Filosofía Griega Clásica: Conceptos Esenciales de Platón, Sócrates y Aristóteles
Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 5,49 KB
Conceptos Fundamentales de la Filosofía Griega Clásica
Platón
- Teoría de las Ideas o Formas
- Alegoría/Mito de la Caverna
- Mundo Sensible vs. Mundo Inteligible
- Dialéctica Socrática
- Trazado Político
- Justicia (ideal en La República)
- El Filósofo-Rey
- Alma Inmortal
- Mito del Carro Alado
- Amor Platónico (Eros, Teoría del Amor)
- Eudaimonía (Armonía del Alma Tripartita)
- Alma Tripartita (Racional, Irascible, Concupiscible)
Sócrates
- Virtud como Conocimiento
- Autonomía Moral
- Crítica a la Democracia
- Reflexión Moral
- El Bien Común
- El Dilema Socrático
- Crítica a los Sofistas
- Conocimiento de Uno Mismo ("Conócete a ti mismo")
- Ironía Socrática
- Mayéutica
- Diálogo
- Razonamiento Lógico
- Importancia del Conocimiento en la Vida Ética
Aristóteles
- Categorías
- Sustancia
- Felicidad (Eudaimonía como Bien Supremo)
- Virtud de la Justicia (Ética Práctica)
- Teoría de la Causalidad (Material, Formal, Eficiente, Final)
- Teleología
- Lógica Formal
- Esencia vs. Existencia
- Lógica Silogística
- Pluralismo
- Logos
- Ética de la Justicia y el Equilibrio
- Política como Ciencia Práctica
- Metafísica
- Ontología
- Alma Humana (Racional, Vegetativa, Sensitiva)
- Ciencias Prácticas
- Ciencia Empírica
- Término Medio (Mesotés)
- Crítica a la Democracia Ateniense
- Ideal del Sabio Gobernante
- Razonamiento Deductivo
- Doxa vs. Episteme (Opinión vs. Conocimiento Verdadero)
Sofistas
- Relativismo
- Protágoras
- Gorgias
- Escepticismo
- Retórica
- Pago por Enseñanza
- Virtud (Areté)
- Sophos
- Paideia
- Pluralismo (Social y Educativo)
- Falacia
- Homo Mensura ("El hombre es la medida de todas las cosas")
- Persuasión
La Ética en Sócrates y Aristóteles
La Ética según Aristóteles: La Búsqueda de la Eudaimonía
Para Aristóteles, la ética es un saber práctico que guía al ser humano hacia la felicidad (eudaimonía), considerada el bien supremo y el propósito último de la vida. Esta se alcanza desarrollando plenamente las capacidades humanas, especialmente la racionalidad, mediante el ejercicio constante de las virtudes. Las virtudes se dividen en dos tipos principales:
- Virtudes Intelectuales: Perfeccionan la razón. Incluyen la prudencia (phrónesis, capacidad de tomar decisiones correctas en la práctica), el arte (techné, habilidad racional para crear), la sabiduría (sophía, comprensión profunda de los primeros principios y la realidad), la ciencia (episteme, conocimiento demostrable y objetivo) y la inteligencia intuitiva (nous, que permite captar principios fundamentales).
- Virtudes Éticas o Morales: Relacionadas con el carácter y las costumbres, se alcanzan buscando el término medio (mesotés) entre dos extremos viciosos (uno por exceso y otro por defecto). Por ejemplo, el valor es el término medio entre la temeridad (exceso) y la cobardía (defecto).
La práctica habitual de estas virtudes, guiada por la razón y la prudencia, combina conocimiento y equilibrio, definiendo una vida plenamente realizada y orientada al bien supremo.
La Ética según Sócrates: Conocimiento y Virtud
Para Sócrates, la ética tiene un propósito profundamente personal y racional, centrado en la virtud (areté) como una cualidad esencial del alma, accesible a todos mediante el esfuerzo intelectual y moral, independientemente del estatus social o los bienes materiales. Su revolución ética consistió en situar la moralidad en la conciencia individual y la razón, desligándola de la mera opinión pública o la tradición.
La razón es el fundamento de la ética socrática. Sostenía que solo quien comprende verdaderamente qué son la justicia, la bondad o la templanza puede actuar virtuosamente. Esta idea se conoce como intelectualismo moral: la virtud es conocimiento y el vicio es ignorancia. Para Sócrates, nadie hace el mal voluntariamente, sino por desconocimiento del bien. Por lo tanto, el conocimiento del bien, obtenido a través del autoexamen y el diálogo (mayéutica), es indispensable para practicarlo. Este autoconocimiento racional es la clave para una vida justa, buena y, en última instancia, feliz.