Los Filósofos Presocráticos: De la Naturaleza al Átomo

Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 4,48 KB

Las Fuerzas de la Amistad y la Discordia

De las dos fuerzas externas, la Amistad tiende a la armonía y a la inmovilidad. La Discordia, que separa, tiende a la movilidad y a la dispersión. Son fuerzas opuestas, como los contrarios de Heráclito, y están siempre presentes, son eternas, como los propios elementos.

El esfero, eternamente, cíclicamente deja de serlo para volver luego a serlo, en una concepción cíclica del tiempo, del eterno retorno, muy del gusto de los pueblos indoeuropeos.

Anaxágoras de Clazomene

Parte del principio de que “en todo hay una porción de todo”. Se pregunta: ¿por qué si comemos pan, legumbres o verduras, de ello se va a producir huesos, carne o pelo? La respuesta que da es que ya en el pan tiene que haber proporciones mezcladas de pelo, huesos y carne. En todo fragmento de materia (subdivisible al infinito) hay infinitas “khremata” que, de un modo un tanto impreciso, se suele traducir por “cosas”. También dice que en toda materia hay lo que él llama “semillas”, compuestas de todas las cosas, pero diferenciándose unas semillas de otras por la mayor o menor proporción o predominio de cosas de las que se compone. Así, las semillas de oro tienen más proporción de oro que de madera o hueso, por eso distinguimos el oro de otras cosas.

Pero lo verdaderamente novedoso de Anaxágoras es su incorporación del Noús o entendimiento, mente. Con ello aparece en la filosofía una nueva dimensión distinta de la mera naturaleza o physis, que posteriormente dará muchos frutos. Es el mundo del espíritu, que dirá Hegel. El Noús tiene dos funciones principales respecto a la materia: una motora y otra ordenadora. No está mezclado con nada, es lo único puro. Pero una vez introduce el movimiento en el universo, no vuelve a intervenir más. Tiene como características estas:

  • Es inteligente, infinito, sin límite.
  • Es impersonal.
  • Un último rasgo muy presocrático: es divino, sin ser un dios.

El Atomismo de Leucipo y Demócrito

Hay infinitos seres, diminutos, los átomos, con las mismas características que el Ser de Parménides: pero, a diferencia de este, para poder admitir el movimiento, se necesita dar algún tipo de realidad al vacío. Las dos realidades son los átomos y el vacío.

Los átomos son infinitos en número, el vacío lo es en extensión. Los átomos son cualitativamente iguales, compactos, plenos y sin vacío interior, son impenetrables e indivisibles. Nunca sufren cambios en su interior, son por eso eternos. Tienen diferentes tamaños, figuras o formas. Su movimiento es eterno como ellos, inherente a la materia: no es necesario postular un Noús o demiurgo que dé el impulso original a la materia.

Cosmogonía y Cosmología Atomista

Su cosmogonía (origen del mundo) y cosmología (explicación del mundo) es de este modo: el movimiento de los átomos es eterno, pero desordenado, estando situados en un principio en un espacio (khora) infinito. En este espacio chocan azarosamente entre sí y algunos se entrelazan, surgiendo de este modo un torbellino que va a ir dando lugar a los diferentes compuestos y a los infinitos mundos.

Posición Ética de los Atomistas

Su posición ética: pretenden alcanzar la euthymía o “buen ánimo”, pretendiendo evitar cualquier perturbación del mismo. Esto se logra mediante la moderación de los placeres, el saber medir. Hay que huir también de las perturbaciones que puedan producir las supersticiones o cualquier otro temor o sufrimiento. Todo esto pasará a Epicuro, ya en el periodo helenístico.

La Filosofía Ateniense: El Movimiento Sofístico

Nos encontramos con una filosofía de carácter político, que tiene que ver con la polis, con la ciudad.

La polis, que es ciudad-estado, está habitada por esclavos, metecos o extranjeros, mujeres (estos tres grupos sin ningún derecho político) y los ciudadanos o politai.

En el caso de Atenas, estamos ante un régimen democrático, pero no con el carácter que hoy tiene. El nuestro tiene pone el acento en lo representativo, mientras que en Atenas la democracia era asamblearia y directa. Tenía el ateniense un afán de participar en las instituciones, asistir a la asamblea o coger las armas para defender la polis.

Entradas relacionadas: