La Filosofía de Nietzsche: Reinterpretando el Ser y el Tiempo
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Nietzsche: Voluntad de Poder y Eterno Retorno
3. La Voluntad de Poder
La voluntad de poder es una de las metáforas que utiliza Nietzsche para reinterpretar su visión del mundo y del hombre.
Perspectiva Cosmológica
Desde una óptica cosmológica, el mundo como voluntad de poder significa que la realidad es un conjunto de fuerzas desiguales, cualitativamente distintas, en lucha incesante. Contrario a la física moderna, que busca un equilibrio y orden mecanicista, Nietzsche destaca el carácter caótico del universo. Para Nietzsche, el ser no es una realidad acabada, perfecta e inmutable, sino una voluntad de poder: un perpetuo devenir, una pluralidad de fuerzas cambiantes con infinitas posibilidades.
Esta estructura plural de la realidad requiere un conocimiento en perspectiva. Muchas metáforas expresan el enigma del mundo; ninguna es la Verdad absoluta, pero todas lo son parcialmente.
Dimensión Antropológica
El hombre también es voluntad de poder. Lo humano es un conjunto de fuerzas (pasiones, deseos, razón) que buscan crecer y desarrollarse. Si en el universo la voluntad de poder subraya el caos, en el plano psíquico muestra el "microcaos" de ser humano. La razón no domina siempre; es una fuerza más, a veces dominante, a veces dominada (irracionalismo). No hay un "yo" que se responsabilice de todo; el arte, la moral y las actividades creativas son expresiones de este poder creador. La voluntad de poder crea valores, teorías, ficciones y obras de arte. Ciencia, arte y moral son productos de esta voluntad, ya que a través de ellos las fuerzas humanas se desarrollan y superan.
La voluntad de poder se expresa en figuras arquetípicas como el artista, el aventurero y el amante, mostrando fuerza, creatividad y poder. Finalmente, la voluntad de poder no es ni buena ni mala; está más allá del bien y del mal. Es la que da sentido y valor a todas las cosas.
4. Eterno Retorno
Zaratustra es el profeta del superhombre y del eterno retorno, una noción con origen en la concepción circular del tiempo griego. La vida y la voluntad de poder exigen la superación del ser devorado por el tiempo. La doctrina del eterno retorno prioriza el devenir como "ser", renunciando a lo sobrenatural o trascendente.
Para Nietzsche, el mundo carece de racionalidad, sin principio ni fin (a diferencia del modelo cristiano). Es un "volver de nuevo a su propio yo para vivir una vida idéntica". La realidad, como eterno retorno, es voluntad de autoafirmación. Los ciclos temporales se repiten infinitamente; cada persona, condenada a desaparecer, volverá a vivir la misma vida. El instante presente adquiere una dimensión eterna, debiendo ser vivido eternamente.
El superhombre acepta la vida como devenir, como eterna repetición, sin trascender el universo. El eterno retorno es consecuencia de la voluntad de poder que acepta la vida con todas sus consecuencias. Vive tu vida como si cada instante se repitiera infinitamente. Haz que cada instante merezca ser repetido. Convierte tu vida en una obra de arte. Un requisito fundamental es aceptar la inocencia del devenir. El universo es como el niño de Heráclito que construye y destruye castillos en la arena. El superhombre no es el objetivo final de un proceso lineal, sino la expresión de un compromiso permanente de amor a la vida.