Finalidad, Evolución y Sistemas del Derecho: Una Perspectiva Integral

La Finalidad Esencial del Derecho

La pregunta fundamental sobre el derecho reside en su propósito. ¿Qué busca el derecho? ¿Cuál es su finalidad última? Algunos juristas sostienen que su única finalidad es el mantenimiento del orden social. Si bien la seguridad, el orden y la paz son objetivos primordiales, la finalidad del derecho va más allá. El orden debe estar intrínsecamente ligado a la justicia; de lo contrario, solo se perpetuaría una situación de aparente tranquilidad, ocultando tensiones y rencores latentes que eventualmente emergerán. El derecho tiene como misión fundamental la aplicación de la justicia.

Los derechos se han reconocido progresivamente a lo largo de la historia. Situaciones que en siglos pasados se consideraban justas, como la esclavitud, son hoy inaceptables. La búsqueda de la justicia es un motor clave de la historia. Los derechos emanan de la dignidad humana y su finalidad es proteger y asegurar el acceso a los valores necesarios para una vida digna: la vida misma, los bienes materiales imprescindibles para la supervivencia, la libertad, la igualdad y la seguridad.

El derecho amplía nuestras posibilidades de acción. Este es el concepto más moderno, activo y justo de los derechos: nos favorece, pero también nos impone deberes. Cuando hablamos del "derecho a la vida", ¿qué implica realmente? En primer lugar, que nadie puede atentar contra ella; pero, en segundo lugar, que debemos protegerla y colaborar en su preservación. Los derechos nos permiten realizar más acciones de las que podríamos lograr solo con nuestras fuerzas individuales. Es la ayuda del resto de los ciudadanos la que posibilita esta expansión de nuestras vidas, generando una deuda con ellos que debemos satisfacer ayudándoles a ejercer sus propios derechos.

Evolución del Derecho: El Progreso Jurídico

Vivimos en un Estado de Derecho, lo que significa que la ley regula y controla el poder y la actividad del Estado. Disfrutamos de seguridad jurídica, un conjunto de condiciones y garantías legales que nos protegen de abusos y arbitrariedades. Este logro, aparentemente sencillo, es una conquista ética que ha tardado milenios en consolidarse.

La arbitrariedad jurídica fue la norma a lo largo de la historia, y solo tras una larga lucha se consiguió que el débil pudiera obtener una defensa justa frente al poderoso. Tradicionalmente, el poder ejecutivo también ejercía el poder judicial: el rey, el jefe o el tirano eran quienes juzgaban. Con el tiempo, se lograron avances significativos. Uno de ellos fue la admisión del "habeas corpus", que prohíbe mantener presa a una persona indefinidamente sin presentarla ante un juez.

Los redactores de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 establecieron claramente que ningún hombre puede ser acusado, arrestado o detenido más que en los casos determinados por la ley y según las formas prescritas por ella. La necesidad de juzgar plantea el problema de cómo hacerlo correctamente. Por ejemplo, hay que castigar al responsable del acto nocivo, pero ¿quién es el responsable? Durante milenios, se responsabilizaba a todo el grupo por el crimen de un individuo. Algunas tribus americanas condenaban a muerte a un criminal y a sus maestros por haberle enseñado malas costumbres.

Otro desafío era probar la culpabilidad. En ocasiones, se recurría a retos mágicos, como el empleo de animales por un brujo para señalar al culpable. En la Edad Media, se utilizaba la ordalía del agua hirviendo: el acusado debía meter la mano en agua hirviendo y coger un anillo. La mano se cubría con cuero y, a los tres días, se descubría; si tenía mal aspecto, se le declaraba culpable.

El abandono de estas tradiciones y el logro de nuestras seguridades jurídicas actuales son el resultado de la evolución de la justicia, o progreso jurídico. Las seguridades jurídicas actuales incluyen:

• Solo se puede juzgar de acuerdo con las leyes promulgadas y públicas.
• No se puede detener a un acusado durante más de 72 horas sin presentarlo ante un juez.
• No se puede torturar.
• Desde el momento de su detención, una persona tiene derecho a los servicios de un abogado, y en el juicio irá acompañado de un abogado defensor.
• Si la víctima no tiene medios económicos, se le proporcionará un abogado gratuito.

Sistemas Económicos y sus Implicaciones

La economía puede estar en manos de la iniciativa privada, regida solo por las leyes del mercado, o en manos del Estado, como ocurre en las economías estatalizadas. Ninguna de estas soluciones extremas es ideal:

Economía Estatalizada

En este sistema, el Estado se hace cargo de todas las relaciones económicas, nacionaliza las empresas y planifica la economía desde el gobierno. La oferta de productos y servicios depende de la planificación estatal. Este tipo de sistema suele generar despilfarro, corrupción e ineficacia económica, conduciendo a la pobreza.

Economía de Mercado

El mercado protege mejor las libertades económicas y es más eficaz en el empleo de los medios de producción. Sin embargo, sin ningún tipo de control, es fácil que se produzcan injusticias: quienes no tengan medios económicos quedarían excluidos del sistema; los monopolios se consolidarían; los trabajadores, sometidos solo a la ley de la oferta y la demanda, podrían ver disminuidos sus salarios. En el sistema capitalista, los poseedores del capital tienen una gran influencia sobre la evolución económica. El capitalismo plantea dos problemas principales:

• El exceso de poder por parte de las empresas y los dueños del capital, que pueden llegar a dominar el sistema político.
• La consideración del trabajo como una mercancía más, sometida a las leyes del mercado, con perjuicio para los trabajadores.

Ambos problemas pueden corregirse con una acción política adecuada, es decir, con la intervención del Estado en el sistema económico para contrarrestar estos excesos.

Sistema de Economía Mixta

Se trata de un sistema capitalista, regido por las leyes del mercado, pero corregido por el Estado. Se evitan así algunos de los peligros e injusticias del capitalismo puro. Puede considerarse el sistema económico más eficaz. Este tipo de sistema es el que está recogido en la Constitución Española.

Ética y Economía: Una Relación Necesaria

El mundo está globalizado, de modo que cualquier acontecimiento en un lugar puede repercutir en el modo de vida de muchas personas en otros. La preocupación por el dinero, el trabajo, por cómo llegar a fin de mes –es decir, por nuestra economía personal y general– angustia a muchas personas. Dado que la ética se ocupa de la felicidad y la dignidad de las personas, también debe abordar estos temas que afectan a los ciudadanos.

Por otra parte, la ética debe considerar qué son bienes económicos y marcar los límites de la economía, para evitar atentados contra la dignidad y la felicidad humana, como, por ejemplo, el tráfico de personas.

Los Diversos Significados del Término "Derecho"

Según José Antonio Marina, existen dos significados principales del término "derecho":

• Derecho Objetivo: El derecho como conjunto de normas cuyo cumplimiento puede exigirse de manera coactiva. Se escribe con mayúscula. Por ejemplo, "para ser abogado, tenemos que estudiar Derecho".
• Derechos Subjetivos: El derecho como la capacidad de actuar que nos permite el Derecho objetivo. Las normas jurídicas no solo prohíben, sino que también defienden nuestras libertades. Cuando hablamos de "derecho a la vida" o "derecho a la libertad de conciencia", nos referimos a estos derechos. Se escriben en minúscula y solo los poseen los seres humanos.

Además de estos dos significados, Gregorio Peces-Barba añade un tercero:

• Derecho como valor: Como sinónimo de justicia, es el criterio para enjuiciar; es el fin del Derecho objetivo el plasmar esos ideales de justicia.