Filosofía del Alma y la Revolución Cristiana: De Platón a la Edad Media
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Concepciones del Alma en Platón y Aristóteles
Para empezar, Aristóteles rechaza la teoría dualista de Platón, según la cual el ser humano está compuesto de cuerpo y alma, existiendo una división radical entre ambos componentes. Para Aristóteles, el alma es el principio de la vida, la forma o acto de un cuerpo vivo, lo que lo diferencia de los seres inanimados.
Por tanto, afirma que no solo los seres humanos poseen alma, y además, existirían diferentes clases de almas según las distintas formas de vida. De ahí que Aristóteles distinga tres tipos de alma:
- Alma vegetativa: Presente en plantas, responsable de la nutrición y el crecimiento.
- Alma animal: Presente en animales, responsable de la percepción, el movimiento y el deseo, además de las funciones vegetativas.
- Alma racional o humana: Exclusiva del ser humano, responsable del pensamiento, la razón y la voluntad, abarcando también las funciones vegetativas y animales.
Mientras que Platón, al opinar que el alma es una cualidad humana, no establece ningún tipo de diferenciación y se limita a dividir la única alma existente en tres partes:
- Alma racional: Ubicada en la cabeza, asociada a la razón y la sabiduría.
- Alma irascible: Ubicada en el pecho, asociada a las pasiones nobles como el coraje y la ambición.
- Alma concupiscible: Ubicada en el abdomen, asociada a los deseos y apetitos más básicos.
A diferencia de Platón, Aristóteles no piensa que el cuerpo sea la cárcel del alma, sino que ambos son principios inseparables que se necesitan mutuamente para formar la sustancia completa de todo ser vivo. Por tanto, no admite ni la preexistencia del alma, ni su transmigración, ni su inmortalidad.
Innovaciones del Cristianismo en la Filosofía
A partir del siglo V se inicia la Edad Media y con ella, el desarrollo de una nueva corriente religiosa que nace del judaísmo: el cristianismo. El cristianismo nace como una doctrina revelada por Dios, que tiene como fin la salvación del ser humano. Sus afirmaciones se apoyan en el valor de la palabra de Dios y se aceptan por la fe. Frente a la tradición filosófica griega, introdujo una serie de novedades filosóficas:
Monoteísmo
Frente al politeísmo griego y romano, solo se admitía la existencia de un único Dios.
Creacionismo
Dios crea el mundo a partir de la nada, a diferencia de las concepciones griegas que postulaban un mundo eterno o formado a partir de materia preexistente.
Omnipotencia Divina
Como creador de todo el universo, Dios no está sometido a ninguna entidad superior; por tanto, Él lo puede todo, está en todas partes y gobierna el cosmos según sus propias leyes.
El Concepto de Verdad
Se considera que Dios ha mostrado la Verdad mediante la Revelación; la fe es la luz divina que nos ayuda a ver la Verdad, complementando o incluso superando la razón filosófica.
Visión Lineal del Mundo
La historia de la humanidad tiene una concepción temporal y lineal: comienza con la Creación Divina y acabará cuando Cristo vuelva a su reino y tenga lugar el Juicio Final, la resurrección de los muertos y el triunfo del Bien sobre el Mal. Esto contrasta con las visiones cíclicas de la historia en la filosofía griega.
Providencia Divina
Dios no se ha olvidado del mundo tras crearlo, sino que lo mantiene activamente. Se preocupa por los seres humanos, hasta el punto de adoptar la naturaleza humana y hacerse presente en la historia.
Cambio de Concepto: Sabio por Santo
Los cristianos cambian el concepto de sabio por santo; la felicidad no la da el conocimiento, sino el amor y la gracia divina.
Nuevas Virtudes: Las Teologales
Se añaden unas nuevas virtudes, las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad, que complementan las virtudes cardinales griegas.