Filosofía y Democracia en la Grecia Clásica: De Sofistas a Sócrates
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La Edad de Oro de la Cultura Griega: Un Legado Filosófico y Político
Las Guerras Persas y el Nacimiento de la Democracia
La Edad de Oro de la cultura griega, marcada por las Guerras Persas (conflictos entre persas y griegos), fue un período de profunda transformación. Los griegos, a pesar de la inferioridad numérica, lograron la victoria, un triunfo que interpretaron como un favor divino.
Fue en este contexto donde los griegos sentaron las bases de la democracia, un sistema de gobierno que permitía la participación de los hombres en las asambleas. Es importante destacar que ni las mujeres ni los esclavos tenían derecho a voto.
Durante el siglo V a.C., las ciudades griegas, como Atenas, se desarrollaron con un centro neurálgico, el ágora, alrededor del cual se organizaban las viviendas. A diferencia de las ciudades modernas, no solían contar con murallas defensivas en su diseño inicial.
El Auge del Razonamiento y la Aparición de los Sofistas
Tras la victoria en las Guerras Persas, Atenas experimentó un cambio de paradigma, pasando de una mentalidad centrada en la guerra y la violencia a una valoración del razonamiento y la palabra. Este cambio propició la aparición de los Sofistas.
¿Quiénes Eran los Sofistas?
Los Sofistas se autodefinían como sabios y cosmopolitas, considerándose ciudadanos del mundo más que meros ciudadanos griegos. Sus principales características incluían:
- Enseñaban la oratoria como una herramienta clave para el triunfo político, a cambio de un pago.
- Eran autosuficientes, creyendo no necesitar aprender de nadie más.
- Estaban convencidos de que no existía una verdad absoluta, sino múltiples opiniones, todas con la misma validez. Para ellos, opinión = verdad, lo cual contradecía el pensamiento predominante de la época.
- Sostenían que el hombre es la medida de todas las cosas, es decir, es el ser humano quien otorga valor y sentido a la realidad, determinando lo que está bien y lo que está mal, aunque las opiniones pudieran diferir.
Corrientes Sofísticas y Creencias
Dentro del movimiento sofístico, existían diferentes corrientes, desde los sofistas moderados hasta los sofistas radicales, como Trasímaco y Calicles, quienes incluso afirmaban que los dioses habían sido inventados por los hombres.
En cuanto a las creencias religiosas, figuras como Jenófanes argumentaban que los dioses poseían rasgos humanos y características similares a las de quienes los habían concebido. Se creía que los dioses eran inventados para castigar a los hombres cuando hacían algo mal no públicamente.
Respecto a la ley, los Sofistas distinguían entre:
- Fisis: Leyes naturales de cumplimiento obligatorio.
- Nomos: Leyes creadas por los hombres, cuyo cumplimiento no era inherentemente obligatorio. Los Sofistas radicales sostenían que estas leyes habían sido inventadas por los débiles para protegerse de los fuertes.
Sócrates: El Tábano de Atenas y la Búsqueda de la Verdad
Sócrates se opuso radicalmente a los Sofistas, dedicando su vida a cuestionar todo y a ayudar a otros a comprender la realidad. Era conocido como "el tábano de Atenas" por su incansable interrogación. Afirmaba que quien cree saberlo todo, más valdría que no hubiera nacido.
A diferencia de sus contemporáneos, Sócrates no dejó escritos propios; su legado nos ha llegado gracias a su discípulo, Platón. Sócrates rechazaba la escritura, considerándola una forma de expresión inferior al habla, un "texto muerto" sin posibilidad de interacción o intercambio de opiniones.
La Mayéutica Socrática y los Banquetes Filosóficos
La Mayéutica Socrática era su método para la búsqueda de la verdad a través del intercambio de opiniones y el diálogo. Sócrates participaba en banquetes filosóficos, reuniones donde filósofos y sofistas comían y bebían abundantemente, a menudo con el amor como tema central. En este ambiente, Sócrates interrogaba a los Sofistas hasta que se contradecían, haciéndoles ver que su conocimiento no era tan profundo como creían. Su objetivo era que descubrieran la esencia conceptual de las cosas, como la verdadera naturaleza del amor.
Condena y Legado de Sócrates
Finalmente, Sócrates fue condenado a muerte bajo dos acusaciones principales:
- Corromper a la juventud: Introducir ideas nocivas y contrarias al ideal de la polis.
- Delito de impiedad: No creer en los dioses de la ciudad (acusación que él consideraba falsa).
A pesar de tener la oportunidad de escapar, Sócrates aceptó la pena de muerte, argumentando que las leyes de la polis eran de obligado cumplimiento y un regalo de los dioses. Su sacrificio consolidó su figura como un pilar fundamental de la filosofía occidental.