La Filosofía de Descartes: Método, Obras y Legado en la Modernidad

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Contextualización de la Obra y Filosofía de Descartes

El Discurso del Método: Génesis y Propósito

La obra de René Descartes que se aborda es el Discurso del Método, su creación más decisiva. Escrita entre 1636 y 1637 en francés, fue publicada en Holanda. Es un tratado filosófico sobre el método, concebido como una introducción a sus tratados científicos (la Dioptrica, los Meteoros y la Geometría).

Descartes concibió esta obra tras su formación académica, científica y filosófica, y después de redactar su autobiografía intelectual. El proceso que culminó en la escritura del Discurso del Método puede dividirse en cuatro etapas:

  • Búsqueda de Certeza: En primer lugar, insatisfecho con la filosofía tradicional, busca un conocimiento certero.
  • Concepción del Método: En segundo lugar, concibe la idea de un método universal.
  • Moral Provisional: En tercer lugar, adopta una moral provisional o transitoria, que le servirá de guía mientras revisa todo lo considerado cierto hasta ese momento, y especifica sus máximas.
  • Aplicación Filosófica: Finalmente, resume varias meditaciones, y en el texto que nos ocupa, observamos la aplicación de su método a la filosofía.

Otras Obras Relevantes de Descartes

En cuanto a otras obras destacadas de Descartes, ordenadas cronológicamente, se encuentran:

  • Reglas para la dirección del espíritu: donde expone detalladamente el método y su justificación.
  • Discurso del Método: ya mencionado anteriormente.
  • Meditaciones Metafísicas: donde expone sistemáticamente la metafísica cartesiana, dividida en seis meditaciones.
  • Los Principios de la Filosofía: dividida en cuatro partes.

Descartes: Fundador de la Filosofía Moderna y el Racionalismo

La Gnoseología como Tarea Primordial

René Descartes es considerado el fundador de la filosofía moderna. En su época, la gnoseología (teoría del conocimiento) se erigía como la tarea filosófica primordial. Se consideraba esencial determinar las condiciones de un conocimiento seguro, las cuales, para Descartes, se concretan en la evidencia racional como criterio de verdad y en el método analítico-sintético, de clara inspiración matemática.

El Racionalismo Cartesiano y la Duda Metódica

Por esta razón, su filosofía se denomina racionalismo. Descartes expone su método con el propósito de establecer un saber seguro que sirva de fundamento a todas las demás ramas del conocimiento, incluyendo la emergente ciencia experimental.

Así, la duda metódica constituye la primera fase, o fase analítica, de la aplicación de su método a la filosofía. Esta duda metódica culmina en el descubrimiento de una primera verdad absoluta: «Cogito, ergo sum» (pienso, luego existo), que implica la existencia de una primera realidad, el YO o res cogitans. Finalmente, se desarrolla la fase deductiva, que conduce a la demostración de la existencia de Dios (res infinita) y del mundo (res extensa).

El Pensamiento Cartesiano y su Legado

En el marco del pensamiento cartesiano, Descartes está convencido de que la razón autónoma es la única guía para el ser humano (SH) tanto en el ámbito de la ciencia como en el de la conducta. Esta concepción cartesiana de la razón dará origen al Racionalismo moderno, una corriente filosófica cuyos representantes más destacados incluyen a Malebranche, Baruch Spinoza y Gottfried Leibniz. Se caracteriza por su confianza en una razón de corte matemático y en la capacidad humana ilimitada para alcanzar el conocimiento.

La filosofía cartesiana marca el inicio de una nueva ordenación del problema del conocimiento. Esta investigación sobre la capacidad de la razón para alcanzar la verdad será una constante en todo el pensamiento filosófico de la modernidad. Este problema del conocimiento se acentúa con el papel predominante que Descartes le confiere a Dios para su solución, unido a la inherente dificultad de demostrar su existencia real. Por ello, la figura de este Dios filosófico se convertirá en una cuestión a superar por la filosofía posterior.

Idealismo Cartesiano: Gnoseológico y Subjetivo

El planteamiento cartesiano para la solución del problema del conocimiento, que establece el yo y sus ideas como punto de partida firme, dará lugar al idealismo (la mente modifica la realidad al percibirla), en contraposición al realismo ingenuo de la tradición aristotélica (la realidad externa se percibe tal cual es).

Finalmente, el idealismo cartesiano es gnoseológico, ya que el cogito no crea el mundo, solo lo conoce. Es también subjetivo, porque el cogito es inherente e interior a un sujeto, no es algo independiente. Sin embargo, no es subjetivista, pues la razón es común e igual para todos los seres humanos.

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