde una perspectiva empírica, puede observarse que la flexibilidad europea se produce, principalmente, por medio de convenios colectivos y, a veces, por disposiciones legales.

Esta flexibilidad negociada (de convenios colectivos) ha registrado acuerdos de alcance nacional, siendo mayor el número de convenios basados en consultas y en negociaciones a nivel de empresa. Además, existen medidas legislativas cuyas repercusiones en las relaciones laborales se logran en niveles más bajos que dichos acuerdos, -de alcance nacional-, como es el caso de la flexibilidad externa.

Observando otros países de la comunidad económica europea se presentan dos casos: uno es el mercado laboral flexible, con poca intervención estatal y con un nivel de protección del trabajador bajo. Y otro, con un modelo continental europeo, muy intervenido y con un grado de protección máximo. En la historia han quedado reformas que no lograron ir en la dirección adecuada. Por ejemplo, es el caso de Francia en donde se reglamentó, una semana laboral de 35 horas, que se basó en el supuesto, de que existía una cantidad fija de trabajo y pretendía repartirlo de forma equitativa entre todos los empleados activos; los resultados no fueron los esperados y actualmente Francia es uno de los países con mayor nivel de desempleo de la Unión Europea.

Los países de la Unión Europea se caracterizan por mercados laborales organizados, mayor desarrollo de la economía, lo cual se refleja en tasas de desempleo bajas y niveles de productividad elevados. Uno de los países que se referencia de esta región es Finlandia, desde 1999, ha sido considerado como un estereotipo a seguir en lo que a cooperación social se refiere, posee un sistema económico con un mercado de trabajo caracterizado básicamente por dos ejes:

  • Un sistema centralizado de negociación de sueldos.
  • El eje de tener una participación, formal o informal, por parte del gobierno en los procesos sociales y económicos que se cursan.

En Finlandia el proceso de negociación del salario ha sido en general un proceso de dos o tres etapas, que es característico de los modelos de principal agente utilizados en economía de la información, en este caso es marcado por un acuerdo centralizado en el que la industria y los trabajadores firman un acuerdo en una primera etapa, y luego en las etapas sucesivas el acuerdo va sufriendo pequeños sesgos casi aleatorios donde, por parte de los empleados existe una petición de alza en los salarios y por parte de los

En el caso de España, se observa una disminución de tasas de desempleo entre los años 1990 y 2006, pasando de un 16.3% a un 8.5%; (ver tabla 1). Las principales reformas laborales en este país se dieron a partir de 1994, se tenía el objetivo de que las relaciones laborales se adoptaran de acuerdo a las características y situaciones de las empresas, imponiendo flexibilidad en las jornadas de trabajo de cada empresa, de modo que trabajaban más en aquellos periodos en que había mayor productividad, y así se podría distribuir las horas trabajadas a lo largo del año dependiendo de la actividad de la

empresa y, así mismo, para la fijación de los salarios, en forma de una negociación colectiva. Estas reformas consiguieron flexibilizar el mercado, pero deterioraron las relaciones laborales, presentándose una reducción del consumo y aumento en los niveles de ahorro. En 1997 se consiguió incentivar la contratación indefinida, disminuyendo en 2001, al verse deteriorada la negociación sindical, y el bajo poder de los sindicatos se impuso la ley denominada “medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el incremento del empleo y la mejora de su calidad”, de esta manera se regresó a la contratación parcial, y en 2002 se realizan reformas de modo que los trabajadores accedan a la prestación por desempleo de forma inmediata, a la par que el estado garantiza el cobro de las cotizaciones empresariales, pero también establece ayudas a la movilidad geográfica y a la contratación de empleados por parte de trabajadores autónomos, con la ampliación de nuevos supuestos en los que se puede acceder a bonificaciones. Todas estas reformas lograron disminuir a la mitad las tasas de desempleo presentadas en España en los noventa.

Evidencia en América Latina

En el caso de América Latina las reformas laborales que se han implementado desde los noventa han tenido también como principal objetivo la flexibilización de la estructura laboral, a continuación una revisión general de los principales ejes:

Estas son las principales reformas que han implementado algunos países de Latinoamérica, desde finales de los ochenta y principio de la década de los noventa. Se puede apreciar que la mayoría de estos países hicieron reformas en el sistema de pensiones, en los aumentos de contribuciones de seguridad social, y en el manejo de dichas contribuciones por la empresa privada; así mismo se intenta darle mayor cabida a los trabajadores en las compañías creando así un sistema de incentivos tal que le permita a los trabajadores esforzarse a trabajar y así conseguir una mayor productividad.

Se refleja que las reformas de los últimos años tienen como objetivo principal la expansión de tiempo de contrato, mayor estabilidad laboral y uso del periodo de prueba.

Así mismo, se observa que las reformas tratan de disminuir costos de transacción, de modo que contratar y despedir sea más flexible para las firmas; se refleja entonces que se aplican las reformas en gran medida para lograr una mayor flexibilización en el empleo y, en menor medida, en lo referente a la movilidad laboral y en la flexibilidad salarial. reformas laborales con el fin de flexibilizar la legislación laboral, intentando reducir las tasas de desempleo y alcanzar mayores niveles de productividad. El desempleo en América Latina en 1990, año en el que se iniciaron las reformas laborales para la mayoría de países de la región, presentaba a Venezuela, Colombia y Uruguay con tasas por encima del 8% de la población económicamente activa; en 2006 la situación no era muy distinta, dichos países siguen presentado las tasas más elevadas y solo Bolivia y EEUU lograron disminuir sus niveles; en cuanto a Chile se ha mantenido alrededor del 5.5%. (ver tabla 3). En este sentido se aprecia que las reformas se enfocan principalmente en 6 aspectos:

  • El salario mínimo, que según las experiencias de algunos países afecta a algunos grupos de la población económicamente activa (los jóvenes).
  • La negociación colectiva: tiene en cuenta los distintos sectores, empresas y trabajadores, tratando de llegar a un acuerdo sobre las mejores alternativas a sus
  • Costes de despido: debilita la protección laboral.
  • Seguros de desempleo: incentivan la búsqueda activa de trabajo, reformando los
  • Contratación a tiempo parcial: permite realizar simultáneamente diferentes
  • Movilidad laboral: uno de los secretos del éxito del mercado laboral americano a la hora de crear empleo es el elevado grado de movilidad geográfica de los trabajadores, algo muy distinto de lo que sucede en Europa.

