El Filósofo Gobernante según Platón: Un Estado Ideal
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La Teoría del Filósofo Gobernante en Platón
Introducción
Platón, nacido en Atenas en el 427 a. C. y perteneciente a una familia noble, experimentó una profunda transformación en su perspectiva política a lo largo de su vida. Inicialmente atraído por la política, se desilusionó con los gobernantes de su tiempo. Se convirtió en discípulo de Sócrates, adoptando su método dialéctico. En este contexto, surge la cuestión de la educación platónica. Pero, ¿qué es la educación? Es el camino necesario para acceder al verdadero conocimiento. Sin embargo, surgen otras preguntas: ¿Qué podemos conocer? ¿Cómo distinguimos lo conocido de lo imaginado, lo real de lo ficticio? ¿Debe la educación ser universal o selectiva?
La Política y el Estado Ideal
Para Platón, la política es el arte de dirigir y organizar, el arte de gobernar sabiamente el estado con el fin de alcanzar el bien y la justicia de la comunidad. Una de sus influencias posteriores fueron los sofistas, de quienes rechazaba la teoría del empirismo político, que sostenía que lo justo era aquello que el pueblo consideraba como tal. La muerte de Sócrates también influyó profundamente en Platón, ya que la ejecución de uno de los hombres más justos, en su opinión, demostró que la democracia no era garantía de justicia.
Platón aplicó a su terreno político el intelectualismo moral de Sócrates, que afirma que la virtud es el saber. Por lo tanto, los gobernantes deben ser hombres virtuosos y poseer el conocimiento del saber para poder gobernar un estado justo. Descontento con la política de su época, Platón rechazaba la democracia, considerándola una forma de organización social deficiente. Como solución, propuso la teoría del filósofo gobernante.
El Filósofo Gobernante y la Educación
Platón abogaba por reemplazar la minoría de políticos educados por sofistas, quienes, en su opinión, abusaban del pueblo y estaban ambiciosos por el poder y el honor, por un gobierno de filósofos. Estos filósofos debían conocer la justicia y el bien para gobernar la ciudad con equidad. Además, debían ser educados y autoeducarse para rechazar el poder y los honores. El objetivo del proyecto político de Platón era la felicidad del hombre, y para ello era necesario mejorar la sociedad mediante la creación de un estado ideal, un estado justo y unido, donde todos colaborasen y donde el bien común prevaleciera sobre el bien individual.
La Estructura del Estado Ideal
El estado ideal platónico se caracterizaba por ser estatal, organizado y unido. Para Platón, el estado era como un individuo en grande, divisible en tres clases:
- Productores: Encargados de producir los bienes necesarios para la vida, relacionados con la parte apetitiva del alma.
- Guardianes: Responsables de la defensa y la función militar, dominando las pasiones de la parte irascible del alma.
- Filósofos gobernantes: Dedicados a aprender, gobernar y dirigir el estado, predominando en ellos la parte racional del alma.
Se requería armonía entre las tres clases, respetando su jerarquía natural: los filósofos por encima de los guardianes, y estos por encima de los productores. La justicia de la clase de los filósofos gobernantes se basaba en la sabiduría, y su alma era predominantemente racional.
La Teoría de las Ideas y la Meritocracia
El proyecto político de Platón se fundamenta en la Teoría de las Ideas, ya que para gobernar en un estado ideal, el filósofo debe conocer el bien supremo, es decir, la idea del bien. Esta teoría es el núcleo de la filosofía platónica y abarca la ontología, epistemología, educación, estética, ética, antropología, cosmología, psicología y, finalmente, la política.
Para Platón, las ideas son realidades inmutables, inmateriales, invisibles, invariables, estables, estéticas y únicas. Son la esencia de las cosas visibles. Su origen se encuentra en la relación entre el mundo inteligible y el mundo sensible. El mundo inteligible, compuesto por principios, sirve como modelo para el mundo sensible, caracterizado por la pluralidad y multiplicidad, que crea copias imperfectas. Estas copias son realizadas por el demiurgo, la mano anónima que plasma las ideas en el mundo sensible.
La jerarquía de la Teoría de las Ideas se compone, en orden descendente, de: ideas, objetos matemáticos, seres naturales y artificiales, y finalmente, las imágenes, que son sombras.
La forma de gobierno que defendía Platón era la meritocracia, el gobierno de los mejores en función del mérito. Esta forma de gobernar se basa en la teoría de la élite: no todos son capaces de gobernar en función de la justicia y el bien, por lo que se realiza una selección de los mejores de la naturaleza a través de la educación.