Filosofía Medieval: Tomás de Aquino y Guillermo de Occam sobre el Alma y el Conocimiento
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Tomás de Aquino (1225-1274): La Síntesis Filosófica Medieval
El logro filosófico más importante de finales de la Edad Media fue la recuperación de la filosofía de Aristóteles, especialmente en el estudio de las facultades. Este enfoque fue iniciado por Alberto Magno y desarrollado por su discípulo, Tomás de Aquino, en su monumental obra Suma de Teología.
La Concepción del Ser Humano en Tomás de Aquino
En su estudio de lo humano, Tomás de Aquino postula que el hombre no es una máquina impulsada por el ambiente, ni un alma aprisionada en un cuerpo, sino una entidad dinámica motivada por el alma a través de sus facultades. Al igual que Aristóteles, Tomás de Aquino no concibe un alma unitaria, sino que la divide en tres partes:
Alma Racional
Se ocupa del conocimiento de los universales y del apetito intelectual que busca la idea del Bien.
Alma Sensitiva
Se compone del apetito sensible, que incluye los sentidos interiores (imaginación, memoria, etc.) y los sentidos exteriores o tradicionales.
Alma Vegetativa
Se encarga de funciones vitales como la nutrición, el crecimiento y la reproducción.
Niveles de Funcionamiento Psíquico
A partir de esta división del alma, Tomás de Aquino postula dos niveles de funcionamiento de la psique:
Nivel Inferior
Se elabora a partir de la sensación proporcionada por los sentidos externos y es procesada por los sentidos internos, que forman una imagen.
Nivel Superior
Posee un intelecto pasivo en el que se inscriben esas imágenes y un intelecto activo que las hace inteligibles.
La meta principal de Tomás de Aquino fue conciliar la filosofía de Aristóteles con la Biblia. Se basó en la creencia de que la razón solo puede conocer el mundo, pero no a Dios. Al igual que Aristóteles, planteó que el hombre depende del medio para conocer el mundo. El hombre posee un intelecto activo que abstrae los universales, adoptando así un empirismo consecuente al afirmar que la mente humana solo puede conocer directamente aquello que ha pasado por sus sentidos, sin creer en la existencia de ideas innatas.
Guillermo de Occam (1290-1349): El Empirismo y el Nominalismo
Guillermo de Occam marcó una apertura significativa hacia el análisis psicológico. Afirmó que todo conocimiento comienza con una cognición intuitiva, similar a la sensación: un conocimiento directo e infalible de las cosas del mundo.
Occam se apartó de Platón, quien se limitaba al conocimiento de las ideas; de Aristóteles, por su enfoque en deducir proposiciones universales; y de Tomás de Aquino, quien situaba el conocimiento absoluto en la mente de Dios. Para Occam, esta cognición intuitiva permite conocer los objetos y sus cualidades directamente.
Separación Radical entre Fe y Razón
Occam radicalizó la separación entre Fe y Razón al plantear que no existe una base empírica para creer en un alma inmortal; esta idea solo se sostiene a través de la fe. Con la razón, en cambio, podemos descubrir y conocer el mundo en que vivimos. Este planteamiento lo posicionó en contra de los realistas y lo llevó a decantarse por los nominalistas.
Según los nominalistas, los universales o conceptos generales son simples términos abstractos. Estos argumentos tienen raíces en pensadores clásicos:
Platón
Sostenía la realidad de las ideas y consideraba los objetos de nuestro mundo como meras copias de estas.
Aristóteles
Hablaba de una esencia inherente a las cosas y de un proceso para llegar al conocimiento de los universales.
Agustín de Hipona
Se situó en una postura platónica, sustituyendo el mundo de las ideas por la mente de Dios.
Tomás de Aquino
Apostó por la razón como herramienta para conocer este mundo, aunque el conocimiento absoluto siguiera perteneciendo solo a Dios.
Occam se alineó con los nominalistas, no solo por convicción filosófica, sino también por considerar su planteamiento más "económico". Creía que no era necesario postular la realidad de los universales, ya que estos no serían más que etiquetas verbales o conceptos que elaboramos mediante la experiencia al clasificar en una misma categoría elementos con características en común.