La Filosofía de Platón: Mundos, Conocimiento y el Gobernante Ideal
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Platón postula una división fundamental de la realidad en dos esferas: el mundo sensible y el mundo inteligible. El mundo sensible se caracteriza por ser un ámbito de cambio constante, mientras que el mundo inteligible alberga las ideas, entidades eternas e inmutables. Esta concepción da lugar al dualismo ontológico platónico.
El Mundo Inteligible y las Ideas
En el mundo inteligible, las ideas constituyen la verdadera realidad. Estas ideas son únicas, inmutables, inalterables y eternas, accesibles únicamente a través de la inteligencia y la razón. El mundo de las ideas se organiza jerárquicamente, y aunque Platón menciona una infinidad de ideas, la cúspide de esta estructura está ocupada por la idea del bien, que se identifica con la verdad y la belleza. El bien es, en esencia, lo verdadero y lo bello, la idea suprema.
El Mundo Sensible: Una Sombra de la Verdad
En contraposición, el mundo sensible representa una realidad aparente, cambiante y temporal. Es una sombra imperfecta de la verdadera realidad, habitada por el cuerpo y los objetos que percibimos a través de los sentidos. El conocimiento derivado de este mundo no conduce a la verdad, sino a meras opiniones y creencias, carentes de la certeza del conocimiento verdadero.
La Dialéctica: El Camino hacia el Conocimiento
La dialéctica es uno de los métodos propuestos por Platón para acceder al conocimiento de las ideas. Se puede entender desde dos perspectivas:
- Perspectiva Lógica: La dialéctica es el método racional por excelencia para alcanzar el conocimiento de las ideas. Consiste en un diálogo, un juego de preguntas y respuestas, que funciona como procedimiento de enseñanza e investigación conjunta. Este método asciende de lo particular a lo general, siendo el método científico y racional propio de los filósofos que buscan demostrar la verdad.
- Perspectiva Ontológica: Se presenta como la ciencia suprema, cuyo objeto de estudio es la distinción y comprensión de las ideas.
La Opinión (Odoxa): Un Grado Inferior de Conocimiento
La opinión, o odoxa, es un grado de conocimiento cuyo objeto son las cosas del mundo sensible, en perpetuo movimiento. Su instrumento son los sentidos. Platón la subdivide en:
- Imaginación: Interpreta imágenes y sombras.
- Creencia: Conocimiento de los objetos materiales, sensibles y visibles, asociado a la física, disciplina que Platón no considera una ciencia verdadera.
La opinión es un conocimiento superficial, poco fiable y relativo. Se sitúa entre la ignorancia absoluta y el conocimiento verdadero. Se contrapone a la episteme (ciencia), que es el conocimiento auténtico de la realidad, universal y alcanzado por la razón, propio del filósofo.
El Rey Filósofo: El Gobernante Ideal
La figura del rey filósofo es central en el proyecto político de Platón, especialmente en su obra La República. Se considera sabio a aquel que ha completado el proceso educativo y ha adquirido el conocimiento necesario para hacer el bien, desarrollando las virtudes de la sabiduría y la prudencia. El rey filósofo realiza un sacrificio personal, material y familiar, viviendo en igualdad con los demás. Su objetivo primordial es alcanzar la justicia social, que Platón considera lograda cuando cada clase social ocupa su lugar en la sociedad según su tipo de alma, generando así armonía social.
En el mito de la caverna, el rey filósofo es aquel que logra salir de la caverna, emprende el camino hacia la luz y, tras contemplar la verdad, regresa para guiar a los demás prisioneros.
La Idea del Bien: El Principio Supremo
La idea del bien ocupa la posición más elevada en la jerarquía de las ideas platónicas. Todas las cosas y el ser humano aspiran a ella. Es la que posibilita el buen gobierno de los sabios y representa la culminación del proceso educativo. En el mito de la caverna, el sol simboliza la idea del bien, al ser el elemento creador y fuente de toda luz y conocimiento. La sabiduría trasciende la mera especialización; implica sentirse bien consigo mismo y actuar con bondad y prudencia. Por ello, el rey filósofo debe alcanzar la idea del bien para gobernar de manera justa.
La Reminiscencia: El Conocimiento como Recuerdo
La teoría de la reminiscencia postula que conocer es recordar, basándose en la tesis innatista. Esta teoría se fundamenta en el dualismo alma-cuerpo. Al unirse el alma con el cuerpo, olvida el conocimiento adquirido en el mundo de las ideas. La educación actúa como un proceso de recuerdo gradual de estas verdades preexistentes. Por lo tanto, el aprendizaje no consiste en adquirir conocimiento nuevo, sino en que el alma recuerde la verdad que ya poseía antes de encarnarse. Para que la reminiscencia ocurra, es fundamental la guía de un maestro a través de la dialéctica.