La Filosofía de Descartes: Dios, el Hombre y el Mundo
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1. La Existencia de Dios según Descartes
Argumentos para la Existencia de Dios
a) Argumento Gnoseológico
Descartes parte de la idea innata de un ser perfecto. Esta idea no puede proceder del mundo exterior ni de mí mismo, ya que lo menos perfecto no puede hacer nacer a lo más perfecto. Es necesario, por tanto, que haya sido puesta en mí por un ser que tiene todas las perfecciones: Dios. Luego Dios existe.
b) Argumento de la Causalidad
En segundo lugar, se puede llegar a conocer a Dios, según Descartes, por la misma consideración de la finitud de mi yo. Yo soy finito e imperfecto, como se demuestra por el hecho de que dudo. Es, pues, evidente que no me he creado a mí mismo, y que ha de haberme creado un ser que tiene todas las perfecciones cuya simple idea yo poseo, Dios. Luego Dios existe.
Obsérvese que estas dos pruebas son estrictamente causales, como las tomistas. Parten de unos efectos para llegar a su causa. La diferencia con Santo Tomás es que este parte de los efectos materiales -la "huella" de Dios en el mundo- mientras que Descartes parte de efectos no materiales, sino espirituales (la "huella" de Dios en la mente humana).
c) Argumento Ontológico
La idea del ser perfecto implica su existencia, porque contiene necesariamente todas las perfecciones, y entre ellas, la existencia real. Luego Dios tiene que existir. "Se puede demostrar la existencia de Dios con la misma evidencia con que se percibe que un triángulo contiene necesariamente 3 lados y 3 ángulos". Es decir, sería contradictorio que Dios, ser perfecto, no existiese, de igual modo que sería contradictorio que un cuadrado no tuviera 4 lados.
2. La Sustancia Pensante: El Hombre
El Yo, Sustancia Pensante. El Pensamiento, Atributo de la Sustancia Pensante
Del pienso luego existo deduce Descartes que el yo es una sustancia pensante, una res cogitans, cuyo atributo esencial es el pensamiento, la actividad de pensar (cogitatio) porque yo me puedo pensar sin cuerpo y sin espacio, pero no puedo pensarme sin pensamiento.
El yo es una sustancia pensante porque no necesita del cuerpo ni de las cosas ni de un lugar en que encontrarse para pensar y existir. Más adelante explicamos la noción cartesiana de sustancia.
La antropología cartesiana es, en línea con la antropología platónica, radicalmente dualista. Es claro que cuerpo -sustancia extensa- y alma -sustancia pensante- son radicalmente distintas y heterogéneas como lo son la extensión y el pensamiento.
El pensamiento constituye el atributo esencial del yo, de la sustancia pensante, y que la imaginación y los sentimientos son sus modos.
a) La Sustancia Material
La sustancia material se define por el atributo de la extensión. Sus modos son la figura y el movimiento. Descartes reduce las sustancias materiales a masas extensas con figura y movimiento. Ya sabemos que Descartes, como Galileo y toda la ciencia moderna, niega la existencia objetiva de las cualidades secundarias (colores, olores, sabores) que son puras impresiones subjetivas porque no son matematizables.
b) El Mundo
Mundo es la totalidad de los cuerpos materiales o, lo que es lo mismo, de las sustancias extensas. Descartes no admite lógicamente el vacío porque donde hay extensión habrá materia.
c) Composición de las Sustancias Materiales
Igualmente, las sustancias materiales o cuerpos en Aristóteles no se componen de materia y forma sino por átomos y partículas homogéneas que determinan las diferencias entre los cuerpos.
d) El Mecanicismo en el Universo Cartesiano
En el universo cartesiano todo se reduce a materia extensa y movimiento. La materia de por sí es inerte, carece de movimiento y hay que explicarlo. Descartes recurre a Dios como causa primera del movimiento. Dios crea la materia y con ella el movimiento y conserva invariable en el universo la cantidad de movimiento porque Dios es inmutable. De ahí deduce Descartes las tres leyes del movimiento:
- La primera ley es el principio de inercia.
- La segunda ley es el principio de dirección del movimiento.
- La tercera ley es el principio de conservación del movimiento.
e) El Mundo como una Máquina
Esta concepción del mundo como una máquina se llama mecanicismo. El mundo es una gigantesca máquina regida por leyes mecánicas. Descartes elimina también las causas finales y sólo admite las causas eficientes, leyes mecánicas.