Filosofía Aristotélica: Conocimiento, Lógica y Ética del Bien Vivir

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Conocimiento Sensorial y Percepción

Así como en la nutrición el ser vivo incorpora la materia del ser vivo sin la forma, en la percepción capta la forma sensible del objeto sin su materia. La percepción es, por tanto, la captación exacta de cualidades y caracteres reales existentes en el mundo. La facultad sensorial no es más que la capacidad de recibir las formas, por lo que en el acto de la percepción hay una unidad de la facultad sensible con la forma que ha tomado.

El Saber Científico y la Lógica Aristotélica

Sobre el razonamiento científico o silogismo, Aristóteles afirma que no había nada anterior que mereciera mencionarse en investigaciones lógicas, por lo que se le considera el creador de esa rama del saber. Si no introduce la lógica en su clasificación de las ciencias es porque la considera el instrumento para el saber científico, previo a las ciencias mismas. Todos los tratados de esta materia tienen por objetivo final el silogismo, cuya estructura y leyes son analizadas.

El Silogismo y la Verdad Científica

El silogismo formalmente correcto asegura la necesidad de la conclusión, pero no la verdad de esta. El silogismo aristotélico pretende concluir en verdades científicas. Que algo sea una conclusión válida no implica que la conclusión sea verdadera: la verdad de la conclusión depende de la verdad de las premisas. Particular importancia tiene para este estudio del conocimiento científico la cuestión de los primeros principios. Cuando las premisas del razonamiento no son axiomas, deben ser demostradas; solo así hay garantía de que la conclusión sea científicamente verdadera.

La Ética Aristotélica

Con Aristóteles, la ética desciende a los hechos de la vida cotidiana. El abandono de las ideas universales le lleva a separar los fines y métodos de la ética de los de la ciencia teórica y hacerlos objeto de la ciencia práctica. Las ciencias prácticas, como la ética y la política, son para Aristóteles aquellas cuyo propósito no es alcanzar la verdad de lo que es universal y necesario, sino que afectan a la acción; es decir, tratan de lo que puede y debe ser la vida humana.

La Felicidad como Bien Supremo

El término “bien” o “fin” es analógico: hay muchos fines y muchos bienes, del mismo modo que hay muchas causas, y tanto unos como otros se subordinan en una cadena a otros más importantes. El fin o bien supremo será aquel que quisiéramos conseguir por sí mismo y que no se subordina a ningún otro. Ese bien supremo al que aspira todo ser humano y al que subordinamos todos los demás fines es la felicidad.

Tipos de Interpretaciones de la Felicidad

  • La de las naturalezas vulgares, que creen que la felicidad reside en el placer.
  • La de los que aman la vida política, que buscan la gloria y los honores.
  • La de quienes cultivan la vida contemplativa e intelectual, que creen que lleva al conocimiento.

La Virtud

Aristóteles distingue dos facultades en el alma del ser racional: una dotada de razón y otra no dotada de razón. De acuerdo con esta diferencia entre las dos partes racionales del alma, Aristóteles distingue entre virtudes intelectuales, que son las que perfeccionan nuestra capacidad de conocer, y virtudes éticas.

Las Virtudes Éticas

Aristóteles define la virtud ética como un estado del individuo a quien concierne la elección, situado en un punto medio relativo a nosotros mismos, determinado por un principio racional en la dirección en que lo determinaría el hombre prudente. La disposición de las virtudes éticas se refiere a la elección, no a la deliberación; por lo tanto, es una disposición de nuestra voluntad y no de nuestra razón. Las virtudes éticas facilitan nuestra elección, orientándola a un término medio relativo a nosotros.

Ética y Política: La Justicia

Aristóteles coincide con Sócrates en que la virtud no es posible sin la prudencia. Dentro de las virtudes éticas, Aristóteles reconoce una importancia especial a la justicia, como ya había hecho Platón. Lo justo se refiere, por una parte, a la legalidad como la disposición para actuar de acuerdo con los dictados de las leyes. Pero hay también una justicia particular relativa a la igualdad. En este segundo sentido, la justicia se realiza de dos formas:

  • Justicia Distributiva

    Por la que el Estado reparte los bienes entre los ciudadanos según sus propios méritos, siguiendo una proporción geométrica.

  • Justicia Correctiva

    Que permite regular las relaciones de intercambio entre los ciudadanos, estableciendo un reparto equitativo, a todos por igual, según una proporción aritmética.

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