Filósofos Presocráticos: Explorando los Orígenes de la Filosofía y la Naturaleza
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Los filósofos presocráticos marcaron el inicio del pensamiento filosófico occidental, buscando explicaciones racionales a los fenómenos naturales y el origen del cosmos. A continuación, exploraremos las ideas clave de algunos de los más influyentes:
Tales de Mileto
Tales: Fue un filósofo que investigó la physis (naturaleza y referencia a la esencia, con vida y movimiento) y el arjé o principio (lo que constituye y fundamenta). Mediante el arjé, intentó explicar cómo es posible el movimiento o la pluralidad de los seres de la naturaleza, y lo que hace que haya algo permanente detrás de los cambios y apariencias sensibles. Para Tales, el arjé era el agua.
Anaxímenes
Anaxímenes: Último filósofo de Mileto. Concibió el cosmos como un animal con respiración. Para él, el arjé era el aire, y explicaba la diversidad a través de la rarefacción y la condensación.
Anaximandro
Anaximandro: Consideraba que el arjé no podía ser algo concreto como el agua, sino un principio indeterminado e ilimitado, el ápeiron, del cual todo sale y al cual todo vuelve en un ciclo. Creía en la oposición y el equilibrio en el cosmos, donde la justicia organiza el sistema de oposiciones. La formación de todo tiene dos fases: mezcla de elementos y separación de contrarios por medio del movimiento eterno. La tierra se formó a partir de una esfera húmeda que se secó con el sol, quedando la humedad que es el mar.
Pitagóricos
Pitagóricos: Escuela filosófica y secta religiosa con base en filosofía y matemáticas. Centraron su atención en la cosmología, pero su arjé eran los números (inmateriales, abstractos y formales), pares o impares. Creían que el cosmos tiene leyes numéricas y se refieren a él mediante el orden y equilibrio que hay en el universo. De Pitágoras se conoce poco y además son textos contradictorios lo que nos llega. Sus ideas del alma se basan en el orfismo y creían en la reencarnación e inmortalidad del alma.
Heráclito
Heráclito: Para él, el universo es un continuo devenir, todo cambia, nada permanece, y la physis de las cosas nunca deja de transformarse. Su arjé era el fuego, el elemento menos corpóreo y más móvil. El fuego genera el cosmos según el logos, que es la ley que rige el movimiento de las cosas, que da unidad y orden a la realidad. Es el principio del cambio, ya que es una sustancia que permanece y es dinámica. La continua movilidad se funda en la estructura contradictoria de la realidad, ya que en el interior de cada cosa se encuentra su opuesto. La lucha constante de contrarios genera armonía, ya que los contrarios se transforman dando estabilidad a una cosa. El logos sigue el curso del universo y coincide con lo que podemos pensar, pero se encuentra oculto a los hombres que viven presos de sus opiniones. Relaciona el alma con el fuego, dando a entender que es inmortal.
Empédocles
Empédocles: Su arjé consistía en cuatro raíces: tierra, agua, aire y fuego. Su mezcla produce la diversidad de los seres. Las cualidades de algo dependen del predominio de una raíz. El amor y el odio son dos fuerzas cósmicas que producen esa mezcla, mediante la reunión o la separación, generando así el llamado eterno retorno.
Anaxágoras
Anaxágoras: Su arjé eran las semillas (indivisibles, cualitativamente distintas, divisibles, eternas e infinitas). Hay tantos tipos de semillas como cosas distintas hay en el cosmos. En todo hay de todo. La semilla que predomina es la que caracteriza esa cosa. Se encuentran mezcladas originariamente en una masa compacta e inerte. El nous o inteligencia ordenadora siempre imprime en esa masa un movimiento que hace que las semillas se mezclen y separen para crear el mundo. Introduce la idea de finalidad y sentido del mundo.
Demócrito
Demócrito: Su arjé eran los átomos (indivisibles, cualitativamente iguales, cuantitativamente distintos en tamaño, forma, peso, indivisibles y eternos). El cambio se produce por la unión o separación de átomos al chocar. Solo existen átomos (ser) y el vacío (no ser), mediante su movimiento espontáneo y azaroso se genera todo lo real. La realidad se explica a partir de dos principios: lo lleno y lo vacío (inmaterial y real). Su propuesta es antifinalista, porque todo surge por azar, ya que nada puede explicar el origen del universo.