Filosofía del Castigo y el Poder Estatal: Ideas Clave en la Historia

El Origen y la Racionalización de la Pena

1. El Origen de la Pena: Perspectiva Contractualista

Según el autor, el origen de la pena se encuentra en el contrato social y en la necesidad de proteger a los individuos de los ataques de particulares. Este fundamento contractualista subraya la idea de que la pena surge como un mecanismo acordado para mantener la cohesión y seguridad dentro de la sociedad.

2. La Visión Burguesa del Castigo y su Racionalización

La burguesía buscaba que ni la nobleza ni los sectores populares pudieran eludir las reglas del capitalismo, estableciendo así límites para salvaguardar sus intereses. De ahí la necesidad de imponer estos límites para afianzar el poder estatal. Dichos límites justificaban el poder soberano, presentando los castigos no como actos autoritarios o desmesurados, sino como algo lógico y racional. Es decir, el castigo era percibido como una consecuencia natural de la violación del contrato social, ejecutado por la razón y no por las pasiones.

Instituciones de Control y Pensadores Clave

3. La Prisión como Institución de Control Burgués

La prisión fue la principal institución de control elegida por la clase burguesa. Como demuestra Michel Foucault, aunque no era una institución intrínsecamente necesaria, su surgimiento fue contingente a las luchas de diversos burgueses reformistas. Estos, ya sea por buenas intenciones o por una gran capacidad de 'arquitectura del poder', impulsaron un sistema penal con objetivos y necesidades coherentes con el diagrama de poder democrático burgués.

4. La Concepción de Libertad en Wilhelm Friedrich Hegel

Para Wilhelm Friedrich Hegel, los hombres libres solo podían ser los burgueses, y siempre dentro de los estados contemporáneos, con sus burócratas —'los que saben'— y el monarca en la cima. De acuerdo con su teoría historicista, el espíritu absoluto solo había llegado donde se había impuesto el Estado burgués, y solo para quienes compartían sus valores morales y jurídicos: la Europa Cristiana y Germánica.

5. El Estado Totalitario de Juan Donoso Cortés: Moral y Religión

Juan Donoso Cortés fue probablemente el más moderno de los conservadores reaccionarios. El Estado totalitario al que aspiraba debía tener un trasfondo moral y católico, ya que poseía la capacidad y, por tanto, la obligación de erradicar la impiedad. Así, llegó a proponer una justificación o legitimación histórica de la violencia por el ansia de poder, convirtiéndose en un antecesor de las dictaduras del siglo XX. Como advertía Carl Schmitt, esta dictadura sería a la vez política y religiosa, pues la religión católica era vista como la base moral de la sociedad.

6. Cesare Beccaria: Utilidad y Prevención en la Pena

Para Cesare Beccaria, la pena no podía justificarse en la venganza, sino en la utilidad y en la prevención de otros delitos. Todo acto de autoridad ejercido sobre un hombre es tiránico si no está basado en la necesidad. Por tanto, todo castigo que no sirva para mantener unido el contrato social es injusto. No existen fundamentos místicos o morales para la pena y la justicia; será justo aquello que sea socialmente útil.