Filosofía de Platón: Dualismo, Ideas, Alma y la Polis Justa

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El Dualismo Platónico y la Teoría de las Ideas

El pensamiento de Platón está vertebrado por un dualismo ontológico, célebremente ilustrado en el Mito de la Caverna. Este dualismo busca conciliar algunas corrientes filosóficas previas, como las de Heráclito y Parménides. Según Platón, existen dos mundos:

  • El mundo sensible: El de las apariencias, las sombras y lo mutable.
  • El mundo inteligible: Donde habitan las Ideas, realidades eternas e inmutables.

Las Ideas existen independientemente de las cosas sensibles; son únicas, eternas, inmutables y solo pueden captarse por la inteligencia. Las cosas, en contraste, son múltiples y están sometidas al cambio. Las Ideas son la causa de las cosas y el fundamento de los juicios que formulamos sobre ellas.

Propósitos Fundamentales de la Teoría de las Ideas

La Teoría de las Ideas de Platón persigue varios objetivos cruciales:

  • Luchar contra el relativismo sofista: Afirmando que la justicia y el sumo bien son realidades inalterables y objetivas.
  • Proponer un sistema político coherente: Donde los filósofos, al ser quienes contemplan las Ideas, deben ser los gobernantes.
  • Establecer el objeto de la ciencia: Mostrar que el único objeto de la ciencia es llegar a contemplar las Ideas.

El Dualismo Antropológico y la Naturaleza del Alma

Este dualismo ontológico también se extiende al ser humano, que se compone de alma y cuerpo. El alma se remite al mundo de las Ideas, mientras que el cuerpo pertenece al mundo sensible.

Las Tres Partes del Alma Platónica

De las tres almas que el hombre posee, solo la racional es inmortal y de naturaleza divina, una idea basada en el orfismo. Esta alma existe antes de unirse al cuerpo y le sobrevive. Las otras dos almas son mortales, a semejanza del cuerpo:

  • Alma Irascible: Fuente de pasiones nobles (valor, honor).
  • Alma Apetitiva o Concupiscible: Fuente de pasiones innobles (deseos corporales, placeres).

En el célebre Mito del Carro Alado, Platón muestra al alma racional como un auriga que intenta dominar a sus dos caballos, que representan las almas irascible y apetitiva.

La Teoría Platónica del Conocimiento: Anámnesis y Dialéctica

Dado que el alma racional preexistía antes de unirse al cuerpo, el conocimiento humano consiste en recordar (teoría de la Anámnesis o reminiscencia) lo que contempló en el mundo de las Ideas y que fue olvidado al nacer.

La Dialéctica como Camino al Saber

La dialéctica constituye el proceso de ascenso en grados de abstracción del conocimiento, ilustrado en el Símil de la Línea:

Dialéctica Ascendente: Del Mundo Sensible al Inteligible

  • Doxa (Opinión): Conocimiento del mundo sensible, que parte de la imaginación o conjetura y concluye en la creencia.
  • Episteme (Ciencia): Conocimiento del mundo de las Ideas, que parte del pensamiento discursivo (matemáticas) para llegar a la inteligencia o contemplación de las Ideas.

Dialéctica Descendente: Aplicación del Conocimiento

La dialéctica descendente, por su parte, busca aplicar este conocimiento adquirido a la definición de las cosas sin recurrir a la experiencia sensible.

El Papel del Amor y la Virtud en la Filosofía Platónica

El Amor Platónico: Ascenso hacia la Belleza y el Bien

El amor, entendido como una atracción hacia la contemplación de la belleza o el bien (explicado en la Escala de Diotima), es un elemento clave en el proceso del conocimiento humano.

La Virtud y el Intelectualismo Moral

Para alcanzar el bien, no bastan la dialéctica y el amor; es necesaria la virtud. Para practicarla, es imprescindible conocerla previamente, lo que se conoce como intelectualismo moral. La virtud purifica al hombre y le proporciona armonía, siempre y cuando cada parte del alma cumpla con su virtud correspondiente:

  • Prudencia: Virtud del alma racional.
  • Fortaleza: Virtud del alma irascible.
  • Templanza: Virtud del alma apetitiva.

Ética y Política en Platón: La Ciudad Justa

La ética platónica conduce directamente a la política. Cada clase social en la polis ideal se identifica con una parte del alma:

  • Gobernantes: Alma racional (filósofos-reyes).
  • Guardianes: Alma irascible (defensores de la ciudad).
  • Productores: Alma apetitiva (artesanos, agricultores).

Solo la polis justa puede educar hombres justos; el individuo aislado no puede ser sabio. La justicia de la polis se alcanza si cada ciudadano realiza su función específica. Sin embargo, Platón reconoce que esta tarea no es fácil, pues el gobierno aristocrático organizado por los filósofos (que se presenta como ideal para la polis) suele degenerar sucesivamente en formas de gobierno equivocadas e injustas:

Degeneración de los Regímenes Políticos

  1. Timocracia: Gobierno basado en el honor y la ambición.
  2. Oligarquía: Gobierno de los ricos.
  3. Democracia: Gobierno del pueblo, propenso al desorden y la anarquía.
  4. Tiranía: La peor forma de gobierno, surgida del exceso de libertad democrática.

La Cosmología Platónica: El Demiurgo y la Creación del Cosmos

Aunque la intención principal del pensamiento de Platón se centra en la ética y la política, también aborda cuestiones como la cosmología. Para él, una inteligencia ordenadora, el Demiurgo, ha ordenado una materia caótica y eterna, sometida al movimiento en un espacio también eterno, siguiendo el modelo del mundo de las Ideas.

El Surgimiento del Cosmos Ordenado

Así surge el cosmos o universo ordenado, cuya estructura se basa en los cuatro elementos (influencia de Empédocles) y en la armonía de las esferas (influencia de Pitágoras). El Demiurgo actúa con una finalidad: trasladar a la materia, en la medida de lo posible, el orden y la belleza del mundo de las Ideas.

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