Y estos aspectos son modificados dependiendo del tipo de flexibilidad que se quiere usar para realizar las reformas laborales:

  1. Flexibilidad contractual: se crea una proliferación de tipos de contratos no estables.

Según Osaki, 2006: “la reducción de los requisitos legales tanto en lo que se refiere a los tipos de contrato atípicos como a la rescisión de contratos, han constituido la característica principal del programa de reforma laboral en numerosos gobiernos en la

  1. Flexibilidad en la regulación de las condiciones de trabajo: no se trata de desregular y suprimir normas, sino establecer una regulación adecuada en el momento adecuado, buscando adaptación de las condiciones laborales y de las normas que las regulan a cada empresa, a cada trabajador, y a las circunstancias que les rodean, y en ello se que consiste
  2. Flexibilidad económica o salarial: las políticas de diferenciación salarial segmentan las fuerzas de trabajo, permite reducir rigideces en estructuras salariales ajustándose a criterios de movilidad, rendimiento y cualificaciones posibilitando los cambios permanentes de salarios de acuerdo a condiciones específicas de cada mercado.
  3. Flexibilidad de la organización del trabajo: la nueva realidad laboral se aleja del modelo taylorista en donde se realizaban tareas repetitivas, división de trabajo que privaba al trabajador de toda iniciativa individual. Actualmente, las fluctuaciones en mercados de bienes y servicios, la creciente competitividad entre empresas, las innovaciones tecnológicas, las cualificaciones de la fuerza laboral, han dado pie a la flexibilización de la organización del trabajo como tal.
  4. Flexibilidad como capacidad de adaptación del régimen normativo al mercado laboral: la flexibilidad sea para reducir costos laborales o para aumentar eficiencia permite que las empresas reaccionen rápidamente a los mercados globalizados.
  • En 2001 se vivió una reforma laboral enfocada a la jornada de trabajo, regulando
  • En 2005 se redujo la jornada de trabajo a 45 horas semanales sin reducción salarial, puesto que Chile se encontraba dentro de los 10 países a nivel mundial con mayor número de horas anuales trabajadas. En 2002 alcanzó el 1º lugar y para 2003 ya estaba en el octavo lugar.(contradiciendo los derechos laborales).

Por su parte, se evidencia una disminución en los contratos por obra o faena,

pero esto puede ser debido a la crisis de la construcción vivida en Chile y no a las reformas laborales. Según Exeverria, 2004: “en periodos de crisis, shocks externos o de lento, crecimiento la masa de salarios y las utilidades totales no necesariamente manifiestan el mismo comportamiento, sino que se produce una pugna distributiva entre trabajadores y capitalistas por transferir al otro factor el costo de lograr menores ingresos.

En economías donde los salarios nominales son rígidos a la baja y la tasa de inflación es pequeña, el primer ajuste es el desempleo, es decir, la reducción de la cantidad de trabajadores ocupados. No obstante, la imposibilidad de subir los precios por la baja de la demanda efectiva y la competencia del exterior en los productos transables, reduce la tasa de utilidades de las empresas sobre el capital invertido y sobre las ventas. Así se configura un nuevo escenario de ajuste, en el cual la flexibilidad laboral pasa a ser un segundo mecanismo de ajuste para enfrentar las menores utilidades y perdidas de las empresas”. En Europa y América Latina se inicia un periodo de reformas al mercado laboral enfocadas a la disminución de tasas de desempleo y aumentos de la productividad en la economía; proceso que comenzó desde la década de los noventa. Es así como, el concepto de flexibilidad se adaptó al mercado laboral y ha sido el principal objetivo al momento de aplicar reformas laborales; es aplicado en el sentido en que existen rigideces en la legislación laboral que deben ser suprimidas o revisadas con el fin de incrementar la generación de empleos

No obstante, la flexibilización conlleva desventajas que la hacen alejarse del objetivo principal de aumentar niveles de productividad y disminuir tasas de desempleo y paro; las relaciones laborales están siendo muy afectadas y la perspectiva que se vislumbra a raíz de las nuevas formas de empleo y los cambios en estructura interna de la empresa es el aumento en la complejidad de las mismas.

Lo ideal es lograr una posición intermedia que no favorezca la rigidez ni la flexibilización desreguladora, solo que prevalezcan los derechos de los trabajadores y se logren altas tasas de productividad. Cabe anotar que no es posible comparar y adaptar las políticas laborales de un país con otro, en especial el caso que se vio de Europa y América Latina, sin embargo, estos casos y experiencias vividas sirven de referencia y reflexiones para la implementación de nuevas políticas públicas. Cumpliendo con el objetivo de que los gobiernos deben tomar sus decisiones con todos los mecanismos y herramientas disponibles para evaluación y ensayo de todo tipo de políticas en pro de mejorar las condiciones económicas y sociales de un país.

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