Filosofía de Descartes: Sustancias, Existencia de Dios y la Realidad del Mundo
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La Metafísica de René Descartes: Sustancias, Dios y la Realidad del Mundo
La filosofía antigua de Aristóteles se conservó durante toda la Edad Media. Sin embargo, en la Edad Moderna, la metafísica experimentó un cambio significativo, dando lugar a tres categorías fundamentales:
- Sustancia: Es aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir. Por ello, sustancia es solamente Dios, ya que los demás seres han sido creados por Él. No obstante, Descartes admitirá la existencia de otras dos: la pensante y la extensa.
- Atributos: Son aquellas propiedades por las que conocemos a las sustancias y que las hacen diferentes entre sí. El atributo de Dios será la infinitud; el de la sustancia pensante, el pensamiento; y el de la sustancia extensa, la extensión.
- Modos: Son cambios no esenciales en las sustancias que poseen pensamiento y extensión. Descartes parte de la existencia del yo y de sus ideas; de aquí deduce la existencia de Dios y, a partir de esto, la existencia del mundo real, según el siguiente proceso de pensamiento:
El Sujeto o Yo: La Sustancia Pensante
El sujeto o yo es el fundamento de la metafísica de Descartes, pues sin él no existe el saber ni las ciencias. Se convierte, pues, en el centro de todo, y el mundo se reduce a meras apariencias que nos ofrecen las ciencias.
La Sustancia Infinita: Las Ideas Innatas
Entre las ideas que tenemos innatas está la del infinito. Pero esta idea no puede provenir de mí mismo, pues soy un ser finito e imperfecto, porque dudo. Por lo tanto, tiene que venir de fuera y haber sido puesta en mi mente por un ser infinito al que llamamos Dios. Y este ser tiene que existir, puesto que si no existiera no sería perfecto. Por lo tanto, Dios existe.
Pruebas de la Existencia de Dios según Descartes:
- Argumento de la Causalidad: El ser humano ha tenido que ser creado por un ser perfecto que no duda. Por lo tanto, ese ser tiene que existir, y es Dios.
- Argumento Ontológico (implícito): Un ser finito como yo no puede plantearse la idea del infinito; por lo tanto, ha sido puesta en mí por un ser superior e infinito al que llamamos Dios.
La existencia de Dios es una garantía de que las ideas que tengo innatas son verdaderas, pues un ser tan perfecto no podría engañarme y, por lo tanto, existe un mundo exterior a mi mente.
El Mundo: La Sustancia Extensa
A partir de la idea de que Dios existe, Descartes demuestra que lo que el hombre piensa existe en realidad fuera de nuestra mente, pues, al ser perfecto, no nos puede engañar, ya que cometer una imperfección lo despojaría de su divinidad. Existe, pues, el mundo al cual llama «sustancia extensa». Para él, el universo es como una gran máquina compuesta por los astros, los animales, las plantas, etc. Y todos los fenómenos se explican por el movimiento de las partículas que componen la materia, regidos por leyes físicas. Entonces, si el universo se explica por leyes físicas, no es necesaria la existencia de las almas. Es Dios quien crea la materia con una determinada «cantidad de movimiento» que se conserva eternamente. Esta materia está compuesta por infinitos átomos que chocan y se mueven según las «tres leyes del movimiento»:
- Ley de la Inercia: Todo cuerpo permanece en el mismo estado de movimiento o reposo si no hay una fuerza externa que lo modifique.
- Ley del movimiento en línea recta: Todo cuerpo en movimiento tiende a moverse en línea recta si no hay una fuerza externa que lo haga desviarse.
- Ley de la conservación del movimiento: Aunque dos cuerpos choquen, se conserva la cantidad total de movimiento.