Figuras retoricas en la casa de Bernarda Alba
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Recurso literario
Aunque en la obra se pueden apreciar rasgos cómicos (por ejemplo, en las expresiones usadas por La Poncia), el tono de frustración y la catástrofe del desenlace nos hacen hablar claramente de tragedia. Como Lorca es maestro en la técnica de la “poetización del lenguaje cotidiano”, encontramos en la obra gran cantidad de figuras retóricas. En el fragmento que nos ocupa señalaremos las siguientes:
Metáfora:
“¡Qué pobreza la mía no poder tener un rayoentre los dedos!”, con la que Bernarda se refiere a que querría tener más poder para parar y acallar a sus hijas. También podemos observar otra metáfora como; “Nos hundiremos todas en un mar de luto”, en la que se refiere a que a partir de la muerte de su hija vivirán un largo tiempo de luto en su recuerdo.Comparaciones
“Ahí fuera está, respirando como si fuera un león”; en este caso, Adela está haciendo una comparación entre Pepe el Romano y un león, refiriéndose a que está respirando con la misma imperiosidad que un león, ya que está excitado por Adela.
Una hipérbole:
“¡Hubiera volcado un río de sangresobre su cabeza!”, con la que Martirio muestra sus ansias de matar a Pepe el Romano por lo que ha sucedido.Una personificación:
“No creas que los muros defienden de la vergüenza”, expresión con la que, Bernarda, con cierta crueldad, se dirige a Adela diciéndole que nada la podrá defender de su deshonra.También cabe señalar una aliteración (repetición notoria del mismo o de los sonidos) al final de la escena cuando Bernarda impone “silencio”, que impregna el momento de una enorme tensión.
Por otro lado, esta obra utiliza un lenguaje lleno de simbolismo. Destacamos los nombres escogidos por el autor para dos de las protagonistas: Angustias y Martirio. Angustias, como su nombre indica, está angustiada por casarse cuanto antes y abandonar esa terrible casa, y Martirio se debate con su interior porque no puede expresar con sinceridad lo que realmente siente, sufriendo por ello un constante calvario. Otros símbolos son “el bastón” que significa la autoridad de Bernarda, “las campanas”, que se escuchan al principio y al final de la obra, por la muerte del padre y luego de la hija; “los muros”, que separan el interior del exterior y significan cierre, presidio. “La escopeta” y “el martillo”, objetos de metal que simbolizan violencia, muerte. “La casa”, que representa la privatización de la libertad; “la luna”, que simboliza el erotismo; “el color blanco de las paredes”, que representa la vida, la alegría, la libertad, el amor… y “el color negro del luto”, que simboliza la tristeza, la prisión, la muerte; el caballo garañón, otro símbolo de la pasión erótica.