Filosofía Política: De la Polis Aristotélica al Leviatán de Hobbes
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Aristóteles y la Filosofía Política Clásica
Aristóteles expone su teoría política en el tratado titulado Política, defendiendo que todo lo que hacemos, en último término, tiene que ver con la política.
El Hombre como Zoon Politikon
Para Aristóteles, el hombre es un zoon politikon (animal político por naturaleza), dado que solo en sociedad puede alcanzar su bien, el fin que le es propio: una vida digna y feliz.
La Polis como Comunidad Autosuficiente
Aristóteles defiende el modelo de ciudad-Estado (polis) como único tipo de comunidad autosuficiente o autárquica en dos sentidos: económico y, sobre todo, ético, pues permite al hombre su perfeccionamiento moral e intelectual. La polis es superior a otras comunidades políticas existentes, como la familia y la aldea, que únicamente cubren las necesidades cotidianas más básicas.
Formas de Gobierno Según Aristóteles
El mejor gobierno es aquel que ejerce el poder justamente y persigue el bien común de los ciudadanos, es decir, alcanzar el bien y la justicia. Serán, por tanto, gobiernos injustos aquellos que persiguen el interés particular de un individuo o grupo.
Las formas de gobierno legítimas serían:
- Monarquía: gobierno de uno solo.
- Aristocracia: gobierno de unos pocos.
- Democracia: gobierno de todos.
Mientras que los gobiernos ilegítimos serían:
- Tiranía: degeneración de la monarquía.
- Oligarquía: degeneración de la aristocracia.
- Demagogia: degeneración de la democracia (en un sentido negativo, que busca sacar provecho de la comunidad).
El Contractualismo: Origen del Estado Moderno
El Contractualismo defiende que la organización social o el Estado surge de un pacto social entre los miembros de la sociedad, en tanto que libres e iguales, por el que abandonan el estado de naturaleza.
El Estado de Naturaleza como Hipótesis
Estas explicaciones coinciden en suponer un tiempo remoto, anterior a la formación de los Estados, en el que los individuos y pequeños grupos vivían aislados en lo que consideraban un «estado de naturaleza», previo al estado social y político. Sin embargo, el «estado de naturaleza» que señalan es una hipótesis de trabajo; no pretenden defender que existió, sino que lo plantean como explicación del surgimiento de las organizaciones políticas.
Pilares de las Teorías Contractualistas
Señalaremos tres teorías contractualistas que se distinguen por:
- Partir de una diferente concepción del estado de naturaleza.
- Definir el sentido del pacto social.
- Proponer, en consecuencia, un modelo de Estado adecuado.
Thomas Hobbes y el Leviatán: La Necesidad del Poder Absoluto
Thomas Hobbes, en su obra cumbre Leviatán (1651), explica su teoría política, cuyo punto de partida considera que el estado de naturaleza previo a la organización social de los hombres es de guerra permanente, reflejo de un profundo pesimismo antropológico.
El Estado de Naturaleza: «Homo Homini Lupus»
Hobbes postula que en el estado de naturaleza, «Homo homini lupus» («El hombre es un lobo para el hombre»). Afirma que todos los hombres son iguales entre sí, física y espiritualmente, y por eso aspiran todos por igual a la satisfacción de sus necesidades, surgiendo en consecuencia una desesperada lucha: «la guerra de todos contra todos». Se trata de una situación de caos absoluto donde no se reconoce ni se respeta ningún derecho, porque todos se consideran con derecho a todo.
Esta tesis confronta directamente con la postura aristotélica que afirmaba que el hombre es un animal político por naturaleza.
El Pacto Social y el Surgimiento del Estado
Desarrollando la teoría del contrato social, Hobbes afirma que los hombres crean el Estado a fin de conservar la paz en la sociedad. Los individuos ceden su libertad y autonomía a un soberano que ostenta el poder absoluto.
El Leviatán: Soberanía Absoluta
Hobbes consideraba la monarquía como la mejor forma estatal, en cuanto soberano absoluto respecto a todos los subordinados. Este «gran Leviatán» que es el Estado para Hobbes tiene la función de:
- Preservar la seguridad.
- Ejercer de modo efectivo la autoridad.
- Intervenir en materia de religión.
Los súbditos deben someterse incondicional e irrevocablemente al monarca (o al Estado) que, como el monstruo bíblico Leviatán, tiene un inmenso poder que infunde miedo y no tiene piedad. El poder del Estado es absoluto y total; este, por terrorífico que parezca, es mejor que el estado de guerra permanente que se daba en el estado de naturaleza.