La Filosofía de Nietzsche: Más Allá del Bien y del Mal
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Crítica de la Moral Nietzschiana
El paradigma de la moral contranatural, según Friedrich Nietzsche, es la moral platónico-cristiana. El platonismo sirve de base a esta moral, al traducir el mundo de las Ideas al concepto cristiano del más allá. La moral platónico-cristiana es intrínsecamente contranatural porque, en opinión de Nietzsche, desplaza el centro de gravedad del ser humano de esta vida terrenal hacia una existencia ultraterrena, el **Mundo de las Ideas** o el más allá salvador. Esto implica, para el filósofo, un profundo desprecio por la vida, un juicio negativo sobre la existencia y un resentimiento contra ella.
Origen de los Valores Morales
Nietzsche descubrió que en las lenguas antiguas el término «bueno» (gut, en alemán) significaba primitivamente «lo noble y aristocrático», en contraposición a «malo» (schlecht, en alemán), que era sinónimo de «simple, vulgar y plebeyo». Nietzsche deduce que los adjetivos «bueno» y «malo» fueron creados por las clases nobles y poderosas.
Posteriormente, surge otra contraposición: «bueno» (gut) frente a «malvado» (böse), que ya posee un carácter marcadamente moral y desplaza a la anterior. Los que antes eran considerados «malos» (en el sentido de bajos, plebeyos) se rebelan, se autodenominan «buenos» y califican a los nobles de «malvados» (böse).
La Rebelión de los Esclavos y el Resentimiento
Esta **transmutación de valores** fue llevada a cabo, según Nietzsche, por los judíos y continuada por los cristianos. En esta nueva jerarquía, los nobles pasan a ser considerados «malvados», mientras que los «buenos» son ahora aquellos que previamente eran vistos como «malos» por la nobleza. En definitiva, la moral, en este sentido, surge como el resultado de la «rebelión de los esclavos» y es producto de una actitud reactiva basada en el resentimiento. El resentimiento, para Nietzsche, creó los valores morales de Occidente y es el responsable de la aparición de una civilización enemiga de la vida y de un hombre «incurablemente mediocre».
Hacia el Superhombre
A pesar de esta crítica, Nietzsche alberga la esperanza de que llegue un día en que sea posible vivir «más allá del bien y del mal», un día en que se haya recobrado la primitiva inocencia y aparezca el **superhombre** anunciado por Zaratustra.
La Voluntad de Poder
Nietzsche concibe la **voluntad de poder** como el carácter más esencial de la vida; en sus propias palabras, «la vida es voluntad de poder». A continuación, intentaremos precisar qué significa esta expresión.
Distinción con la Voluntad de Vivir
Nietzsche utiliza la expresión «voluntad de poder» en contraposición al sentido que Arthur Schopenhauer otorga a la «voluntad de vivir». Según Nietzsche, lo que ya está vivo no solo quiere seguir viviendo, como entendía Schopenhauer, sino que **quiere más**, quiere aquello que aún no es, quiere **poder**. En este sentido, se puede afirmar que la vida es voluntad de poder.
Voluntad de Poder vs. Voluntad de Verdad
En segundo lugar, Nietzsche emplea la expresión «voluntad de poder» para refutar la supuesta «voluntad de verdad», que algunos pensadores consideran consustancial al género humano. Nietzsche argumenta que tal voluntad de verdad no existe, ya que lo verdaderamente importante no es la verdad en sí misma, sino aquello que **refuerza la vida**.
Interpretación de la Voluntad de Poder
Dicho esto, tampoco se debe entender la voluntad de poder como una mera aspiración a la dominación o al poder en un sentido político o social. La expresión «voluntad de poder» debe ser comprendida como **voluntad de crear**. «La voluntad de poder» es la afirmación de la primacía radical de la voluntad y de la libertad por encima de la razón; el poder debe entenderse como **fuerza y potencialidad**.
La voluntad de poder está sustentada por un profundo amor a la vida y, por ello, desea el **eterno retorno de las cosas**.
El Eterno Retorno de lo Mismo
La hipótesis del eterno retorno se puede formular desde dos perspectivas:
Formulación Ontológica
Desde un punto de vista ontológico, y eliminada toda hipótesis de una creación del mundo, se postula que el mundo es eterno, sin principio ni fin temporal. Sin embargo, dado que el mundo es finito en su existencia, llegará un momento en que todos los estados de cosas posibles ya se habrán dado y, consecuentemente, volverán a repetirse, no solo una vez, sino **infinitas veces**. Con esto se introduciría una concepción dinámica del ser.
Formulación Ética o Axiológica
La formulación ontológica puede resultar confusa. Es posible que el principal interés de Nietzsche al elaborar esta hipótesis fuera su **sentido ético**. El Eterno Retorno de lo Mismo implica que asumir esta hipótesis obliga a adoptar una nueva actitud a la hora de hacer valoraciones. Se trata de decidir cuál es el valor del mundo. Solo aquel que asume totalmente la vida en este mundo, quien es capaz de amar sin tapujos esta existencia y aceptarla en su totalidad, es capaz de soportar el Eterno Retorno de lo Mismo.